Degenerando, degenerando¡
Pablo y Guillermo Hermoso cortan sendas orejas en una aburrida tarde de rejoneo
El festejo inaugural de las Corridas Generales de Bilbao fue un tostonazo; dos horas y media de aburrimiento sopor¨ªfero, que se dice pronto.
El mismo cartel del a?o pasado: toros de S¨¢nchez y S¨¢nchez, y los Hermoso de Mendoza, padre e hijo, y Lea Vicens. Se cortaron dos orejas, como en 2018, aunque entonces las pase¨® la rejoneadora francesa y en esta ocasi¨®n se las ha repartido la familia Hermoso. Y menos gente: media plaza anta?o y un tercio en el presente. Y ni un solo recuerdo cuando acab¨® el espect¨¢culo.
Algo se est¨¢ haciendo mal. La prueba del algod¨®n es el poco p¨²blico que ha pasado por las taquillas. No atraviesa el rejoneo su mejor momento y da la impresi¨®n de que va degenerando, degenerando, hasta que un d¨ªa los tendidos vac¨ªos de una plaza obligue a los protagonistas a dar un imprescindible y, quiz¨¢, ya irremediable, giro de tim¨®n.
No valen estos toros; ni los de S¨¢nchez y S¨¢nchez, ni los de la mayor¨ªa de los hierros habituales en los espect¨¢culos de rejoneo. No hay una pelea en igualdad de condiciones entre toro, caballo y caballero. Entre los pitones despuntados y la falta de casta, la emoci¨®n brilla por su ausencia. Es una imagen vergonzosa la de un jinete dando vueltas y vueltas con una banderilla corta entre las manos alrededor de un animal agotado, hundido, aplomado y muerto en vida. Eso no es toreo a caballo. Eso es una fotograf¨ªa lastimosa que no debiera permitirse en una plaza de toros.
S?NCHEZ/HERMOSO, VICENS, HERMOSO
Toros despuntados para rejoneo de Hdros. de S¨¢nchez y S¨¢nchez, correctamente presentados, mansos, descastados y aplomados; con algo m¨¢s movilidad los tres ¨²ltimos.
Pablo Hermoso de Mendoza: tres pinchazos y rej¨®n en lo alto (silencio); rej¨®n trasero (oreja).
Lea Vicens: dos pinchazos, bajonazo contrario y un descabello (silencio); tres pinchazos, rej¨®n muy trasero y un descabello (ovaci¨®n).
Guillermo Hermoso de Mendoza: cinco pinchazos y bajonazo trasero (silencio); bajonazo trasero (oreja).
Plaza de Bilbao. 17 de agosto. Primera corrida de feria. Un tercio de plaza.
Y no valen los usos y tradiciones del rejoneo actual. Sobran carreras y pasadas en falso, no debiera permitirse la costumbre extendida de clavar arpones y banderillas a la grupa, a la defensiva y nunca por derecho. Y habr¨ªa que prohibir la concesi¨®n de trofeos tras un infamante rejonazo en los bajos.
Degenerando, degenerando, se ha llegado a que una primera figura del rejoneo, su hijo ¡ªun chaval avanzado y con sobradas condiciones para emular a su padre¡ª, y una irregular amazona que avanza lentamente a base de experiencia, no conciten la m¨¢s m¨ªnima atenci¨®n en una feria tan importante como la de Bilbao.
Algo se est¨¢ haciendo mal.
As¨ª las cosas, cuando ya la corrida hab¨ªa cumplido hora y media de tedio, se produjo el primer instante de alegr¨ªa con un toro de mayor movilidad, el cuarto; un caballo torero, Berl¨ªn, y un caballero veterano, Pablo Hermoso. Entre los tres protagonizaron instantes de vistoso temple, y un cambio por dentro, cercano a tablas, que despert¨® a la concurrencia.
Minutos despu¨¦s, Lea Vicens se luci¨® en el tercio de banderillas ante el quinto, y Guillermo Hermoso mejor¨® a lo largo de la lidia del sexto despu¨¦s de un inicio tenebroso. Fallo con estr¨¦pito al clavar los rejones de castigo, acert¨® con un par de banderillas a dos manos cuando el toro, moribundo, estaba llamando a las puertas del cielo, y mat¨® como nunca se debe hacer.
Y le dieron una oreja¡ Cuando dentro de varias ferias, con el mismo cartel a?o tras a?o, la corrida deba suspenderse por falta de p¨²blico, alguien caer¨¢ en la cuenta de que hay que cambiar.
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