Lope de Vega a 50 kil¨®metros por hora
El Festival de Almagro propone una versi¨®n de ¡®El perro del hortelano¡¯ dentro de un coche con la pareja protagonista al volante y tres espectadores detr¨¢s
?Qui¨¦n no ha sido alguna vez testigo at¨®nito de una ri?a de pareja dentro de un coche, uno conduciendo y el otro de copiloto, en tensi¨®n creciente hasta el punto de olvidar que hay un convidado de piedra en el asiento de atr¨¢s? Eso es m¨¢s o menos lo que les pasa a los espectadores de una singular propuesta teatral que puede verse este mes en el Festival de Teatro Cl¨¢sico de Almagro. Una bronca de enamorados al volante, con tortazo incluido, pero en verso. Dice ella: ¡°Qu¨¦ poco sabes¡±. Y ¨¦l: ¡°Tan poco / que te siento y no te entiendo, / pues no entiendo tus palabras / y tus bofetones siento. / Si no te quiero te enfadas / y en¨®jaste si te quiero; / escr¨ªbesme si me olvido / y si me acuerdo te ofendo; / pretendes que yo te entienda / y si te entiendo soy necio. / M¨¢tame o dame la vida; / da un medio a tantos extremos¡±.
Los combatientes son la condesa Diana y su criado Teodoro, protagonistas de El perro del hortelano, c¨¦lebre comedia de Lope de Vega. Diana quiere a Teodoro pero no puede casarse con ¨¦l por ser de clase inferior, aunque a la vez es celosa y no permite que otra mujer se le acerque. Ni come ni deja comer, como dice el refr¨¢n que da t¨ªtulo a la obra. Este argumento queda resumido en media hora en la versi¨®n motorizada que se representa en Almagro, realizada por Ignacio Garc¨ªa y dirigida por Jos¨¦ Vicente G¨®mez, en varios pases a lo largo del d¨ªa (s¨¢bados y domingos hasta finales de julio) con solo tres espectadores cada uno. Los que caben en los asientos de atr¨¢s.
La intimidad en el interior del coche es implacable y es imposible no sentirse implicado en la bronca. Casi hay que contenerse para no intervenir, sobre todo cuando los personajes hacen los ¡°apartes¡± t¨ªpicos del teatro cl¨¢sico y susurran confidencias a los espectadores. Diana, gir¨¢ndose muerta de celos, cuchichea cubri¨¦ndose con su abanico: ¡°Despedazarlo quisiera¡±. Y Teodoro, mirando al espejo retrovisor: ¡°?Hay confusi¨®n tan extra?a? / ?Que aquesta mujer me quiera / con pausas, como la fiebre!¡±.
El criado conduce por las calles de Almagro, recoge a la condesa en el palacio de Valdepara¨ªso, la deja en una iglesia, la espera a la vuelta de la esquina, la lleva luego a unos jardines, el convento de San Francisco (hoy convertido en parador) y otros enclaves hist¨®ricos del pueblo. Ella sale y vuelve, cada una de sus entradas en el coche es una escena, a veces coqueta en son de paz, otras con ganas de guerra. Y as¨ª va desarroll¨¢ndose aquella historia de amor y celos que imagin¨® Lope adaptada al mundo actual, entre sem¨¢foros, cinturones de seguridad, pitidos de claxon y hasta alg¨²n atasco. El amor triunfa al final, c¨®mo no, pues esto es una comedia. Teodoro y Diana se besan apasionadamente mientras una melod¨ªa barroca se extiende por todos los altavoces del coche.
El Festival de Almagro ha bautizado esta original experiencia con el t¨ªtulo de El teatro de sus mercedes. Es un juego de palabras que evoca, por un lado, una expresi¨®n de cortes¨ªa que se usaba en el Siglo de Oro y, por otro, la marca de coches que patrocina el certamen. El formato est¨¢ causando sensaci¨®n entre el p¨²blico y parece que se va a convertir en uno de los espect¨¢culos m¨¢s recordados de esta edici¨®n. No es habitual ver un cl¨¢sico a 50 kil¨®metros por hora.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.