Meditando con Leonardo da Vinci en el MET
Los Museos Vaticanos prestan a la instituci¨®n neoyorquina el 'San Jer¨®nimo' para celebrar de una manera especial el quinto centenario de su muerte
Cada museo del mundo tiene una manera de conmemorar los 500 a?os de la muerte de Leonardo da Vinci. El Metropolitan de Nueva York opta por una muy diferente: una exposici¨®n con una ¨²nica obra expuesta en un espacio simple, sobrio y oscuro, recreando una capilla a modo santuario, con una sola r¨¢faga de luz dram¨¢tica que invita a la meditaci¨®n. La pintura elegida es el boceto de San Jer¨®nimo, una de las m¨¢s enigm¨¢ticas del genio del Renacimiento.
¡°Es lo que se merece un artista y un trabajo tan extraordinario¡±, se?ala Max Hollein, director del MET. Este trabajo de Leonardo da Vinci, cedido por los Museos Vaticanos, a?ade, ¡°no est¨¢ acabado, pero se puede decir que es una obra maestra¡±. Es precisamente que sea un boceto lo que invita al p¨²blico a meterse en su mente e imaginar otras pinturas o explorar su amplio conocimiento sobre la anatom¨ªa del cuerpo humano.
Solo hay seis lienzos conocidos de Leonardo cuya autenticidad no se cuestiona y San Jer¨®nimo es uno de ellos. Ya se expone al p¨²blico en la pinacoteca Vaticana junto a otros grandes maestros. La leyenda cuenta que la encontr¨® por casualidad el t¨ªo de Napole¨®n, el cardenal Joseph Fesch. Estaba separada en fragmentos. Observ¨¢ndola con infrarrojos pueden verse las divisiones en la tabla. Pio IX (1846-1878) fue el ¨²ltimo que la adquiri¨® tras cambiar varias veces de due?o.
La obra muestra a un Jer¨®nimo penitente, anciano, demacrado y sin dientes, arrodillado mientras reza mirando a un crucifijo. La cara y los gestos transmiten las teor¨ªas revolucionarias de Leonardo sobre la fisonom¨ªa humana y la psicolog¨ªa de la expresi¨®n.?Reclinado ante el santo hay un le¨®n. Que no est¨¦ terminada revela que al artista le gustaba experimentar con diferentes t¨¦cnicas.
La presentaci¨®n busca, en paralelo, poner en evidencia la dimensi¨®n contemplativa y solemne de la pintura que buscaba el propio Leonardo. ¡°Es la m¨¢s personal y espiritual de las pinturas hechas por las manos de Leonardo¡±, explica Carmen Bambach, la curadora, que lleva 24 a?os estudiando al artista. ¡°Los gestos y el cuerpo comunican los accidentes mentales y las pasiones del alma¡±, dice.
Geomotr¨ªa y alma
La geometr¨ªa era para Leonardo el perfecto ejemplo de algo tan abstracto como el alma. Al referirse al proceso creativo, Bambach se?ala la ¨²nica parte de la composici¨®n donde hay color. Ah¨ª se puede observar la huella dactilar del maestro. ¡°Usaba los dedos para unificar tonos¡±, explica al tiempo que describe el le¨®n sin acabar que est¨¢ a los pies como ¡°la puerta de entrada¡± a la obra.
La ejecuci¨®n de la pintura es desigual. Leonardo prestaba gran atenci¨®n a las partes de la anatom¨ªa que m¨¢s le interesaban, como la cabeza, el cuello y los hombros, muy detallados en el santo. Sin embargo, deja partes del torso en la sombra y sin definir. La elegante silueta del le¨®n la hace especialmente poderosa. ¡°Pocas pinturas crean una reacci¨®n psicol¨®gica tan fuerte¡±, valora Bambach.
La muestra se inaugura el pr¨®ximo 15 de julio hasta el 6 de octubre. Se impartir¨¢n, adem¨¢s, tres lecturas. Una por parte de la propia curadora el 19 de julio y otra de Barbara Jatta, directora de los Museos Vaticanos, el 20 de septiembre. ¡°Hay muchos misterios sobre Leonardo que deben clarificarse y muchas preguntas se quedar¨¢n sin respuesta¡±, concluye Bambach.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.