Cierra ¡®Les Temps Modernes¡¯, la legendaria revista de Sartre y Beauvoir

Se ha apagado sin ruido, sin elogios f¨²nebres. Les Temps Modernes, la revista fundada por Jean-Paul Sartre y Simone de Beauvoir que a mediados del siglo XX fue una instituci¨®n central en la vida intelectual francesa, ha dejado de existir.

La muerte de su ¨²ltimo director, el escritor y cineasta Claude Lanzmann, precipit¨® la decisi¨®n de la editorial Gallimard, propietaria de la cabecera. Una carta escueta fechada el 6 de diciembre de 2018 anunci¨® a los suscriptores que dejar¨ªan de recibirla. En las librer¨ªas estaba en venta el ¨²ltimo n¨²mero, el 700. Inclu¨ªa unas notas in¨¦ditas de Sartre durante un viaje a Roma y ensayos sobre la nueva izquierda identitaria, y sobre Per¨®n y los nazis, entre otros temas.

El fin de Les Temps Modernes?es el fin de una ¨¦poca que quiz¨¢ hace tiempo que termin¨®: la de las revistas con formato de libro y art¨ªculos largos que marcaban los debates ideol¨®gicos, filos¨®ficos y literarios, y la de Francia y Par¨ªs como capital global de las letras y las artes. En sus ¨²ltimos a?os, cada n¨²mero trimestral de Les Temps Modernes?vend¨ªa entre 2.500 y 3.000 ejemplares.

La profesora Anna Boschetti, autora de libro Sartre et 'Les Temps Modernes' (Sartre y Les Temps Modernes), subraya "la extraordinaria duraci¨®n de Les Temps Modernes". "Las revistas son mortales", escribe en un mensaje, "como lo son las condiciones que hace posible su existencia y su ¨¦xito. Estas condiciones ya no subsisten"

Las revistas son mortales, como lo son las condiciones que hace posible su existencia y su ¨¦xito. Estas condiciones ya no subsisten

Anna Boschetti, profesora

Lanzmann, muy pr¨®ximo a la pareja Sartre-Beauvoir y guardi¨¢n de las esencias, muri¨® el 5 de julio de 2018. Dej¨® escrito que deseaba que la revista continuase existiendo tras su muerte, con Juliette Simont, especialista en la filosof¨ªa de Sartre y durante a?os adjunta a la direcci¨®n, como directora. En septiembre el comit¨¦ de redacci¨®n se reuni¨® por primera vez con el editor, Antoine Gallimard. La incertidumbre ya pesaba entonces sobre el futuro del t¨ªtulo.

Simont explica que se enter¨® del cierre por el mismo correo que los suscriptores. ¡°La desaparici¨®n de este peri¨®dico no cambiar¨¢ la faz del mundo. Se trata, sin embargo, de una acontecimiento simb¨®lico de gran alcance¡±, escribieron Simont y los miembros del comit¨¦ de redacci¨®n en un art¨ªculo en Le Monde, publicado el 2 de mayo.

¡°Era como una estrella de la que se siguiese viendo la luz aunque se haya apagado desde hace tiempo¡±, dice Agn¨¨s Poirier, autora de Left bank. Art, passion and the rebirth of Paris , 1940-1950??(Orilla izquierda. Arte, pasi¨®n y el renacimiento de Par¨ªs, 1940-1950). El libro es una cr¨®nica de la rive gauche?en los a?os de la ocupaci¨®n nazi y sobre todo de la posguerra, cuando en unas pocas cuadras de la orilla izquierda del Sena se concentraba la mayor densidad de intelectuales por metro cuadrado del planeta. Les Temps Modernes?tuvo un papel central en esta historia.

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Si no hubi¨¦ramos le¨ªdo a Simone de Beauvoir...

Poirier, que se sumergi¨® en los primeros 120 n¨²meros para preparar su libro, explica: ¡°Todav¨ªa hoy es incre¨ªblemente fresco, vivo. Se lee como una novela negra¡±. Todos los temas ¡ªel antisemitismo, el feminismo, el colonialismo, Argelia, Indochina, los beatniks¡ª y g¨¦neros ¡ªel ensayo, el reportaje, la cr¨ªtica¡ª entraban en la revista, que en seguida se convirti¨® en objeto de culto en los c¨ªrculos ilustrados de Europa y Am¨¦rica. El primer n¨²mero, de octubre de 1945, inclu¨ªa piezas del soci¨®logo Raymond Aron, del fil¨®sofo Maurice Merleau-Ponty y del novelista negro estadounidense Richard Wright.

¡°Todos los escritores de origen burgu¨¦s han conocido la tentaci¨®n de la irresponsabilidad: desde hace un siglo, esta tiene tradici¨®n en la carrera de las letras¡±, dec¨ªa Sartre ¡ªnovelista, dramaturgo, fil¨®sofo: el intelectual total de su tiempo¡ª en las primeras lineas del primer art¨ªculo del primer n¨²mero. El art¨ªculo, titulado Presentaci¨®n, era un manifiesto de la literatura engag¨¦e, comprometida. ¡°En resumen, nuestra intenci¨®n es intentar concurrir a la producci¨®n de ciertos cambios en la sociedad que nos rodea¡±, dec¨ªa Sartre. Y a?ad¨ªa: ¡°Respecto a los acontecimientos pol¨ªticos y sociales que vienen, nuestra revista tomar¨¢ posici¨®n en cada caso¡±.

Les Temps Modernes?eran un golpe de juventud, modernidad e inteligencia. Al terminar la guerra, algunas de las revistas de referencia, como la Nouvelle Revue fran?aise?y la Revue des Deux Mondes?hab¨ªan dejado de publicarse. Qued¨® un vac¨ªo, que Les Temps Modernes?ocup¨®. Aunque tambi¨¦n prestaba atenci¨®n a la literatura, la publicaci¨®n?estaba m¨¢s centrada en el debate pol¨ªtico y filos¨®fico que las revistas m¨¢s veteranas, explica Olivier Cariguel, especialista en historia de las revistas y de la edici¨®n.

Pol¨ªticamente, la revista de Sartre, muy a la izquierda, intent¨® al principio afirmarse de manera aut¨®noma respecto a la hegemon¨ªa comunista

Michel Winock, historiador

¡°Pol¨ªticamente, la revista de Sartre, muy a la izquierda, intent¨® al principio afirmarse de manera aut¨®noma respecto a la hegemon¨ªa comunista¡±, escribe en un correo electr¨®nico el historiador Michel Winock, autor de Le si¨¨cle des intellectuels (El siglo de los intelectuales). ¡°A partir de 1952, y hasta 1956, la revista se hizo directamente procomunista. Despu¨¦s de la intervenci¨®n sovi¨¦tica en Hungr¨ªa, en 1956, tom¨® sus distancias respecto al Partido Comunista franc¨¦s. Posteriormente, sigui¨® una l¨ªnea de extrema izquierda anticolonialista, tercermundista, revolucionaria¡±.

Fue en Les Temps Modernes?donde Beauvoir adelant¨® algunos cap¨ªtulos de El segundo sexo, libro fundacional del feminismo. Y fue sus p¨¢ginas donde se desarroll¨® la virulenta ruptura entre Jean-Paul Sartre con Albert Camus a ra¨ªz del ensayo El hombre rebelde?de Camus. La revista era el p¨²lpito desde el que, en la c¨²spide de su poder, Sartre dictaba sus dogmas y excomulgaba. Tambi¨¦n Lanzmann era una personalidad fuerte. Sin ¨¦l, forzosamente la revista ¡ªque no ten¨ªa p¨¢gina web, ni aplicaci¨®n para leer en el tel¨¦fono m¨®vil¡ª deb¨ªa ser otra cosa.

¡°Para Les Temps Modernes, la desaparici¨®n de nuestro amigo Claude Lanzmann precipit¨® esta interrogaci¨®n sobre el futuro de la revista¡±, ha escrito recientemente Antoine Gallimard en Le Monde, editor de otras revistas como Le D¨¦bat?o la vieja Nouvelle Revue fran?aise. ¡°?l era el alma y el armaz¨®n; ¨¦l era su historia, por los v¨ªnculos que le un¨ªan con los fundadores y de los cuales siempre se reivindic¨®, con raz¨®n¡±. En una carta a Juliette Simont y a su colaborador, el fil¨®sofo Patrice Maniglier, Gallimard les recordaba los ¡°verdaderos problemas de difusi¨®n¡± de la revista y contemplaba publicarla ¡°bajo la forma de obras tem¨¢ticas, unas tres por a?o¡±. Un proyecto del comit¨¦ de redacci¨®n para modernizar la cabecera, titulado Por los nuevos ¡®Tiempos Modernos¡¯, no persuadi¨® al editor. ¡°No nos dio la posibilidad de intentarlo¡±, lamenta Simont. ¡°Es una pena¡±.