M¨¤xim Huerta: ¡°Todos merecemos equivocarnos, resurgir, probarnos. Una segunda oportunidad¡±
El periodista y escritor regresa a la televisi¨®n tras su dimisi¨®n como ministro de Cultura y Deporte con el magac¨ªn 'A partir de hoy'
M¨¤xim Huerta (Valencia, 1971) prepara su regreso al medio que le dio a conocer, la televisi¨®n, tras el suceso que le hizo famoso: su dimisi¨®n como ministro de Cultura y Deporte el 13 de julio de 2018, seis d¨ªas despu¨¦s de haber sido nombrado por el entonces reci¨¦n investido presidente Pedro S¨¢nchez. Huerta respond¨ªa as¨ª a la noticia de que, entre 2006 y 2008, hab¨ªa pagado sus impuestos a trav¨¦s de una sociedad. Hace unas semanas, y tras casi un a?o de aislamiento voluntario, en el que ha publicado un libro, Intimidad improvisada, y poco m¨¢s, el periodista anunci¨® que volv¨ªa con magac¨ªn de verano en La 1, A partir de hoy. As¨ª, este periodista, curtido tanto en la prensa local valenciana como en los informativos de Telecinco, retoma la experiencia de casi diez a?os en la mesa de El programa de Ana Rosa.
P. ?Por qu¨¦ le pareci¨® que volver al p¨²blico con un programa en RTVE ser¨ªa buena idea?
R. Tuve un mont¨®n de propuestas, m¨¢s que nunca, en los ¨²ltimos a?os. Si me gusta una, la acepto. Lo que me gust¨® de esta es que es un programa matinal sin sucesos ni pol¨ªtica; o sea, hablar de las cosas normales de la vida, de actualidad, desde un tono elegante y divertido. Un sue?o de programa. Este pa¨ªs est¨¢ lleno de fuego, de declaraciones, de hablar por hablar. Creo que debemos bajar el tempo y la fuerza del gas.
P. Desde que salt¨® la noticia de su regreso, se ha publicado su sueldo (46.800 euros por un trabajo de dos meses, algo que por otro lado cae en la media de un presentador del ente p¨²blico). Otro medio, las enfermedades que ha sufrido desde que dej¨® el ministerio. ?Preve¨ªa algo as¨ª cuando decidi¨® volver a asomar la cabeza?
R. No es lo malo que lo hagan y no me quita el sue?o. No es lo mismo la tensi¨®n de hace a?o que la de ahora, como tampoco es lo mismo la atenci¨®n de hace un a?o que la de ahora.
P. ?Ha le¨ªdo que en los mentideros se considera este programa como una recompensa del Gobierno por su discreci¨®n?
R. No tengo que justificarme. He estado 20 a?os en televisi¨®n, he trabajado en la RTVE de Rajoy y en el Canal Nou de Zaplana y Camps. Decir eso es una osad¨ªa.
P. ?Pens¨® si habr¨ªa alg¨²n lugar m¨¢s elegante al que volver que RTVE?
R. ?C¨®mo justifico volver a mi trabajo, a lo que he hecho siempre? No me he ido a dirigir el Instituto Cervantes de Nueva York, o de Tokio, lo cual s¨ª ser¨ªa una recompensa. He pasado 20 a?os en televisi¨®n. Podr¨ªa volver a escribir libros, con los que me va muy bien y disfruto. Pero vuelvo a lo que he hecho siempre, a la televisi¨®n, que es un lugar fascinante. Creo que eso le resuelve cualquier duda a cualquier mente malintencionada.
P. ?Llegar¨¢ el d¨ªa en el que dejen de escrutarle?
R. A m¨ª no me importa que me recuerden que he sido ministro de Cultura y Deporte. Volver¨ªa a decir que s¨ª si me lo propusiesen. Que me recuerden que estuve en el ministerio me gusta.
P. Pero le pasan por el rodillo.
R. S¨¦ que todo se cuestiona y se mira m¨¢s, pero el pulso de la calle siempre es bueno. Las dos Espa?as no son aquellas de las que hablamos siempre: es una en los medios y en las redes, y otra, que se nos est¨¢ olvidando, en la calle. Esa es muy generosa conmigo. El p¨²blico general no es tonto. De eso me he dado cuenta en este periodo de mirar. La calle no tiene esos prejuicios. Tambi¨¦n creo que prestamos demasiada atenci¨®n a cuatro hashtags. Hay que mirar m¨¢s a la calle. Ir al metro, al bar, a la plaza, a ver lo que se habla, no a tirarnos al sof¨¢ a leer tuits. Ves titulares como ¡°Espa?a arde con este tema¡±. Y son dos mil comentando. En Espa?a somos 47 millones de personas.
P. ?Considera sobrevaloradas las redes sociales?
R. Hay que volver a los medios; a los hechos y no las opiniones, a elpais.com y no redsocial.com. Estamos creando una sociedad de gente que repite mantras y consignas de otro. Repetir la opini¨®n de los popes de Twitter nos hace perezosos, lacios.
P. ?Qu¨¦ m¨¢s ha aprendido en este periodo ¡°de mirar¡±?
R. Que me preocupa m¨¢s la salud de mis amigos y familiares que otra cosa. Vivo en un constante 22 de diciembre: lo importante es la salud. Mi padre muri¨® hace casi dos a?os y ah¨ª es cuando dices ¡°ya est¨¢, no he venido aqu¨ª a pasar a la historia, sino a disfrutar¡±.
P. Ese periodo de digesti¨®n de sus seis d¨ªas de ministro le llev¨®, seg¨²n cuenta usted, a sufrir agorafobia.
R. No pod¨ªa venir a Madrid. Me sent¨ªa mejor en mi microcosmos. Luego vine y me di cuenta de que me echaban de menos. El miedo, todos los miedos, est¨¢ en ti. Pero vamos, estaba mejor en mi pueblo con mi madre, mi perra y mi novela. Quiz¨¢ porque yo soy de pueblo.
P. ?Siente que le cuesta esta segunda oportunidad?
R. Todos merecemos una segunda oportunidad, estar felices en nuestro trabajo y todos merecemos que nos vaya bien, yo, mi amiga la camarera y t¨². Merecemos equivocarnos, resurgir, probarnos. Errores y aciertos, eso es la vida.
P. Tambi¨¦n le cuesta que le recuerden menos por su trabajo presentando el coraz¨®n con Ana Rosa y m¨¢s por estar al frente de los informativos de Telecinco.
R. No pasa nada. Yo s¨¦ mi biograf¨ªa. Tener que justificarme es agotador. He hecho prensa comarcal, local, redactor en Canal Nou, jefe de pol¨ªtica. El 11-S me pill¨® en la redacci¨®n, de presentador. He sido corresponsal. ?Quieren recordarme como presentador del coraz¨®n? No me importa.
P. En el programa y en su ¨²ltimo libro se ha cambiado el nombre, de M¨¤xim a M¨¢ximo, lo cual da una sensaci¨®n de ruptura con el pasado.
R. Me pusieron M¨¤xim cuando empec¨¦ en televisi¨®n, porque as¨ª valencianizabas, era hacer pa¨ªs, fer pa¨ªs. Yo soy M¨¢ximo desde 1971 y no me import¨® aquel cambio. Pero vengo de una racha en la que he estado como un avi¨®n sin pista de aterrizaje y mi familia ha sido mi pista. As¨ª que recuperar la o para el resto ha sido raro, pero para m¨ª ha sido lo normal. M¨¢ximo es mi nombre en el DNI, en los billetes de avi¨®n, de tren, en la tarjeta de cr¨¦dito, en los correos electr¨®nicos. Para m¨ª no ha habido cambio. Adem¨¢s, la gente nunca aprendi¨® a pronunciar M¨¤xim [en valenciano se dir¨ªa M¨¢xim, cuando a ¨¦l se le llama Max¨ªm, como el nombre franc¨¦s].
P. Parece que intenta abrir una nueva ¨¦poca.
R. S¨ª, no s¨¦, como quieras. A m¨ª me apetec¨ªa. Mi padre muri¨® hace casi dos a?os y me apetec¨ªa recuperarme. ?Es una segunda etapa? Pues ojal¨¢.
P. Entre el cambio de nombre y el t¨ªtulo de su programa, A partir de hoy¡
R. Bueno, es que reinventarse es san¨ªsimo.
P. ?Siente que con este retorno tiene algo que demostrar?
R. Entiendo que se me cuestione mucho m¨¢s. Si yo estuviese en el otro lado, tambi¨¦n entender¨ªa que anden pendientes lo que hago.
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