Paquita Salas en el coraz¨®n

Ay, Paca. Qu¨¦ poco nos has durado, otra vez. Qu¨¦ cortas se hacen siempre tus temporadas y qu¨¦ rotos nos dejas cuando te marchas. Esta vez un poco menos porque nos dejas con un haz de esperanza que ilumina el drama de las supervivientes. Paquita Salas es una superviviente que al final de la segunda temporada ten¨ªa el valor de reconocer su derrota. La brillante tercera temporada es la resurrecci¨®n de Paquita, su reinvenci¨®n despu¨¦s de tocar fondo. La mejor temporada de la serie. Y posiblemente una de las mejores temporadas que veremos este a?o en Espa?a.

Los Javis sacan oro a los personajes que han creado y a los actores (sobre todo, actrices) que los interpretan. No solo a Paquita / Brays Efe. Tambi¨¦n a Mag¨¹i, a Lidi, a Noem¨ª, a Belinda. Disparan referencias pop a toda velocidad y uno no se puede despistar o se pierde la siguiente gran frase tuiteable. Paquita Salas es una sucesi¨®n de memes, s¨ª. Pero detr¨¢s se esconden reflexiones importantes. Para empezar, esconde mucho drama y mucha comedia, muchas l¨¢grimas, mucha vida. Y muchas reflexiones sobre lo que somos y lo que hacemos a los dem¨¢s, sobre injusticias que se camuflan en la marabunta. "Son haters porque los llam¨¢is vosotros as¨ª, yo no los llamo haters, los llamo hijos de puta".

Como los grandes productos culturales, Paquita Salas nos hace sentir y pensar poni¨¦ndonos ante nuestras propias miserias (y grandezas). Exprime a sus actrices y saca oro de los cameos. Y entre carcajada y carcajada, nos lleva a Bernarda Alba y a unos di¨¢logos y mon¨®logos que te rompen en cachitos. "?No te cansas de guardarte todo para ti? Porque yo s¨ª", confiesa una vecina de Navarrete a Paquita, que decide afrontar la realidad y dar la cara.

Y as¨ª nos dejan preparados para ese episodio final que, en su giro definitivo, cuenta con [spoiler si no lo has visto todav¨ªa] Anna Allen para dar vida a una actriz que interpreta a una mujer basada en su propia vida. Metatelevisi¨®n. Metacultura pop. El discurso mirando a c¨¢mara de Allen nos lo dice a nosotros directamente, se desnuda emocionalmente y retuerce la ficci¨®n y la realidad para terminar siendo todav¨ªa m¨¢s real. Contando su historia se sana, porque "lo que no se esconde, no duele", como dice el personaje de Anna Castillo.

Paquita Salas nos llega al coraz¨®n de muchas formas. Nos llega porque nos divierte, porque nos recuerda a gente, porque nos recuerda a nosotros mismos. Porque nos hace llorar. Porque la entendemos. Porque la vida es caer y levantarse. Si no, que se lo digan a Belinda Washington. "Dedo dedito, dedi ded¨®n".

Si este fuera el final de Paquita Salas, maravilloso. Y si hubiera m¨¢s, ?ma-ra-vi-llo-so! (l¨¦ase con la voz de Isabel Pantoja, quien, por cierto, pone voz a la canci¨®n de la cabecera de la serie en esta temporada). En cualquier caso, el aplauso en pie ya lo tienen.