Las herramientas que ya han cambiado el mundo
Alessandro Baricco describe minuciosamente la civilizaci¨®n digital y declara irreversible la muerte de las reglas de la Ilustraci¨®n en este nuevo sistema que define como un ¡°juego¡±
"Puedes intentar cambiar la cabeza de la gente, pero ser¨¢ una p¨¦rdida de tiempo. Cambia las herramientas que utilizan y cambiar¨¢s el mundo¡±. Esta frase de Stewart Brand, gur¨² de la contracultura hippy californiana, resume el mensaje esencial de Alessandro Baricco en lo que constituye una segunda entrega de su saga sobre el descubrimiento del nuevo mundo: el ultramundo de la civilizaci¨®n digital. En el primer volumen, Los b¨¢rbaros, publicado por entregas hace m¨¢s de 10 a?os en el diario La Repubblica de Roma, abordaba lo que consideraba una aut¨¦ntica mutaci¨®n de nuestras formas de vida, caracterizada por la p¨¦rdida de la profundidad, el abandono de la cultura burguesa y el impulso del pensamiento veloz. Ahora declara consumada la nueva civilizaci¨®n digital, fruto de una insurrecci¨®n ciudadana mundial contra los sacerdotes y las ¨¦lites, de la que se deriva un nuevo sistema, lleno de contradicciones y paradojas, enormemente inestable y l¨¢bil, pero que ha de perdurar en el tiempo toda vez que ya se ha institucionalizado de alguna manera.
El sistema se llama The Game, el juego, y no tiene ideolog¨ªa, ni ¨¦tica ni est¨¦tica, pues es solo el resultado de soluciones pr¨¢cticas a problemas concretos, no de complicados conceptos ni de abstracciones mentales sobre la naturaleza. Los principios cl¨¢sicos, los valores y las creencias, han sido sustituidos por los instrumentos que nos permiten crear ese ultramundo que convive, compite, se complementa y se relaciona con el mundo de anta?o, hasta fusionarse con ¨¦l, o destruirlo, en la nueva civilizaci¨®n. Consumado el proceso, todos somos mutantes de una forma u otra. Pero permanecen amplios espacios de resistencia que reivindican la cultura del siglo XX, un periodo de la historia demonizado por Baricco hasta el extremo, e irremediable y felizmente sobrepasado.
Las ¨¦lites anal¨®gicas, pese a su resistencia, perecer¨¢n y ser¨¢n sustituidas por los poderes tecnol¨®gicos emergentes
La tesis del autor, ya antes sostenida por otros, es que la existencia de las herramientas digitales no es casual: fueron impulsadas por seguidores del movimiento hippy, como Brand o el propio Steve Jobs, en busca de un m¨¦todo para luchar contra la cultura dominante de la que renegaban. Emprendieron as¨ª un viaje desde la contracultura hacia la cibercultura. Baricco lo describe minuciosamente, aunque en su detallada historia omite de alg¨²n modo los or¨ªgenes militares de Internet. Algo que se aviene mal con la versi¨®n rom¨¢ntica del relato.
Escritor de una sensibilidad y una erudici¨®n considerables, este ensayo del italiano es pues la cr¨®nica de ese viaje, y se puede inscribir entre los libros de aventuras de manera genuina. Como cronista que es del descubrimiento del nuevo mundo, complementa su narraci¨®n con la elaboraci¨®n de mapas y estadillos. Pretende con ello clarificar al lector el desarrollo de la singladura, fijar sus efem¨¦rides y describir su topograf¨ªa, aunque en los tiempos de Google Maps esa cartograf¨ªa de aspecto medieval invita m¨¢s a la nostalgia que al entendimiento.
El despertar de la nueva civilizaci¨®n, el logos creador de ella, lo identifica con los videojuegos, pero no con los sofisticados programas de entretenimiento que ahora se ofrecen, ni siquiera con la Play Station, que considera uno de los hitos de la colonizaci¨®n digital. El Ad¨¢n de esta nueva especie humana es la ancestral consola en cuya pantalla nos dedic¨¢bamos a derribar ¡°marcianitos¡± invasores y que compet¨ªa en los bares con el futbol¨ªn y los billares mec¨¢nicos. Quien tenga menos de 40 a?os no podr¨¢ recordar aquel primitivo instrumento electr¨®nico con el que dispar¨¢bamos, ¨¢vidos de matar a los extraterrestres; ni el tosco pimp¨®n digital donde la pelota se desplazaba con una cadencia y majestuosidad del todo anal¨®gica. Para Baricco esas antiguallas de su adolescencia, lejos de merecer la basura y el olvido, son f¨®siles valiosos en los que se puede identificar el ADN de la humanidad actual, una Humanidad Aumentada, seg¨²n ¨¦l la define. Su ¨²ltimo desarrollo no se culminar¨¢ sino cuando las nuevas ¨¦lites, nativas digitales, reemplacen por completo a los restos del poder anal¨®gico que todav¨ªa se empe?an en controlar un mundo que se desvanece.
A medias entre la ciencia-ficci¨®n, la historia novelada y la tesis filos¨®fica, en su discurso el autor se declara m¨¢s bien partidario de esta a¨²n incipiente civilizaci¨®n que la tecnolog¨ªa nos depara. En cualquier caso est¨¢ ya aqu¨ª para quedarse y ha venido a trastocar los valores cl¨¢sicos sobre los que se fundamentaban nuestras vidas. La experiencia se vuelve posexperiencia, en un neologismo brillante que trata de emular al posmodernismo y la posverdad. Esta ¨²ltima, lejos de ser denigrada, es m¨¢s bien descrita como algo connatural al sistema emergente. Por una parte lo debilita, pero por otra se inscribe en la revuelta continua del individualismo de masas, otro concepto parad¨®jico que merece atenci¨®n en medio de la actual oleada de populismo. En la batalla pac¨ªfica por encabezar la colonizaci¨®n en curso, el iPhone sustituye a la espada y la silla frente a la computadora es el caballo en el que cabalgan los nuevos condotieros. Las ¨¦lites anal¨®gicas, pese a su resistencia, acabar¨¢n pereciendo y ser¨¢n sustituidas ¡ªen gran medida ya es as¨ª¡ª por los poderes emergentes que presumen, sin embargo, de su aversi¨®n al poder mismo.
Hoy las verdaderas superpotencias son los monopolios de las grandes tecnol¨®gicas, ni tan agresivos ni tan inc¨®modos para los ciudadanos como el antiguo r¨¦gimen pretende. Porque, en definitiva, para matar o para morir, las herramientas que han conseguido cambiar el mundo son antes que nada divertidas. La vida se resume en un juego y el juego (The Game) es en realidad el coraz¨®n mismo del sistema, en el que perecen las reglas de la Ilustraci¨®n. Se trata, eso s¨ª, de un sistema muy inestable ¡°en el que nos vemos obligados a vivir con verdades quebradizas, siempre en movimiento, condenadas a un territorio tortuoso¡±. Porque a la espera de la inteligencia artificial aplicada a nuestras vidas, y de la computaci¨®n cu¨¢ntica, todav¨ªa andamos debati¨¦ndonos en lo que no es m¨¢s que la prehistoria de la nueva civilizaci¨®n.
The Game. Alessandro Baricco. Traducci¨®n de Xavier Gonz¨¢lez Rovira. Anagrama, 2019. 328 p¨¢ginas. 20,90 euros.
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