Crist¨®bal, artista de Estampa Popular
Profesor de pl¨¢stica, el pintor fund¨® el grupo de grabadores sevillanos
El 26 de mayo, en plena jornada electoral, fallec¨ªa en Sevilla, a los 80 a?os, Crist¨®bal Aguilar Barea, art¨ªsticamente conocido como Crist¨®bal, componente del Grupo Sevilla Estampa Popular, junto con los tambi¨¦n artistas Francisco Cortijo y Francisco Cuadrado.
En los a?os sesenta, en Madrid, Barcelona, Sevilla, C¨®rdoba o Valencia, distintos n¨²cleos de artistas se propusieron ¡ªcomo indica Juan Manuel Bonet en el cat¨¢logo de una exposici¨®n que el IVAM dedicara a Estampa Popular¡ª ¡°el desarrollo de un arte concebido, por decirlo con la expresi¨®n de Gabriel Celaya, como un arma cargada de futuro, y que para ello se valieron principalmente del grabado¡±. A tal aventura art¨ªstica perteneci¨® Crist¨®bal.
Naci¨® en Sevilla en 1939. Proced¨ªa de una familia popular de Mor¨®n de la Frontera. Juan, su padre, era carpintero, y Josefa, su madre, alfarera. A los 15 a?os ingres¨® en la Escuela Superior de Bellas Artes Santa In¨¦s de Hungr¨ªa, donde aprender¨ªa grabado y estampaci¨®n. En 1958, obtendr¨ªa el pensionado de paisaje para la Residencia El Paular de Segovia. Esta ciudad, Sevilla y Ronda son claves en su decantaci¨®n art¨ªstica y vital; como tambi¨¦n Par¨ªs, donde aprende litograf¨ªa y xilograf¨ªa con el grabador manchego Jos¨¦ Ortega, all¨ª exiliado.
Cortijo, Cuadrado y Crist¨®bal fundan en 1960 el Grupo Sevilla de grabadores de Estampa Popular, que realiza diversas exposiciones, edita varias carpetas de grabados y entra en contacto con artistas y poetas que, desde posiciones de realismo social y cr¨ªtico, participan en la lucha antifranquista. Tal grupo se disuelve en 1962 y Crist¨®bal funda ese mismo a?o Estampa Popular de Sevilla, con otros grabadores.
En 1964, Crist¨®bal se marcha a Ronda, como profesor del Patronato Militar. Pasa en 1969 al instituto P¨¦rez de Guzm¨¢n hasta 1977, en que se traslada a Sevilla, como profesor de pl¨¢stica en los institutos Gustavo Adolfo B¨¦cquer y Antonio Machado, hasta su jubilaci¨®n en el a?o 2000. Crist¨®bal ha desarrollado hasta su muerte una obra art¨ªstica de una gran coherencia, de modo minucioso, dentro de un realismo l¨ªrico, en la estela de Ram¨®n Gaya o de Antonio L¨®pez. Su delicadeza en el dibujo y la composici¨®n hace que sus paisajes y enclaves espa?oles, tipos humanos y otros motivos adquieran una intensa vibraci¨®n emotiva en el alma de quienes los contemplan.
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