El Chick Corea latino, m¨¢s flamenco que nunca

A pesar de su popularidad y de las alabanzas que recibi¨® en su momento, cuando Chick Corea grab¨® su popular ¨¢lbum My Spanish Heart en 1976, quiz¨¢ faltaba a¨²n cierta consistencia en su relaci¨®n con la m¨²sica de ra¨ªz espa?ola. Las influencias de Corea proven¨ªan m¨¢s de la m¨²sica latina que llevaba dos d¨¦cadas escuchando en los clubes de Nueva York que de una conexi¨®n directa con la matriz de algunos de los ritmos y sonidos que quer¨ªa evocar, empezando por el flamenco, que tan animosamente ha frecuentado de cuando en cuando en las ¨²ltimas d¨¦cadas. Fue de hecho su amigo y compa?ero en Return To Forever Al Di Meola, y no ¨¦l, quien primero reclut¨® a Paco De Luc¨ªa para grabar el apabullante Mediterranean Sundance en su ¨¢lbum Elegant Gypsy meses despu¨¦s de la aparici¨®n de My Spanish Heart, inaugurando una devoci¨®n por el guitarrista que enseguida comparti¨® con Corea.

M¨¢s de 40 a?os despu¨¦s, el pianista ha convertido lo que iba a ser un fugaz proyecto de gira veraniega en un disco de estudio que resucita el esp¨ªritu de aquel viejo ¨¢lbum, no solo recuperando la marca al atribuirlo a The Spanish Heart Band, sino redondeando por fin el concepto detr¨¢s de la m¨²sica y entregando un ¨¢lbum mucho m¨¢s s¨®lido y genuino que aquel.

Artista: Chick Corea

Disco:?Antidote

Sello: Concord / Universal

Calificaci¨®n: 6 sobre 10

La banda se basa en una combinaci¨®n de m¨²sicos con bagajes provenientes del flamenco (Ni?o Josele, el bailaor Ni?o de los Reyes o el maestro Jorge Pardo), la m¨²sica latina (Luisito Quintero, Carlitos del Puerto y el gran Rub¨¦n Blades) y el jazz contempor¨¢neo (Marcus Gilmore y Steve Davis), siendo el propio Corea el epicentro y elemento unificador de la propuesta. El esp¨ªritu de De Luc¨ªa est¨¢ m¨¢s que presente, no solo por la guitarra flamenca de Josele o la presencia de Pardo, sino mediante las relecturas de The Yellow Nimbus, pieza grabada originalmente a d¨²o por Corea y De Luc¨ªa en 1982, y de la cl¨¢sica composici¨®n del guitarrista Zyryab.

El disco es muy disfrutable, aunque peca de cierta contenci¨®n y falta de espontaneidad. Con los m¨²sicos implicados cabr¨ªa esperar ciertos fuegos artificiales aqu¨ª y all¨¢ pero, aunque todos los solistas est¨¢n bien, no hay ning¨²n solo destacable en el ¨¢lbum, como si la pasi¨®n de Corea por la m¨²sica espa?ola y flamenca fuese m¨¢s un crepuscular placer de sobremesa que una pasi¨®n ardiente e incontenible. Antidote respira honestidad y se escucha con agrado, pero tiene menos fuego que interpretaciones meditadas, y menos calor que comodidad. Las interpretaciones no dejan de ser de primera, hay complicidad en la banda y el pianista sigue estando en plena forma, pero su coraz¨®n espa?ol palpita con menos br¨ªo del que, tal vez, necesita esta m¨²sica.