Jos¨¦ Gonz¨¢lez baja la temperatura
El cantautor sueco llena el aforo del Teatro Lara con un concierto ¨ªntimo y relajado en plena ola de calor
Una guitarra ac¨²stica y poco m¨¢s: un teatro del siglo XIX. De fondo, una tela con algunas siluetas recortadas. A saber: unas monta?as, un sol y un planeta que cambiaban de color a voluntad de la luz. El minimalismo de la escenograf¨ªa fue un reflejo de la sencillez que contiene la m¨²sica de Jos¨¦ Gonz¨¢lez, un concierto de pulsaciones bajas adecuado para una ola de calor que se despleg¨® este jueves en el Teatro Lara muy tranquilo, bastante calmado. Frente a ¨¦l, lo m¨¢s inusual: el p¨²blico sentado.
El cantautor sueco desenvolvi¨® ante las 500 personas que asistieron 23 canciones iguales no por id¨¦nticas sino por coherentes. Una base de acordes lis¨¦rgicos le permiti¨® atrapar al p¨²blico y transportarle sin altibajos, con una cadencia hipn¨®tica. Si acaso, la primera parte del concierto, el tramo en el que brill¨® Down The Line, alcanz¨® su punto ¨¢lgido con la interpretaci¨®n de What Will Be, una explosi¨®n de colores en el escenario que se tradujo en una actuaci¨®n de alto voltaje.
La escenograf¨ªa y el pedal bajo el pie derecho de Gonz¨¢lez marcaron el tempo del concierto. ¡°En esta canci¨®n estaba pensando en la cueva de Plat¨®n¡ Y el iluminismo¡±, confes¨® el cantautor para presentar?Leaf off / The Cave. Antes, complet¨® The Forest con lo m¨¢s parecido a un solo que contempla su repertorio, un mon¨®logo final de guitarra dign¨ªsimo y entregado a la velocidad cada vez m¨¢s alta con la que punteaba las cuerdas. Melod¨ªas y estructuras con una l¨®gica propia que el p¨²blico no puede tratar de entender.
Encorvado en su silla, impasible a alg¨²n despiste que le oblig¨® a retomar m¨¢s de una canci¨®n, las transiciones entre temas fueron el ¨²nico momento en el que se romp¨ªa el reposo que imbu¨ªa a los asistentes el folk ¨ªntimo del cantautor sueco de origen argentino. "Tengo una hija, nos dormimos a las 21", brome¨® pasadas las 23 horas para terminar de completar el personaje
Tras un tramo de canciones cautivadoras en el que destac¨® Stories we tell, stories we build, un apartado instrumental dej¨® paso a la pausa de rigor. Entonces, el p¨²blico lanz¨® los aplausos m¨¢s entusiasmados para recibir el arre¨®n final: Crosses, Heartbeats?y Teardrops, la versi¨®n de los ingleses Massive Attack. Jos¨¦ Gonz¨¢lez no cede a la tentaci¨®n de experimentar en directo; en vez de eso, ha profundizado en un universo propio que absorbe a sus seguidores.
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