40 a?os en busca del octavo pasajero
Un documental en el festival de Edimburgo analiza or¨ªgenes, claves e impacto de 'Alien', la c¨¦lebre pel¨ªcula de Ridley Scott
Faltaba algo y Dan O¡¯Bannon lo sab¨ªa. Sin embargo, no consegu¨ªa descubrir qu¨¦. Una y otra vez, su borrador se estrellaba contra la p¨¢gina 29: m¨¢s all¨¢, solo hab¨ªa niebla. Memory, el proyecto que escribi¨® en 1971, hablaba de un grupo de astronautas que viaja por el espacio. Cuando su nave recibe una se?al, investigan su procedencia. Aterrizan en un planeta que acaba influyendo sobre ellos. Y punto. El filme no pod¨ªa terminar ah¨ª, pero O¡¯Bannon no ve¨ªa la salida. Por lo menos, el huevo embrionario de Alien, el octavo pasajero estaba colocado: solo necesitaba que se acercara una buena idea para asaltarla.
Intervino, entonces, un tr¨ªo peculiar. El morbo de Crohn, que O¡¯Bannon comenz¨® a padecer, le dio dolores casi mortales pero tambi¨¦n una inspiraci¨®n. Su pasi¨®n por los insectos llev¨® su mente hacia las avispas par¨¢sitas. Finalmente, comparti¨® sus ocurrencias con su amigo y guionista Ronald Shusett. Pocos d¨ªas despu¨¦s, este aport¨® la luz: ¡°?Un alien¨ªgena viola a uno de los astronautas! Salta sobre su cara y le deja su semilla¡°. Concordaron que, despu¨¦s, emerger¨ªa de su pecho. O¡¯Bannon lo celebr¨®: ¡°Creo que ya lo tenemos todo¡±. El resto es historia.
El propio Shusett lo recuerda en Memory: The Origins of Alien, un documental de Alexandre O. Philippe que se proyecta estos d¨ªas en el festival de cine de Edimburgo ¨Cal que este diario ha sido invitado por la organizaci¨®n-. El filme pone la lupa sobre la g¨¦nesis y el impacto de la obra maestra de Ridley Scott, de cuyo estreno se cumplen 40 a?os. A trav¨¦s de entrevistas con miembros del equipo original y expertos, v¨ªdeos de archivo de O¡¯Bannon o H. R. Giger, el artista que ide¨® el aspecto del xenomorfo ¨Cya fallecidos ambos-, y fragmentos del guion, Memory: The Origins of Alien analiza las claves que contribuyeron a forjar el mito. Se subraya la influencia de Lovecraft, de las furias de la mitolog¨ªa griega, de filmes como El enigma de otro mundo o Terror en el espacio, o del c¨®mic Semillas de J¨²piter. O se rememora cuando Scott se encerr¨® en un cuarto a leer el guion y desde fuera solo se le escuchaba repitiendo: ¡°?Joder!¡±, ¡°?Joder!¡±.
Y eso que, antes que los tripulantes de la Nostromo, muchos intentaron abatir a Alien. O¡¯Bannon y Shusett necesitaban un dinero que nadie estaba dispuesto a darles, por m¨¢s que vendieran su obra como ¡°Tibur¨®n, en el espacio¡±. Aquello era distinto y daba v¨¦rtigo a los inversores. Finalmente, tras demasiados noes, apareci¨® la compa?¨ªa Brandywine. Aunque sus responsables metieron mano al guion, chocando con los creadores originales. El propio Shusett les reconoce sin embargo que introducir el androide Ash fue brillante.
Las conexiones de Brandywine con Fox, que hab¨ªa rechazado el proyecto, y sobre todo el ¨¦xito en taquilla de Star Wars en 1977, subieron a bordo tambi¨¦n a la major. O¡¯Bannon fue descartado para la direcci¨®n, que recay¨® en un joven que hab¨ªa asombrado a la industria con Los duelistas. A Ridley Scott se debe tambi¨¦n mucho de la leyenda de Alien: su ritmo lento ¨C¡°durante 45 minutos no ocurre nada¡±, defiende un experto en el documental-, las apariciones m¨ªnimas del xenomorfo ¨Capenas cuatro minutos-, la incomodidad constante, las repetidas alusiones sexuales. En Memory, se cuenta que Scott, aburrido ante las dudas de Fox, dibuj¨® todo el storyboard de la pel¨ªcula. Cuando lo entreg¨® a la compa?¨ªa, le duplicaron el presupuesto, hasta superar los ocho millones de d¨®lares. El tr¨ªo decisivo fue completado por H. R. Giger, quien dibuj¨® las inquietantes formas de Alien, inspir¨¢ndose, entre otras cosas, en Tres estudios para figuras en la base de una crucifixi¨®n, de Francis Bacon.
De ah¨ª Giger sac¨®, en parte, la forma de la criatura en la secuencia del pecho. Para Ridley Scott, de aquel momento depend¨ªa todo el filme. Tanto que el reparto hubo de esperar en otra sala, durante horas, a que el plat¨® estuviera listo, incluida la marioneta que deb¨ªa romper las entra?as y la camiseta de Kane. Los int¨¦rpretes sab¨ªan a grandes rasgos qu¨¦ ocurrir¨ªa, pero su reacci¨®n de sorpresa es tan real como el disgustoso olor que inundaba la habitaci¨®n. Veronica Cartwright, que interpretaba a Lambert, recuerda que se vio de golpe empapada de sangre, y hasta se resbal¨®. Yaphet Kotto (Parker) se pas¨® la tarde sin hablar con nadie.
Desde entonces, sin embargo, millones de cin¨¦filos han debatido sobre ello. Y sobre el filme. Una estudiosa afirma en Memory que ¡°Alien va de la culpabilidad de la sociedad patriarcal: la fantas¨ªa del embarazo masculino, la penetraci¨®n, la violaci¨®n¡¡±. La cineasta Axelle Carolyn recuerda la casualidad de que Ripley fuera una mujer ¨CO¡¯Bannon escribi¨® los personajes sin especificar su sexo- pero destaca: ¡°Es delirante que no tengamos tantos papeles femeninos tan buenos¡±. Otros entrevistados de Memory ven una cr¨ªtica al imperialismo (el mismo a?o en que se estren¨® Apocalypse Now) o la reflexi¨®n sobre la clase obrera. Al fin y al cabo, Alien no habla de princesas y caballeros: se centra en trabajadores, que se llaman por sus apellidos, cumplen ¨®rdenes y luchan por sobrevivir. ¡°Es un filme realista¡±, se atreve uno de los entrevistados de Memory. ¡°Star Wars nunca ser¨ªa posible. Alien, en un futuro, s¨ª¡±. Cuesta considerarla una buena noticia.
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