Albarr¨¢n Cabrera: ¡°La belleza es lo que permite soportar la dureza de vivir¡±
La publicaci¨®n de la pareja art¨ªstica ha sido premiada como mejor libro de fotograf¨ªa nacional de PHotoEspa?a 2019
¡°Cada vez que recordamos un acontecimiento, lo cambiamos¡±, escriben Anna Cabrera (1969, Sevilla) y ?ngel Albarr¨¢n (1969, Barcelona) en la introducci¨®n de su ¨²ltimo fotolibro, Remembering the Future. Esta delicada aproximaci¨®n a la configuraci¨®n visual de nuestra memoria ha recibido el premio al mejor libro de fotograf¨ªa de la ¨²ltima edici¨®n de PhotoESPA?A, dentro de la categor¨ªa nacional. Publicada por RM, nos acerca a un exquisito universo po¨¦tico donde la belleza predomina en un mundo natural destinado a dar forma a los recuerdos del pasado y a los sue?os del futuro.
Los recuerdos nos forman como seres humanos y generan una identidad. Bajo esta premisa la pareja de autores indaga en temas que son recurrentes en su trayectoria: el tiempo, el espacio y el ser. Vertebrados a trav¨¦s de una b¨²squeda continuada de lo bello y de su tendencia a la experimentaci¨®n, dejan ver una clara influencia de la est¨¦tica y el pensamiento oriental. La memoria recreada no es una representaci¨®n precisa de un acontecimiento, sino por el contrario suele ser bastante defectuosa. ¡°De la misma forma, pensar en el futuro es una de las principales caracter¨ªsticas del ser humano y al hacerlo realizamos el mismo trabajo mental que al memorizar. Recordamos el futuro que a¨²n est¨¢ por llegar. Estas dos actividades, recordar el pasado y el futuro, est¨¢n profundamente conectadas y nunca cesan. Las practicamos a lo largo de toda nuestra vida como una forma, m¨¢s o menos consciente, de definir nuestro mundo¡±, apuntan.
La primera imagen que abre el libro guarda una gran similitud con la imagen que lo cierra. Lo mismo ocurre con la segunda y la pen¨²ltima. ¡°Un oriental abrir¨¢ el libro por atr¨¢s, y al terminarlo tendr¨¢ una experiencia visual distinta de la de un occidental que empieza el libro por el otro lado¡±, explica ?ngel. ¡°Al llegar a la mitad del libro el lector empezar¨¢ a pensar que las im¨¢genes que siguen son parecidas a las ya vistas. Si es japon¨¦s, la primera parte es la original, y la segunda la recordada¡±. La idea de que la manera de ver el mundo puede estar influenciada por variables como podr¨ªa ser la forma en la que se aborda la lectura de un libro queda claramente impl¨ªcita. ¡°Uno reacciona ante una imagen en relaci¨®n a la informaci¨®n que esta guarda? sobre su cultura y sobre lo que lleva aprendido. Uno no se queda con una imagen sino con una sensaci¨®n¡±, destaca Albarr¨¢n.
Se conocieron hace treinta a?os. Formados en campos muy distintos -ella es fil¨®loga, ¨¦l ingeniero y matem¨¢tico-, encontraron en la fotograf¨ªa un terreno en com¨²n, as¨ª como un medio a trav¨¦s del cual entender la realidad que les rodea. De esta suerte, formaron un t¨¢ndem art¨ªstico donde han conseguido aunar distintas formas de ver y percibir enriqueci¨¦ndose mutuamente y dando lugar a una compacta obra final donde la autor¨ªa individual, algo tan af¨ªn al quehacer art¨ªstico se difumina. ¡°Fotografiamos en los mismos lugares, pero cada uno a su aire¡±, explica Albarr¨¢n. ¡°Recopilamos todo el material y entre los dos valoramos las posibilidades que tiene cada fotograf¨ªa para explicar lo que tenemos en mente. Una vez que decidimos qu¨¦ im¨¢genes utilizar, pasamos al laboratorio donde las tareas son compartidas. Desde el principio comprendimos que tiene m¨¢s sentido firmar como si fu¨¦ramos solo un fot¨®grafo¡±. Su participaci¨®n en el festival Unseen de 2015,?en ?msterdam, marc¨® un antes y un despu¨¦s en su trayectoria, y hasta la fecha su obra ha tenido mucha m¨¢s repercusi¨®n en el extranjero que en Espa?a.
Viajan de forma continuada a Jap¨®n, de donde han adoptado muchas ideas. ¡°En Occidente todo emana de la luz, mientras que en la cultura oriental es de la oscuridad de donde sale todo, y en la luz no hay nada¡±, explica Cabrera. De ah¨ª ese juego de mostrar o no mostrar, que importe tanto lo que se ve como lo que se intuye ?as¨ª nos encontramos im¨¢genes donde en la oscuridad uno distingue parte de un pez, mientras que en la luz no vemos nada. ¡°Nos gusta el misterio. Lo que se intuye pero no se puede explicar de ninguna forma. Jugar con la idea introducida por la psicolog¨ªa de la Gestalt por la que partiendo de unos puntos sobre una superficie lisa? el ser humano con su imaginario acaba construyendo una imagen. As¨ª, en muchas de las im¨¢genes hay mucha proporci¨®n donde no hay nada, para que cada persona, dependiendo de su imaginario, cultural, o visual, o de sus conocimientos acabe de completar la imagen. Si muestras a alguien todo, es m¨¢s f¨¢cil pasar de una p¨¢gina a otra. Siempre hay que dejar algo por hacer para que la persona se enganche¡±.
¡°La belleza es algo que hoy en d¨ªa no est¨¢ en boga¡±, apunta Cabrera, ¡°es como si lo bello fuese banal. Como cuando se asocia una mujer guapa y con un bonito cuerpo con una mujer vac¨ªa. Hay que luchar contra eso¡±. De ah¨ª que consideren que, en cierto sentido su obra va a contracorriente, ya que cada una de las im¨¢genes que componen el libro merece el calificativo de bella. ¡°Es importante ense?ar la imagen de un ni?o muerto en la playa, pero tambi¨¦n la de un bello ¨¢rbol. La belleza es la ¨²nica cosa que nos permite soportar la dureza de vivir¡±, matiza Albarr¨¢n.
La obra es una eleg¨ªa a la naturaleza en estado puro y una alerta ante nuestra tendencia al antropocentrismo. Sus paisajes est¨¢n poblados por animales. Solo nos encontramos como una figura humana de espaldas, casi al final del libro. Curiosamente, muchas de las fotos han sido tomadas en distintos parques de Barcelona y de Tokio. ¡°Nos hace falta volver a la madre naturaleza¡±, afirma Cabrera. ¡°Pensamos que el hombre est¨¢ por encima de la naturaleza, y no es as¨ª¡±. ¡°La naturaleza est¨¢ ah¨ª, lo que hacemos con las ciudades es taparla¡±, a?ade Albarr¨¢n.¡± Observamos a la naturaleza por un lado y al hombre por otro. Nos hemos desvinculado del? mundo natural¡±.
Su talante experimental se manifiesta en la variedad de t¨¦cnicas que utilizan para crear su obra. Han experimentado con procesos como el platino/paladio, la cianotipia, la impresi¨®n digital, la gelatina de plata, o el chorro de tinta ¡°Al principio trabaj¨¢bamos en blanco y negro. Cuando nos pasamos al color utiliz¨¢bamos el papel cibachrome, pero este ya no existe. Probamos con el chorro de tinta, y no contentos con el aspecto conseguido, pasamos dos a?os buscando la forma de imprimir. La encontramos inspir¨¢ndonos en los artesanos japoneses que pintan sobre seda montada en pan de oro¡±, cuenta Albarr¨¢n. ¡°Para nosotros es muy importante la sensaci¨®n de tacto. Cuando generamos una imagen queremos que se exprese no solo como tal sino tambi¨¦n como objeto¡±.
Dicen que un noventa por ciento de su tiempo lo dedican a investigar, ¡°sobre el mundo, sobre c¨®mo aprendemos, sobre c¨®mo funcionamos, sobre c¨®mo nos comportamos... De ah¨ª surgen las ideas de qu¨¦ fotografiar. Vemos muchas im¨¢genes. Mucha pintura. La pintura crea un objeto dentro de un campo en blanco, mientras que nosotros ya tenemos el objeto y tenemos que hacer el corte. Lo que nos ayuda a dar ese corte es ese archivo de im¨¢genes de obras de arte acumulado¡±.
Remembering the Future.?Anna Cabrera & ?ngel Albarr¨¢n. Editorial RM. 64 p¨¢ginas. 55 euros.
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