Los Lara, una monarqu¨ªa entre libros
Una biograf¨ªa traza, a partir de 70 entrevistas, el contexto sociofamiliar y la personalidad de las tres generaciones que han forjado el imperio editorial de Planeta
¡°No he tenido que hacer muchas putadas porque mi padre ya las hizo casi todas¡±, admiti¨® una vez Jos¨¦ Manuel Lara Bosch sobre su progenitor y fundador de Planeta, Jos¨¦ Manuel Lara Hern¨¢ndez, alguien dotado con ¡°la listeza del que hab¨ªa pasado hambre, pero con la c¨®lera de un legionario¡±, como tambi¨¦n le defini¨®. Lo dec¨ªa quien, a su vez, era muy conocido por sus prontos, que debi¨® heredar como la listeza; pero el hijo era, en el fondo, ¡°un hombre de gran coraz¨®n que iba por la vida de chulo¡±, tal como le califica hoy quien fue un estrecho colaborador...
UNA FAMILIA CONSAGRADA A LA EDICI?N
Son pinceladas del cuadro psicol¨®gico y biogr¨¢fico que aparece en el nuevo libro Los Lara. Aproximaci¨®n a una familia y a su tiempo (Galaxia Gutenberg, que estrena coedici¨®n con la revista La Maleta de Portbou), de Jos¨¦ Mart¨ª G¨®mez. ¡°Cuando la acab¨¦, como hab¨ªa hablado con ellos, por delicadeza se lo envi¨¦ por si hab¨ªa errores; tocaron alg¨²n matiz; el cap¨ªtulo final, donde apunto que esta monarqu¨ªa familiar se acaba, ni se lo pas¨¦¡±, aclara el autor tras tres a?os de trabajo. Mart¨ª G¨®mez (Morella,Castell¨®n, 1937) realiz¨® la primera de sus entrevistas al viejo editor en 1972 y en julio de 2017 hizo lo propio con los nietos, Jos¨¦ Manuel y Pablo Lara Garc¨ªa, cerrando un c¨ªrculo de 45 a?os de asiduas relaciones profesionales con la familia y aquellos que m¨¢s le trataron, encuentros (¡°unos 70, de los que una veintena han pedido anonimato¡±) con los que ha conformado una particular biograf¨ªa coral, la primera que aborda las tres generaciones de quienes construyeron el hoy s¨¦ptimo conglomerado editorial del mundo, que tiene? m¨¢s del 21% del mercado espa?ol.
Un patriarca duro. A Lara le gustaba Pedro P¨¢ramo, de Juan Rulfo, porque le recordaba a su pueblo natal, El Pedroso, donde de peque?o iba puerta a puerta cobrando a los vecinos las igualas de su padre, el m¨¦dico. Am¨¦n de vender galletas Mar¨ªa, bailar en el coro de Celia G¨¢mez (¡°ganaba 10 pesetas por dos funciones diarias; luego pas¨¦ a 15¡±) y trabajar en la Pirelli, la picard¨ªa para el negocio editorial la demostr¨® ipso facto: en 1944, cuando compr¨® la primera piedra de su imperio, Tartessos (por 200.000 pesetas), antes fue a verla y calcul¨® que ¡°vendiendo parte de los libros a cualquier saldista se sacaba lo suficiente para pagarla¡±.
Unas posibles memorias explosivas
Para abstraerse, am¨¦n del bridge, Jos¨¦ Manuel Lara Bosch escrib¨ªa. Al parecer, eran unas memorias sobre el mundo editorial, seg¨²n admiten sus hijos. Uno de los cap¨ªtulos estar¨ªa dedicado a Ricardo Rodrigo, uno de los fundadores de RBA. "Mi padre ajusta cuentas con ¨¦l porque lo enga?¨®¡ lo deja muy mal; el texto es una bomba tremenda. Rodrigo y Dani S¨¢nchez Llibre, que una vez que mi padre le llev¨® a la presidencia del Espa?ol rompi¨® todos los acuerdos que hizo con ¨¦l, han sido las personas que m¨¢s le han decepcionado". De publicarse ("los textos est¨¢n en el disco duro de un ordenador"), apuntan a jugoso best-seller.
Quien en los primeros momentos llevaba tortillas de patatas a sus empleados en un paternalismo que con los a?os y el tono derivaba a menudo en molesta groser¨ªa, tuvo s¨®lo tres amigos, uno de ellos el periodista Manuel del Arco, al que enviaba a entrevistar a los escritores, se?al que ¨¦stos interpretaban como que hab¨ªan ganado el premio Planeta, que en sus primeras ediciones convoc¨® en Madrid porque ¡°estaba en fase de biber¨®n y no quer¨ªa enfrentarlo al Nadal¡±. Llevarle la contraria, como hiciera su adorada Mercedes Salisachs al obstinarse en un libro de cuentos en vez de otra exitosa novela, pod¨ªa condenar al escritor al ostracismo. No ten¨ªa man¨ªas, como ratific¨® al robar una sucursal entera de venta a plazos, del gerente al mozo de almac¨¦n, a su competidor Plaza & Jan¨¦s.
Los pocos amigos de la familia acabaron pasando generacionalmente a hijos y nietos. Entre ellos, el fiscal Romero de Tejada: jugaba a minigolf con ¨¦l muchos mediod¨ªas, fue informal consejero literario (le recomend¨® editar a Somerset Maugham) y todos los s¨¢bados cenaban con las esposas, de men¨², para ahorrar. Lara estuvo siempre cerca del poder: trataba a Carmen, la hija de Franco, y contribu¨ªa a las arcas de Alianza Popular. ¡°Yo he sido franquista¡±, reconoc¨ªa el editor, charlat¨¢n, pero que, seg¨²n su fiel colaborador Manuel Lombardero, ¡°jam¨¢s dijo una palabra que no le interesara decir¡±. Fue v¨ªctima, eso s¨ª, de profundas depresiones por bajones de litio, curiosamente alguien que admit¨ªa ser ¡°excesivamente agresivo y violento, pero ella consigui¨® frenarme¡±, en referencia a su antag¨®nica mujer, Mar¨ªa Teresa Bosch, su pareja en algo fundamental en el imperio de los Lara: el bridge. Dominar y compartir el ajedrez de las cartas como hac¨ªan ¨¦l y, de manera brillante, sus dos hijos es a¨²n hoy una buena credencial para alcanzar la c¨²pula del grupo Planeta.
Jos¨¦ Manuel Lara Bosch, un histri¨®nico humanizado. ¡°No aspiro a m¨¢s¡±, dijo el viejo Lara cuando inaugur¨® (1976) su sede editorial en la calle C¨®rcega de Barcelona. En 2001, su hijo Jos¨¦ Manuel compr¨® por 90 millones de euros el emblem¨¢tico edificio de Banca Catalana: hab¨ªa mutado la editorial en un grupo de comunicaci¨®n y educaci¨®n multimedia, quiz¨¢ revancha psicoanal¨ªtica tras la apuesta de su progenitor por su hermano Fernando, apart¨¢ndole a ¨¦l de la direcci¨®n general de Planeta que llev¨® entre 1970 y 1983.
Eje del libro, del retrato sale un emprendedor extrovertido, de ideas audaces, imprevisible, impaciente, un poco sabiondo, que tem¨ªa hacer da?o con su cuerpo de 1,95 metros y casi 150 kilos de peso, excesivo tambi¨¦n en el consumo de 10 Coca-Cola, de siete a 10 caf¨¦s y tres paquetes de tabaco diarios. Nunca se llev¨® bien con su padre, del que hered¨® decir siempre lo que quer¨ªa sin importarle si era pol¨ªticamente correcto, aunque, de nuevo, estaba todo muy meditado. Hab¨ªa algo tambi¨¦n en ello de sus ramalazos prepotentes, famosos prontos que le comportaron sonoras broncas con, entre otros, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, por lo que obligaba a que fuera el hoy presidente del grupo y amigo personal (y pareja de bridge) Jos¨¦ Creuheras, el que recibiera al entonces l¨ªder del PP y jefe de Gobierno cuando visitaba Barcelona. La misma estrategia que hac¨ªa el viejo Lara con ¨¦l cuando le enviaba a serenar los ¨¢nimos de los editores a los que hab¨ªa hecho alguna jugarreta. Con el tiempo, fren¨® el acoso a autores de otras editoriales (Anagrama) o fue hasta clandestino socio de alguna (Tusquets), acu?ando el neologismo ¡°colpetidores¡± (por colaboradores en el ecosistema) y autocr¨ªtico por no tener buenos editores en su propio grupo.
Con una fuerza descontrolada hija a partes iguales del histrionismo y la humanidad, asumi¨® la presidencia del C¨ªrculo de Econom¨ªa (2005), reflejo de su voluntad de liderazgo social, funci¨®n que se sacud¨ªa, criticaba, el empresariado catal¨¢n, tejido burgu¨¦s en el que le cost¨® entrar y al que acusaba de falto de valent¨ªa para crecer y arriesgarse: ¡°Dicen que seny es sentido com¨²n, pero en realidad es caguen¡±, solt¨® en m¨¢s de una ocasi¨®n. En esa l¨ªnea, lamentaba que hubiera sido ¨¦l, y no La Caixa ni sectores catalanistas que hablaban mal de su persona, quien salvara el diario Avui o a la editorial Grup 62, con una deuda de 25 millones de euros.
¡°Libertario de derechas¡±, como se autodefin¨ªa, simpatizante del PP y miembro de un grupo de altos dirigentes para desestabilizar a Podemos, crey¨® que podr¨ªa terciar entre Mariano Rajoy y Artur Mas cuando empezaron las tensiones independentistas, pero no triunf¨®; tampoco cuando, ya adquirido el diario La Raz¨®n para ganar peso en Madrid, entr¨® en La Sexta, mostrando su vertiente autoritaria: ah¨ª no tuvo, como en el c¨ªrculo de Econom¨ªa, quien comprendiera o reorientara sus prontos. No sali¨® malparado, en cambio, del RCD Espa?ol: estaba en el club por el compromiso adquirido por su padre y su hermano Fernando, que iba a ser el presidente cuando muriera el patriarca. Convenci¨® para que encabezara la junta a Daniel S¨¢nchez Llibre (al que puso alg¨²n palo en las ruedas oculto en el accionariado de un grupo opositor) y, como director general, lider¨® la venta del estadio de Sarri¨¤ para recuperar los, en su momento, 1.500 millones de pesetas que la familia ten¨ªa invertidas a trav¨¦s de la patrimonial Inmobiliaria Hemisferio.
Apunta Mart¨ª G¨®mez que, tras detect¨¢rsele el c¨¢ncer de p¨¢ncreas en 2011, Jos¨¦ Manuel Lara Bosch ¡°se humaniza y empieza su aprendizaje de saber disculparse, de escuchar y ver las cosas desde la ¨®ptica de los otros¡±. Quiz¨¢ eso ya estaba en sus genes.
La sombra de Fernando. El hermano peque?o de Jos¨¦ Manuel es una dolorosa ausencia forzada por su prematura muerte en agosto de 1995 en accidente de tr¨¢fico, cuando volv¨ªa de la presentaci¨®n de pretemporada del Espa?ol. Conservador, introvertido, buen gestor, mente anal¨ªtica, amante del orden tanto en la gesti¨®n empresarial como en la vida privada, tom¨® el mando de Planeta en 1985 cuando su padre defenestr¨® al hermano mayor. ¡°Eran mundos diferentes y se vio en la gesti¨®n de las revistas en los a?os setenta y ochenta¡±, dice a este diario Mart¨ª G¨®mez, que en cambio sostiene que no hubo rivalidad entre hermanos. S¨ª se recoge el grito desgarrador de la madre cuando la comitiva familiar, en la que estaba Creuheras, amigo ¨ªntimo de Fernando y compa?ero de brigde, fue a dar la noticia de la muerte a sus padres, esos d¨ªas en Sitges. Fue la puntilla que hundi¨® psicol¨®gicamente al patriarca.
Dos nietos sin cartas. Hablan poco Jos¨¦ Manuel y Pablo Lara Garc¨ªa, pero se sobrentienden cosas, especialmente del primero: ¡°Los catalanes hemos querido toda la vida mandar en Espa?a. Es lo que intent¨® siempre mi padre¡±, dice, admitiendo en esa ambici¨®n la importante ayuda de Mauricio Casals, maquiav¨¦lico asesor en la sombra, ¡°el pr¨ªncipe de las tinieblas¡±, como le conocen en el c¨ªrculo de los Lara, antiguo profesor de Filosof¨ªa, hermano del dos veces finalista del Planeta Pedro Casals y hombre clave de su progenitor en Madrid, venciendo suspicacias y dando a conocer a la familia.
¡°Viv¨ª tensiones con mi padre como mi padre y su hermano tuvieron con mi abuelo¡±, admite Jos¨¦ Manuel junior. Siete meses despu¨¦s de esas palabras, el 12 de febrero de 2018, ese joven ¡°t¨ªmido, de car¨¢cter complicado¡± fue destituido por Creuheras como consejero delegado del grupo. Todos los hijos de Jos¨¦ Manuel Lara Bosch presentan hoy ¡°un perfil bajo¡± y una ¡°situaci¨®n inc¨®moda¡± en Planeta: ?ngela es periodista en La Raz¨®n; Marta, asesora fiscal; Pablo, responsable de Grandes Publicaciones; Jos¨¦ Manuel es ahora consejero. Fue sustituido por un veterano de la casa de discreci¨®n contrastada, Carlos Fern¨¢ndez, otro buen jugador de bridge. ¡°No, no jugamos al bridge: es demasiado complicado¡±, respondieron entonces al alim¨®n Jos¨¦ Manuel y Pablo.
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