Las series no son pel¨ªculas de 30 horas

Pocas cosas enfadan m¨¢s a la cr¨ªtica y los profesionales de la televisi¨®n que escuchar a un director de cine decir que su serie es, en realidad, una pel¨ªcula de seis, diez o 20 horas. Nicolas Winding Refn present¨® hace unos d¨ªas en el Festival de Cine de Cannes su serie de diez cap¨ªtulos, Too Old to Die Young (disponible en Amazon a partir del 14 de junio) y en la rueda de prensa posterior a la proyecci¨®n de dos de sus cap¨ªtulos, el realizador dan¨¦s se?al¨® no s¨®lo que su serie era una pel¨ªcula de trece horas, sino que en realidad ¨¦l no estaba trabajando para televisi¨®n, sino para el streaming. M¨¢s all¨¢ del titular, el director estaba m¨¢s bien defendiendo la apertura de los formatos tradicionales a las posibilidades de interacci¨®n de los nuevos medios como YouTube: frente a las restricciones que sent¨ªa haciendo pel¨ªculas, ahora pod¨ªa trabajar en el mejor lugar para la creatividad f¨ªlmica. El streaming no era s¨®lo el futuro de la televisi¨®n, sino tambi¨¦n del cine.

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Nicolas Winding Refn tiene trabajos anteriores en televisi¨®n: la idea original de la serie De udvalgte (2001) y un cap¨ªtulo del drama detectivesco Miss Marple en Reino Unido en 2007, experiencia que caracteriz¨® a?os m¨¢s tarde en el peri¨®dico The Guardian como ¡°extremadamente humillante¡±. Y tiene bastante raz¨®n en considerar Too Old to Die Young diferente. Ahora asume la direcci¨®n de todos los cap¨ªtulos, y por tanto en ellos se va a encontrar de forma consistente la est¨¦tica definida que es la base de la autor¨ªa cinematogr¨¢fica. Es un caso similar al de otros recientes, como Jane Campion con Top of the Lake (disponible en HBO Espa?a) y Park Chan-wook con La chica del tambor (disponible en Movistar+). La ventaja del formato de serie es su flexibilidad: hay series basadas en la repetici¨®n de un concepto argumental o la acumulaci¨®n de vi?etas, y otras que estiran la serialidad, la morosidad narrativa hasta el extremo.

La inspiraci¨®n para ello viene de muchos sitios: The Wire explor¨® un nuevo tempo en la ficci¨®n televisiva por influencia literaria, no cinematogr¨¢fica. De igual manera, unas series acumulan cientos de cap¨ªtulos y otras apenas llegan a los cuatro o seis. La experimental Twin Peaks: el regreso fue un caso extremo de esta flexibilidad: se rod¨® sobre un manuscrito de m¨¢s de 500 p¨¢ginas que David Lynch escribi¨® con Mark Frost. La divisi¨®n por cap¨ªtulos sali¨® del montaje, no de guion.

Recientemente, en un coloquio celebrado en la Academia de Cine sobre la autor¨ªa de las series de televisi¨®n, se lleg¨® a considerar como ¡°intrusismo¡± la labor de directores de cine que comenzaban a hacer series de televisi¨®n manteniendo su vocaci¨®n autoral. Se trata de una visi¨®n un tanto miope que parece olvidar la trayectoria de creadores como Vicente Aranda, Mario Camus o Josefina Molina. Rainer Werner Fassbinder o Lars Von Trier tambi¨¦n hicieron en sus pa¨ªses series que han aguantado espl¨¦ndidamente el paso del tiempo (Berlin Alexanderplatz, disponible en Filmin, es un ejemplo de ello). Es en este periodo glorioso para la televisi¨®n p¨²blica europea donde se encuentra el precedente para el momento que se vive ahora.

A pesar de que se puedan realizar con un modelo de producci¨®n cinematogr¨¢fico, las series no est¨¢n hechas para ser consumidas en salas de cine, sino en la comodidad del hogar y es el espectador el que decide si las quiere ver en continuidad o fragmentada. Sin embargo, hay que recordar que lo genuinamente televisivo es el visionado de un ¨²nico cap¨ªtulo diario o semanal articulado en una parrilla: el consumo personalizado y en atrac¨®n de la ficci¨®n es una innovaci¨®n posibilitada por los sistemas de almacenaje como el DVD o el v¨ªdeo bajo demanda. Los directores de cine que hacen series se podr¨ªan ahorrar lugares comunes con los que parecen minusvalorar el club al que se unen, pero un repaso a la historia del medio televisivo demuestra que su avance ha llegado a trav¨¦s del mestizaje de formas y modelos, no desde las trincheras de la endogamia profesional o el purismo cr¨ªtico.

Concepci¨®n Cascajosa es profesora de Comunicaci¨®n Audiovisual en la Universidad Carlos III de Madrid