El caso de la serie de Netflix que nunca volver¨¢ a ser como todo el mundo la recuerda
La plataforma ha suavizado una escena violenta estrenada en 2017 en respuesta a las quejas de agrupaciones, abriendo un debate lleno de inc¨®gnitas
Netflix ha decidido hacer cambios en una serie que estren¨® en 2017. En el ¨²ltimo cap¨ªtulo de la primera temporada de Por trece razones, la serie que cuenta la historia de una adolescente que se suicida, la protagonista se quita la vida en una ba?era. Originalmente lo hac¨ªa en tres gr¨¢ficos minutos, ahora son unos higi¨¦nicos segundos. Entre medias, dos a?os de protestas de varias asociaciones de prevenci¨®n de suicidios y de espectadores y la publicaci¨®n de informes que muestran que en EE UU el n¨²mero de suicidios entre j¨®venes ha aumentado desde el estreno de la serie. Netflix ha anunciado que estar¨¢ pendiente de posibles copias pirata de Por trece razones para evitar que circulen, de forma que la escena original de la serie ya nunca existir¨¢. Una situaci¨®n que no es del todo in¨¦dita en televisi¨®n pero que en la era del streaming abre un mundo de nuevas posibilidades y peligros. ?Qu¨¦ pasa entonces con las ideas expuestas cuando se estrenaron las series y pel¨ªculas? ?No eran v¨¢lidas? ?Dejan de existir pese a que as¨ª estaban concebidas de inicio?
¡°Es tremendo convertir al consumidor o a ciertos sectores de ese p¨²blico consumidor en una especie de oficina de censura, que pueda hacer saltar las alarmas por cualquier asunto. Aunque en algunos casos la correcci¨®n pol¨ªtica es positiva en el sentido de que refleja una mayor sensibilidad hacia sectores que han sido o invisibilizados o subestimados. Colectivamente hemos ganado otro tipo de sensibilidad o autoconciencia y de repente saltan las alarmas por eso¡±, explica el periodista y escritor Jordi Costa.
Costa tambi¨¦n alerta del peligro de vincular ficci¨®n con realidad: ¡°Establecer relaciones de causa y efecto con la ficci¨®n es muy problem¨¢tico y no podemos tender hacia un futuro de ficciones absolutamente as¨¦pticas que no molesten ni ofendan a nadie, porque una de las funciones del arte precisamente es plantear preguntas inc¨®modas¡±.
Se han cambiado contenidos por todo tipo de razones. Despu¨¦s del 11-S, numerosas pel¨ªculas y series tuvieron que alterar o eliminar secuencias antes de su estreno para evitar referencias a los atentados y a la ca¨ªda de las Torres Gemelas. En cine, ocurri¨® en Armageddon, Spiderman, Men in Black 2; en televisi¨®n, en Friends, los t¨ªtulos de cr¨¦dito de Los Soprano o los de Sexo en Nueva York. ¡°En EE UU hay un museo de la televisi¨®n y estar¨ªa bien que ah¨ª se documentara cuando ha tenido lugar el cambio y por qu¨¦, porque la historia de la censura es tambi¨¦n la historia de la cultura. El momento en el que la censura pasa de ser un ¨®rgano administrativo a ser algo en lo que el usuario puede intervenir, creo que eso dice mucho del momento¡±, comenta el periodista.
El de la serie de Netflix no es el ¨²nico cambio que se ha visto este a?o. HBO retoc¨® secuencias recientes de Juego de tronos porque aparec¨ªan elementos contempor¨¢neos como una taza de papel de una cafeter¨ªa y una botella de agua de pl¨¢stico. El borrado digital lo hicieron en silencio, sin publicitarse. Aunque en esta ocasi¨®n, ese caf¨¦ quedar¨¢ para siempre registrado en decenas de memes que inundaron las redes al poco de detectarse el fallo. En casos como estos, la alteraci¨®n subsana un error, como con la edici¨®n de libros. Pero en tiempos de contenidos por streaming, es imposible acumular ediciones.
Esto ¨²ltimo ocurri¨® con la saga de Star Wars cuando en Espa?a todav¨ªa se la conoc¨ªa por La guerra de las galaxias. En 1997, con motivo del 20 aniversario del primer filme, George Lucas reestren¨® su trilog¨ªa gal¨¢ctica en cines con lo que llam¨® Edici¨®n Especial, que contaba con secuencias retocadas, como la del enfrentamiento entre Han Solo y el cazarrecompensas Greedo, que termina con la muerte de este ¨²ltimo y en la que el h¨¦roe no era el primero en disparar. La correcci¨®n pol¨ªtica enfad¨® a muchos seguidores, que pronto descubrir¨ªan que, desde ese momento, era imposible hacerse con una copia de la pel¨ªcula original y evitar los a?adidos digitales del cineasta salvo que ya la poseyeran en alg¨²n formato casero. Copias de la pel¨ªcula original son ya casi inexistentes excepto si George Lucas tiene alguna en su rancho y la copia que desde 1989 forma parte del archivo del Congreso de EE UU como una reliquia hist¨®rica. ¡°Un caso como el de Lucas es bastante discutible y es injusto que no haya acceso a ese material original, entre otras cosas porque la primera trilog¨ªa de Star Wars era un buen testimonio de c¨®mo estaba el estado de los efectos especiales en esa ¨¦poca. No exist¨ªa la animaci¨®n digital que aplic¨® luego y de repente es tremendo, para el fan y tambi¨¦n para el estudioso del cine, que eso de pronto sea de dif¨ªcil acceso o que pr¨¢cticamente haya desaparecido del mapa¡±, apunta el cr¨ªtico de cine Jordi Costa.
Racismo
A finales de este a?o Disney estrena su plataforma digital con la que har¨¢ frente a Netflix, Amazon, HBO. El contenido que ofrecer¨¢ incluir¨¢ muchas de sus pel¨ªculas hist¨®ricas. Una de ellas ser¨¢ Dumbo. La pel¨ªcula, de 1941, incluye un personaje llamado Jim Crow, que estaba basado en un famoso actor blanco que se pintaba la cara de negro e interpretaba a personajes negros. El t¨¦rmino Jim Crow acab¨® siendo considerado despectivo m¨¢s adelante y Disney decidi¨® subsanar cualquier connotaci¨®n racista eliminando al personaje todo lo posible. Dumbo tambi¨¦n est¨¢ en el archivo hist¨®rico del Congreso desde 2017, lo que permitir¨¢, cuando queden pocas posibilidades de ver la versi¨®n original, apreciar en perspectiva el momento cultural de los a?os cuarenta en comparaci¨®n con el actual.
¡°No se puede convertir el mundo de la ficci¨®n y del arte en una especie de barra libre en la que cualquier colectivo de repente haga saltar las alarmas y la corporaci¨®n, para no ofender a ese sector, inmediatamente corrija lo que haya hecho. En ese sentido, plataformas como Netflix deber¨ªan de proteger m¨¢s el discurso del creador, porque si no, estamos creando una nueva realidad en la que lo que m¨¢s se democratiza son los impulsos directamente censores o intentar regular el discurso de los otros¡±, finaliza Costa.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.