El nuevo Woodstock se derrumba
El festival m¨¢s famoso de la historia cancela la celebraci¨®n de su 50? aniversario por la falta de confianza de los inversores, los cambios de emplazamientos y la huida de sus principales estrellas del cartel
Parec¨ªa un plan infalible, pero ha terminado convertido en un fracaso: volver a celebrar Woodstock, el festival m¨¢s famoso de la historia, con motivo de su 50? aniversario. Un fracaso que, bajo el empuje de su creador y principal responsable, Michael Lang, ha sido todo un proceso de obst¨¢culos y pifias, culminando este pasado mi¨¦rcoles con la cancelaci¨®n definitiva de un certamen que se anunci¨® a bombo y platillo en enero. ¡°El esp¨ªritu de Woodstock sigue vivo¡±, rezaba el eslogan de la edici¨®n conmemorativa. El esp¨ªritu ahora, sin embargo, est¨¢ moribundo. ¡°Estamos apenados porque una serie de reveses imprevistos han hecho imposible llevar adelante el festival que imagin¨¢bamos con los grandes artistas contratados¡±, lament¨® Michael Lang, el mismo hombre que medio siglo atr¨¢s puso en marcha ¡ªcon decenas de riesgos tambi¨¦n¡ª el archiconocido festival del sue?o hippie.
Del sue?o se ha pasado a la pesadilla. A la pesadilla de ver c¨®mo un reguero de problemas ha boicoteado la posibilidad de revivir esos tres d¨ªas de ¡°paz, amor y m¨²sica¡± que se celebraron entre el 15 y 17 de agosto de 1969 en una granja de 240 hect¨¢reas en una localidad del Estado de Nueva York. El pasado enero se anunciaba Woodstock 50, una fiesta ¡°multigeneracional¡± para los d¨ªas 16, 17 y 18 de agosto encabezada por m¨²sicos de primer nivel como Jay-Z, The Raconteurs, Chance The Rapper, The Killers, The Black Keys, Imagine Dragons, The Lumineers, Miley Cyrus o Pussy Riot. Incluso iban a participar dos iconos que pisaron los escenarios del Woodstock original: Santana y John Fogerty, que lo hizo con su banda de entonces, Creedence Clearwater Revival. Pero ninguno volver¨¢ a celebrar el esp¨ªritu de Woodstock.
Antes de la cancelaci¨®n, muchas de las estrellas ya hab¨ªan dejado el barco. Los ¨²ltimos fueron Jay-Z y Miles Cyrus, que dieron la puntilla al festival esta semana. Ambos siguieron los pasos de The Rancoteurs o Santana, que se sali¨® del cartel en cuanto se enter¨® de que el principal inversor del macroconcierto, la agencia de promoci¨®n publicitaria Dentsu Aegis Network, abandonaba tambi¨¦n a Lang porque el proyecto no aseguraba ¡°la salud y la seguridad de los artistas y el p¨²blico¡±. Eso fue el pasado abril. Dentsu Aegis Network aleg¨® que la producci¨®n del certamen no estaba a la altura de su legendario nombre, pero Lang sigui¨® adelante y consigui¨® otro inversor, el banco Oppenheimer & Co.
Los problemas no hab¨ªan hecho m¨¢s que empezar. Apenas unos d¨ªas despu¨¦s se fueron los equipos de producci¨®n. La compa?¨ªa Superfly, que est¨¢ detr¨¢s de festivales solventes como Bonnaroo y Outside Lands, anunci¨® que no se encargar¨ªa de levantar el recinto para Woodstock 50. Alegaba los mismos motivos que Dentsu Aegis Network. ¡°Un festival de estas caracter¨ªsticas necesita una atenci¨®n de primera clase que no se puede garantizar¡±, recog¨ªa el comunicado de Superfly. Lang intent¨® que grandes promotoras como Live Nation se hicieran cargo del evento, pero no lo consigui¨®.
Inversores y promotores dejaron de apostar por el sue?o de un nuevo Woodstock, en parte por todos los inconvenientes que surgieron para encontrar un emplazamiento adecuado para celebrarlo. Al principio, el festival se iba a hacer en Watkins Glen, en el Estado de Nueva York, pero las autoridades denegaron los permisos. Lang dijo que lo trasladaba al hip¨®dromo de Vernon Downs, tambi¨¦n en Nueva York, pero la ciudad anunci¨® a principios de julio que no estaba preparada ¡°en tan poco tiempo¡± para acoger a los cerca de 150.000 asistentes previstos, menos de la mitad de los que acudieron al evento de 1969. El ¨²ltimo intento fue rebajar la ambici¨®n y celebrarla en Merriweather Post Pavilion, un anfiteatro al aire libre en Columbia, Maryland, con capacidad para 30.000 personas. Esta soluci¨®n a la desesperada choc¨® con los intereses de varios artistas. Algunos se quejaron del perfil bajo del certamen mientras otros aseguraron que el nuevo emplazamiento descuadraba sus giras.?
El caos era tan tremendo que, a menos de un mes del comienzo del festival, no se hab¨ªan puesto las entradas a la venta e incluso se lleg¨® a plantear la posibilidad de hacerlo gratuito por temor a un fracaso de asistencia de p¨²blico. Lang, que segu¨ªa tirando para adelante con el proyecto entre pleitos e inversiones de m¨¢s de 20 millones de euros, estaba acorralado en su propio delirio.
En los ¨²ltimos d¨ªas, muchos en Estados Unidos comparaban Woodstock 50 con el Fyre Festival, el mega certamen de las Bahamas que en 2017 termin¨® siendo el m¨¢s famoso fraude musical del siglo XXI. Por suerte para Lang, la diferencia es que Woodstock, al no celebrarse ni poner entradas a la venta, no podr¨¢ dejar varadas a las decenas de miles de personas que ten¨ªan previsto acudir a la cita, ahondando m¨¢s en el desastre, como sucedi¨® en Fyre Festival y se pudo ver en un documental de Neftlix sobre esta estafa.
En el pasado, Lang ya hab¨ªa celebrado otros Woodstocks conmemorativos ¡ªen 1979, 1989, 1994 y 1999¡ª, aunque los precedentes no eran buenos. En el ¨²ltimo de ellos la organizaci¨®n fue muy criticada y hubo disturbios, violaciones y hasta un muerto por sobredosis de droga. Ahora, sin necesidad de haberse celebrado, Woodstock 50 es ya sin¨®nimo de un fracaso. En su web hab¨ªa un cron¨®metro marcando la cuenta atr¨¢s para el comienzo del gran festival conmemorativo en este agosto, pero ayer este reloj desapareci¨®. Una po¨¦tica forma de marcar el momento exacto en el que el sue?o grandilocuente de un nuevo Woodstock se transform¨® en todo un fiasco.