Rep¨²blica Dominicana, literatura contra los fantasmas
Una radiograf¨ªa desde el pa¨ªs caribe?o de un panorama literario que tiene m¨¢s peso creativo que editorial
Es una venda de azulejos negros tapando los ojos y una boca abierta con los dientes dorados. Detr¨¢s de la escultura est¨¢ el mar Caribe. En esta playa pegada a la carretera donde en 1961 mataron al dictador dominicano Rafael Le¨®nidas Trujillo, se ba?aba de ni?o el poeta Frank B¨¢ez (1978) y recuerda que los adultos le dec¨ªan que tuviera cuidado: ¡°Si t¨² te metes por ah¨ª, te va a venir su fantasma¡±.
El fantasma del caudillo quiz¨¢ m¨¢s estrafalario y homicida de Latinoam¨¦rica sigue recorriendo tambi¨¦n la literatura casi 60 a?os despu¨¦s de su muerte, culpa en gran parte de dos obras mayores, La Fiesta del Chivo (2000) y La maravillosa vida breve de ?scar Wao (2007), las m¨¢s vendidas en el pa¨ªs pese a estar escritas las dos fuera de la Rep¨²blica Dominicana. La segunda isla m¨¢s grande del Caribe ¡ª10 millones de habitantes¡ª tiene un mercado del libro diminuto y sin apenas m¨²sculo editorial, desde donde despegan hacia el extranjero cada vez m¨¢s nombres emergentes en la escena internacional, continuando con una larga tradici¨®n de dialogo entre voces de dentro y de fuera.
Pistas para el Retiro
D¨ªas. La 78? edici¨®n de la Feria del Libro de Madrid se celebra en el parque del Retiro hasta el 16 de junio.
Invitado. Como pa¨ªs invitado, la Rep¨²blica Dominicana protagoniza m¨¢s de 100 actividades. Autores como Rita Indiana, Frank B¨¢ez, Rosa Silverio, Rey And¨²jar y Soledad ?lvarez acudir¨¢n a Madrid.
Homenajes. Los 50 a?os de sellos como Tusquets y Anagrama ser¨¢n objeto de homenaje. A ellos se suma el dedicado a Claudio L¨®pez-Lamadrid, de Penguin Random House, fallecido en enero. El viernes 7 de junio, N¨²ria Cabut¨ª, Ray Loriga, Patricio Pron, Lara Moreno y Miguel Aguilar recordar¨¢n a L¨®pez-Lamadrid. Acto seguido, Almudena Grandes, Luis Landero y Fernando Aramburu hablar¨¢n de su editorial de siempre (Tusquets) con la librera Lola Larumbe. Al d¨ªa siguiente, Jorge Herralde, fundador de Anagrama, conversar¨¢ con Juan Cruz.
Autor. En Cibeles, a unos metros del Retiro, la Casa de Am¨¦rica dedica su Semana de Autor (del 4 al 7 de junio) al gran novelista salvadore?o Horacio Castellanos Moya.
Espa?a vac¨ªa. La otra Espa?a, una conversaci¨®n sobre la vida en las zonas rurales es el t¨ªtulo del coloquio que organiza EL PA?S el s¨¢bado 15 de junio a las 19.30. Participan los escritores Sergio del Molino y Virginia Mendoza. Modera la periodista Carmen Mor¨¢n.
A Trujillo lo acribillaron 27 balazos en este arc¨¦n de la carretera. Junot D¨ªaz, el escritor dominicano de m¨¢s ¨¦xito, migrante desde los seis a?os y nacionalizado estadounidense, narr¨® el episodio a c¨¢mara lenta, como si fuera una de esas escenas congeladas de Matrix. Est¨¢ en un pie de p¨¢gina de las andanzas de Wao, un regordete fan¨¢tico de la ciencia-ficci¨®n que lucha por no convertirse en el ¡°¨²nico var¨®n dominicano de la historia que morir¨¢ virgen¡±. Mario Vargas Llosa, por su parte, record¨® la ¨²ltima frase que la leyenda atribuye a uno los ejecutores antes de rematar al Chivo en la cara: ¡°Ya este guaraguao no come m¨¢s pollo¡±.
Dos d¨¦cadas antes, otra novela sobre los ¨²ltimos dos a?os de dictadura, S¨®lo cenizas hallar¨¢s, del diplom¨¢tico y residente muchos a?os en Espa?a Pedro Verg¨¦s, tuvo un fuerte impacto al ganar en 1980 el Premio de la Cr¨ªtica en Espa?a. Y hoy, entre los t¨ªtulos de ficci¨®n m¨¢s vendidos de la principal librer¨ªa del pa¨ªs, otra obra con el tel¨®n de fondo de las tres d¨¦cadas de trujillato: La reina de Santom¨¦, de Guillermo Pi?a-Contreras. Los golpes de la dictadura ¡ªprolongada por Joaqu¨ªn Balaguer, impuesto por EE?UU en los setenta¡ª fueron los responsables del alejamiento definitivo del pa¨ªs por parte de Pedro Henr¨ªquez Ure?a, mano derecha de Vasconcelos en M¨¦xico, maestro de Borges o Garc¨ªa M¨¢rquez; as¨ª como directamente del exilio del presidente-escritor Juan Bosch, las dos figuras tutelares a quien est¨¢ dedicado el programa dominicano de la Feria del Libro de Madrid, inaugurada el viernes.
La di¨¢spora, la sombra de Trujillo y lo fant¨¢stico ¡ªlo m¨¢gico, esa pegajosa etiqueta asociada tantas veces al Caribe¡ª son algunas constantes en espiral que explican el devenir de la literatura dominicana. ¡°Es como un pozo negro, como si el tiempo no pasara y todo lo que estamos viviendo ahora se explicara desde ah¨ª. Y en parte s¨ª, pero a m¨ª me parece m¨¢s interesante llevarlo hacia otra direcci¨®n¡±, dice B¨¢ez, cuentista y cronista adem¨¢s de poeta, ¨²nico autor dominicano en ser incluido en la ¨²ltima lista Bogot¨¢39 del Hay Festival brit¨¢nico y con un reciente poemario publicado por Seix Barral.
Magia pop
En otra direcci¨®n se encamin¨® el propio Junot D¨ªaz, ganador del Pulitzer de novela en 2008 con su ?scar Wao y considerando ¡°un referente¡±, ¡°una inspiraci¨®n¡±, ¡°la estrella polar de nuestra literatura¡± por algunos de los autores j¨®venes dominicanos. Su Trujillo es presentado como el eslab¨®n de una maldici¨®n ancestral de la isla ¡ª¡°era un promotor, un sumo sacerdote del fuk¨²¡±¡ª, pero a la vez es comparado con Sauron, el gran villano de El se?or de los anillos. Del realismo m¨¢gico al mundo fant¨¢stico pop.
¡°Trujillo es un g¨¦nero¡±, dice Rita Indiana del dictador novelado por Vargas Llosa y Junot D¨ªaz
¡°Trujillo es nuestro Rey Arturo, en torno a su figura hay ya un g¨¦nero. Y a las editoriales les encanta una buena novela de dictadura¡±, dice Rita Indiana (1977), una de las autoras emergentes de m¨¢s proyecci¨®n internacional. Para Miguel D. Mena, director de CieloNaranja, editorial independiente con m¨¢s de 30 a?os de recorrido, ¡°lo que m¨¢s se ha exportado de la Rep¨²blica Dominicana tradicionalmente ha sido lo muy tr¨¢gico o lo muy fr¨ªvolo¡±. Un p¨¦ndulo que oscilar¨ªa entre los horrores de la dictadura ¡ªlos asesinatos pol¨ªticos, el perfil de depredador sexual de Trujillo¡ª y el clich¨¦ ex¨®tico del latin lover caribe?o, representado por Porfirio Rubirosa, miembro de la jet-set internacional de los a?os cuarenta, y al que hasta Truman Capote lleg¨® a loar en un texto sus supuestas proezas er¨®ticas.
¡°Nosotros nos alejamos decididamente de todo eso, aunque s¨ª est¨¢ presente el arquetipo masculino que qued¨® implantado con Trujillo [obsesionado con la ropa y atusado con polvos de talco en una mezcla de vanidad y racismo para blanquear su piel morena], que se va a parecer m¨¢s al marine de EE?UU que al caballero colonial espa?ol¡±, apunta Rey And¨²jar (1977), novelista y profesor universitario en Chicago. As¨ª ser¨ªa el padre de Wao en la novela de Junot D¨ªaz: un macho militar, cuarent¨®n y musculoso, coqueto rozando la afectaci¨®n, a la vez que r¨ªgido, estricto y machista. O incluso el padre mafioso de la protagonista de la novela Papi, de Rita Indiana, que ¡°es como Jason, el de Viernes 13. O Como Freddy Krueger¡±, y que a la vez tiene ¡°removedor de esmalte y limas y piedras de p¨®mez y cremas hidratantes y aceite de cacao y aceite Johnson¡±.
¡°Mi generaci¨®n, que vivi¨® en los noventa, est¨¢ obsesionada con la ciudad y con la cultura popular, con la m¨²sica, el cine y el arte contempor¨¢neo. Es una literatura que mira m¨¢s hacia los beatnick que al boom latinoamericano¡±, a?ade Indiana, que en 2015 fue finalista del Premio Vargas Llosa por su novela La mucama de Omicunl¨¦. Para And¨²jar, el trabajo de su compatriota estar¨ªa ¡°m¨¢s cerca de la obra de Basquiat y su mezcla bolero de Ravel, Picasso y hip-hop, que de Garc¨ªa M¨¢rquez¡±.
La ruptura con la tradici¨®n de los narradores nacidos a finales de los setenta no es tan n¨ªtida en las generaciones anteriores. ?ngela Hern¨¢ndez (1954), premio Nacional de Literatura, considera que la influencia de Trujillo en la literatura es ¡°una sombra que no se elige¡±, y que ella ha recogido, por ejemplo, en una novela ambientada al filo de los sesenta en un pueblo aislado de la monta?a al norte del pa¨ªs: Mudanza de los sentidos, publicada en Espa?a por Siruela. El componente m¨¢gico tambi¨¦n est¨¢ presente en sus obras. ¡°Est¨¢ en mi literatura porque est¨¢ en mi imaginaci¨®n y en mi memoria. Mi mam¨¢ sol¨ªa hablar de su hermana muerta, que era curandera del pueblo, como si estuviera viva. Yo recupero ese tiempo de im¨¢genes para mis cuentos¡±. Pedro Antonio Valdez (1968) pone a dialogar lo m¨¢gico con lo real con cortes m¨¢s tajantes, como en Carnaval de Sodoma (Alfaguara), donde por el r¨ªo de una provincia dominicana aparece Marco Polo.
La nueva magia del Caribe se parecer¨ªa en todo caso m¨¢s a un glitch inform¨¢tico que a los fantasmas, mientras que el dinero y las finanzas representar¨ªan los embrujos m¨¢s poderosos en tiempos de turbocapitalismo. ¡°Somos hijos de una generaci¨®n de dominicanos a los que los noventa agarra sin un peso en el banco con las privatizaciones y se produce una reconfiguraci¨®n de la sociedad. Hab¨ªa gente negra que conservaba dinero de la dictadura y por otra parte las remesas empiezan a tambi¨¦n a crecer. Las divisiones de raza empezaron a mezclarse¡±, dice Rey And¨²jar. Su novela Candela (Alfaguara) bucea en las intersecciones de una migrante haitiana, la hija de un pol¨ªtico dominicano y un polic¨ªa mestizo con acceso a ambos mundos. El a?o que viene se estrenar¨¢ una versi¨®n cinematogr¨¢fica de la novela y, de momento, ha vendido 8.000 ejemplares, un cifra media-alta en la isla.
Vac¨ªo editorial
Con 70.000 y 50.000 ejemplares, La Fiesta del Chivo y La maravillosa vida breve de ?scar Wao siguen siendo las dos obras m¨¢s vendidas en el pa¨ªs, seg¨²n cifras tentativas de Ruth Herrera, directora de las ferias nacionales del libro, dependiente del Ministerio de Cultura. No existen datos oficiales de ventas ni de publicaciones en el pa¨ªs. ¡°El gran problema es la educaci¨®n, no tenemos un verdadero fondo de lectores con formaci¨®n y poder adquisitivo para alimentar el mercado. Por otro lado, tampoco hay incentivos para la industria editorial ni para el consumo¡±, a?ade Herrera.
La feria de Santo Domingo es la mayor del Caribe pese a la debilidad de la industria editorial
La feria de Santo Domingo, con 22 a?os de historia, s¨ª cuenta con una considerable influencia regional. ¡°Es la principal actividad cultural del pa¨ªs y la mayor feria del Caribe y Centroam¨¦rica. Por volumen y calidad, por aqu¨ª han pasado Carlos Fuentes, Sergio Pitol, Ana Mar¨ªa Matute¡±, apunta Hern¨¢ndez. En la edici¨®n de este a?o participaron 38 editoriales de 10 pa¨ªses, especialmente volcadas en Cuba y Puerto Rico.
Las librer¨ªas en la capital no llegan a la decena y el panorama de bibliotecas tampoco es muy alentador: 230 en un pa¨ªs de 10 millones de habitantes. ¡°La Rep¨²blica Dominicana es un lugar muy ¨¢rido para la literatura. No hay editoriales de relevancia en la isla. Y la mayor¨ªa de los autores de mi generaci¨®n nos fuimos a M¨¦xico, a EE?UU, a Espa?a; la mayor¨ªa de las veces por un tema econ¨®mico, pero tambi¨¦n por claustrofobia¡±, apunta Indiana, que vive en Puerto Rico. Las editoriales independientes que dan el primer vuelo a los autores j¨®venes, como CieloNaranja o Ediciones De a Poco, tambi¨¦n est¨¢n fuera del pa¨ªs y dentro se limitan a imprimir, pocas veces m¨¢s de 500 ejemplares.
No siempre fue as¨ª. En la d¨¦cada de los dos mil tuvo presencia en la isla la colombiana Norma y la multinacional espa?ola Santillana, facilitando mayores v¨ªas de distribuci¨®n para los autores dominicanos. Pero con la venta de la divisi¨®n de literatura a Ramdom House, Alfaguara y el resto de sellos salieron de la isla en 2014. Valdez, que lleg¨® a vender 8.000 ejemplares de Carnaval en Sodoma, y que tambi¨¦n cont¨® con una versi¨®n cinematogr¨¢fica de la mano de Arturo Ripstein, recuerda la sensaci¨®n de desamparo: ¡°Nuestros libros se quedaron en un almac¨¦n en M¨¦xico¡±.
Un pa¨ªs de poetas
Desde el siglo XIX, la Rep¨²blica Dominicana ha sido conocida sobre todo por los poetas: Salom¨¦ Ure?a, Jos¨¦ Joaqu¨ªn P¨¦rez o Gast¨®n Fernando Deligne. ¡°Siempre se dice que somos un pa¨ªs de poetas¡±, subraya Jos¨¦ M¨¢rmol (1960), ganador pr¨¢cticamente de todos los premios literarios de la isla; traducido al ingl¨¦s, al franc¨¦s y al italiano, y responsable de una reciente antolog¨ªa de poes¨ªa dominicana del siglo XX en Visor, donde ha publicado tambi¨¦n varios poemarios propios. ¡°Partimos¡±, a?ade M¨¢rmol, ¡°de una fuerte tradici¨®n modernista. Aqu¨ª Rub¨¦n Dar¨ªo se conoc¨ªa y se publicaba en revista antes de su ic¨®nico Azul, de 1908. Y durante las vanguardias, por ejemplo, el manifiesto futurista nos lleg¨® pocos meses despu¨¦s de ser publicado en Europa¡±.
¡°Nuestras novelas quedaron en un almac¨¦n de M¨¦xico¡±, dice Pedro Antonio Valdez sobre la salida de Alfaguara de la isla
Entre los poetas m¨¢s j¨®venes tambi¨¦n destaca un sabor urbano y contempor¨¢neo. ¡°Lo urbano en mi poes¨ªa es un artificio. Intento utilizar los elementos del paisaje que mejor conozco ¡ªla isla, el mar, la ciudad a medio hacer, sus cables que cuelgan como tripas de los postes el¨¦ctricos¡ª para reflexionar sobre el mundo en el que vivo. Para el escritor que crece en una isla, especialmente una del Tercer Mundo, es casi imposible que el entorno no permee su forma de usar el lenguaje¡±, apunta Alejandro Gonz¨¢lez Luna (1983), residente en Espa?a y con un reciente poemario tem¨¢tico sobre la insularidad publicado en Pre-Textos: Donde el mar termina, premio Emilio Prados.
El trabajo po¨¦tico de Frank B¨¢ez aspira a insertar el propio lenguaje en el contexto dominicano. Una tarea basada en cribar ¡°libros y referencias donde pasan historias que no se parecen a la del entorno de uno¡± y que le ha empujado a una cierta orfandad. Pero a la vez a ¡°una gran libertad para crear lo nuevo, para convertirte en explorador y lanzarte a buscar formas novedosas y un lenguaje que de pronto comprendes que siempre lo llevabas contigo, pero que no te atrev¨ªas a usarlo porque no sal¨ªa en libros o en pel¨ªculas y pensabas que era vulgar o nada literario¡±. Algo parecido le sucedi¨® hace muchos a?os a Josefina Baez (1960), sin tilde, migrante a EE?UU en los setenta y precursora del uso del spanglish que Yunot D¨ªaz ha homologado y elevado a las alturas. ¡°Me dec¨ªan que eso no era literatura. Pero cuando alguien como Junot, de las grandes ligas, batea en una de tus bases, es que hay algo¡±. B¨¢ez, con tilde, est¨¢ trabajando ¨²ltimamente en un texto sobre el barrio donde se crio, Los Kil¨®metros, la zona pegada a la playa donde mataron a Trujillo, el lugar donde sus mayores ve¨ªan fantasmas.
Lecturas
La maravillosa vida breve de ?scar Wao. Junot D¨ªaz. Debolsillo
Lleg¨® el fin del mundo a mi barrio. Frank Ba¨¦z. Son¨¢mbulos
Hecho en Saturno. Rita Indiana. Perif¨¦rica
Yo, la isla dividida. Jos¨¦ M¨¢rmol. Visor
Donde el mar termina. Alejandro Gonz¨¢lez Luna. Pre-Textos
Mudanza de los sentidos. ?ngela Hern¨¢ndez. Siruela
Cuentos dominicanos. Varios autores. Siruela
La poes¨ªa del siglo XX en Rep¨²blica Dominicana. Edici¨®n de Jos¨¦ M¨¢rmol y Basilio Belliard. Visor
No creo que yo est¨¦ aqu¨ª de m¨¢s. Antolog¨ªa de poetas dominicanas 1932-1987. Edici¨®n de Rosa Silverio. Huerga & Fierro
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