Un desfile cultural
Michel Ocelot renueva su ideario con una historia ambientada en el Par¨ªs de la Belle ?poque, una especie de parque de atracciones art¨ªstico y cient¨ªfico
Con Kirik¨² y la bruja (1998), Kirik¨² y las bestias salvajes (2005) y Azur y Asmar (2006), el director franc¨¦s Michel Ocelot, procedente de las bellas artes, se convirti¨® en uno de los nombres fundamentales de la animaci¨®n cinematogr¨¢fica mundial gracias a su singularidad. En un universo habitualmente copado por el realismo de movimientos, personajes y fondos, Ocelot se dirig¨ªa hacia una esencia con trazos mucho m¨¢s sencillos, colores uniformes y dise?os y ambientes alejados del naturalismo.
DILILI EN PAR?S
Direcci¨®n: Michel Ocelot.
G¨¦nero: aventuras en animaci¨®n. Francia, 2018.
Duraci¨®n: 95 minutos.
Con Dilili en Par¨ªs renueva su ideario con una historia ambientada en el Par¨ªs de la belle ¨¦poque, que es, al mismo tiempo, una especie de parque de atracciones cultural y cient¨ªfico, una reivindicaci¨®n del papel de la mujer en la historia de ambas vertientes, y un relato de activismo feminista. En ella ha trabajado sobre la base de la animaci¨®n en tres dimensiones, con apoyo del tradicional 2D, pero con la novedad de que los fondos donde se desenvuelven los personajes no son dise?os pintados, sino calcos fotorrealistas. As¨ª, cada plano de la pel¨ªcula se convierte en un peculiar entramado de fantas¨ªa y realidad, de colores primarios sin apenas matices y sin una sola sombra, que sin embargo adquiere formas art¨ªsticas conforme sus numerosos personajes van haciendo acto de aparici¨®n.
Por Dilili en Par¨ªs desfilan decenas de figuras de la ciencia (Louis Pasteur, Marie Curie, Alberto Santos Dumont¡), la ingenier¨ªa (Gustave Eiffel, Ferdinand von Zeppelin), la pintura (Picasso, Renoir, Monet, Degas, Rousseau¡), la moda (Paul Poiret), la m¨²sica (Erik Satie, Claude Debussy) y el arte en general, con especial hincapi¨¦ en mujeres hasta hace poco ninguneadas por la historia y la sociedad (Colette, Camille Claudel, Louise Michel¡). Y en su, en apariencia, d¨¦bil trama en forma de mcguffin (una investigaci¨®n sobre el secuestro en serie de ni?as y j¨®venes) acaba escondi¨¦ndose una denuncia sobre la penosa sumisi¨®n de la mujer al hombre en ciertas comunidades, ideal para una pel¨ªcula que puede jugar en dos ligas en paralelo: la de los ni?os peque?os, que encontrar¨¢n un Baby Einstein de caligraf¨ªa verdaderamente art¨ªstica, y la de los adultos con inquietudes, buscadores de productos animados alejados del convencionalismo.
Babelia
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