El algoritmo del musical familiar

Desde hace algo m¨¢s de una d¨¦cada Disney Channel ha ido imponiendo un modelo de pel¨ªcula familiar e infantil con unas particularidades tan marcadas que a veces parecen historias creadas por un algoritmo: diversidad de razas y edades, actitud levemente traviesa dentro de un conservadurismo bajo control, fuerte presencia de la m¨²sica, ense?anza social y moral dentro de unos par¨¢metros donde lo esencial es la defensa de la familia y, claro, desenlace feliz.

Un prototipo que ha creado escuela en el mundo occidental en series y pel¨ªculas mejor o peor producidas, pero siempre con la vista puesta en sus personajes, sus estructuras y, principalmente, su tono. Y aqu¨ª est¨¢ la noruega Los Bando para confirmarlo, quiz¨¢ con un grado de atrevimiento mayor en las actitudes de los cr¨ªos protagonistas, pero sin forzar una m¨¢quina lejos de la revoluci¨®n, en un producto que al fin y al cabo est¨¢ dirigido para ver en familia o por ni?os y ni?as al borde de la adolescencia, esa edad en la que ya empiezan a mirar a sus padres con cierta ojeriza si se les molesta o pretende dirigir en sus ratos de ocio.

Road movie con inevitable trayecto moral para sus cuatro protagonistas, tres chicos y una chica de entre 9 y 17 a?os (una violonchelista, un guitarrista, un baterista y un aspirante a conductor de rallies para conducir la furgoneta, todo perfecto), que viajan por media Noruega para presentarse a un concurso juvenil de rock, Los Bando contiene unas estimables canciones, est¨¢ bien producida y su tono est¨¢ lejos de la grima que demasiadas veces va a asociada a este tipo de pel¨ªcula. Las ense?anzas para los hijos son quiz¨¢ demasiado obvias, pero no sobran, y los personajes m¨¢s negativos son los padres, como debe ser. Al final aprenden todos, tocan en el concurso, se encuentran a s¨ª mismos y no se disparan las dosis de az¨²car. El algoritmo ha vuelto a funcionar.