La televisi¨®n lava la Casa Blanca
El vilipendiado exportavoz de Trump, Sean Spicer, participar¨¢ en ¡®Mira qui¨¦n baila¡¯, mientras que otros exasesores van a ¡®Gran Hermano¡¯
A Donald Trump siempre le han gustado los focos. Y el presidente y expresentador del programa de telerrealidad The Apprentice no es el ¨²nico con hambre de espect¨¢culo en el Gobierno de la primera potencia mundial. Cada vez son m¨¢s los ex asesores o miembros de su gabinete que, tras abandonar sus puestos en la Casa Blanca con mayor o menor gloria, deciden buscar una segunda vida en televisi¨®n. Solo esta semana se supo que el primer secretario de prensa de Trump, Sean Spicer, concursar¨¢ en la pr¨®xima temporada de Dancing With the Stars, de la cadena ABC (la versi¨®n estadounidense de Mira qui¨¦n baila). A su vez, Sarah Sanders, quien asumi¨® la secretar¨ªa de prensa tras la renuncia de Spicer y dej¨® el cargo el pasado junio, inform¨® este jueves que se unir¨¢ al equipo de comentaristas de Fox News, la cadena de televisi¨®n favorita del presidente.
La incorporaci¨®n de Spicer al concurso de baile no fue bien recibida por la oposici¨®n. Los detractores defienden que no se trata de lo bien o mal que le caigan los republicanos: para ellos el problema est¨¢ en el uso del entretenimiento para blanquear a un personaje pol¨ªtico que se ha hecho famoso, b¨¢sicamente, por entregar informaci¨®n falsa a los ciudadanos durante los casi seis meses que ejerci¨® como portavoz de la Casa Blanca. Spicer se estren¨® en el cargo afirmando que la asistencia a la toma de posesi¨®n de Trump hab¨ªa sido ¡°la m¨¢s multitudinaria de la historia, punto¡±: las fotograf¨ªas a¨¦reas daban cuenta de que eso no era as¨ª, que la muchedumbre que hab¨ªa ido al Capitolio aquella tarde era m¨¢s bien enclenque.
Some thoughts about today pic.twitter.com/aCQ4SHrGCI
— Tom Bergeron (@Tom_Bergeron) August 21, 2019
Pero Spicer no dej¨® que las pruebas y la realidad echasen atr¨¢s su declaraci¨®n. Solo una vez que estuvo fuera de la Administraci¨®n reconoci¨® que se arrepent¨ªa de haber atacado a la prensa por cuestionar sus palabras. Para saldar el asunto ¡ªo agravarlo, seg¨²n se mire¡ª, Spicer apareci¨® en la edici¨®n de los Emmy de 2017 y afirm¨® que iba a ser ¡°la audiencia m¨¢s grande que jam¨¢s hayan visto los Emmy, punto¡±.
Tom Bergeron, el veterano presentador de Dancing With the Stars no se refiri¨® en particular a la incorporaci¨®n de Spicer, pero s¨ª aport¨® indirectamente al revuelo generado en Twitter tras el anuncio: la pr¨®xima temporada del programa deber¨ªa ¡°ser un respiro agradable del agotador clima pol¨ªtico estadounidense y libre de la inevitables reservas divisivas de 'cualquier' afiliaci¨®n partidaria¡±. Pero las redes sociales no olvidan. Y juzgaron que se le diera una oportunidad a este neoyorquino de 47 a?os que, cuando fue funcionario de Gobierno, dijo que Adolf Hitler hab¨ªa sido menos malo que Bachar el Asad porque ¡°no hab¨ªa usado armas qu¨ªmicas contra sus propios ciudadanos¡±. Seg¨²n Trump, lo manten¨ªa en el cargo porque lograba que las conferencias de prensa marcaran altos ¨ªndices de audiencia.
Otros exfuncionarios de la Casa Blanca de Trump que han probado suerte en la televisi¨®n son el ex director de Comunicaci¨®n, Anthony Scaramucci, y la exasesora Omarosa Manigault Newman. A ambos les une el mismo destino: el mandatario los despidi¨® de sus cargos. A Scaramucci apenas 11 d¨ªas despu¨¦s de asumirlo, en julio de 2017, cuando llam¨® a un periodista de la revista The New Yorker y critic¨® a toda la Administraci¨®n, con frases como "no pretendo chuparme mi propia polla, no soy Steve Bannon". Y una vez fuera del Gabinete, ambos han participado en Gran Hermano VIP. Omarosa estaba acostumbrada a la telerrealidad: entr¨® en el mundo de Trump por concursar en la primera temporada de The Apprentice y, a?os despu¨¦s, ten¨ªa un cargo de asesora en la Casa Blanca. En un episodio de la temporada de 2018, habl¨® de su paso por el Gobierno. ¡°Estaba espantada por los tuits que recib¨ªa cada d¨ªa¡±, dijo entre l¨¢grimas en el sof¨¢ de la casa. Acus¨® haber sido ¡°atacada¡± por otros funcionarios y que la c¨²pula familiar de Trump le imped¨ªa continuamente que tuviese contacto con ¨¦l.
Scaramucci, un defenestrado financiero de Wall Street, fue tan pol¨¦mico dentro de la Administraci¨®n como fuera. Parte de los trapos que salieron a relucir mientras ejerc¨ªa como director de Comunicaci¨®n fueron sus dardos contra el otrora jefe de Gabinete de Trump, Reince Priebus, a quien acus¨® de ser ¡°un puto paranoico esquizofr¨¦nico¡±. En su fugaz participaci¨®n en la Casa Blanca lleg¨® a amenazar con despedir a su equipo entero y a presionar a un periodista de The New York Times para que le dijera qu¨¦ miembros del Gobierno le estaban filtrando informaci¨®n. Ese personaje se ha convertido en una de las tantas pesadillas de Trump, asegurando que el neoyorquino no es apto para ocupar el cargo de presidente de EE UU.
La participaci¨®n de Scaramucci en la temporada de 2018 de Gran Hermano VIP fue breve y su retirada, una sorpresa. Simplemente un d¨ªa no apareci¨® m¨¢s en la casa. Se brome¨® que no se sab¨ªa si hab¨ªa durado m¨¢s en el programa de telerrealidad o en el Gobierno. Eso s¨ª, dej¨® un v¨ªdeo para el resto de los competidores: ¡°Al igual que dej¨¦ mi huella en Washington, voy a dejar mi huella en Gran Hermano. A partir de este momento estoy fuera de la casa. Eso significa todos est¨¢n un paso m¨¢s cerca del premio¡±, comunic¨® sin dar muchas m¨¢s explicaciones. En los EE UU de Trump, la televisi¨®n est¨¢ llena de pol¨ªticos y la pol¨ªtica de personajes televisivos. Y todos esperan que les renueven por una temporada m¨¢s.
La presidencia viene (y va) de la televisi¨®n
La relaci¨®n de Donald Trump con la televisi¨®n es tal vez el enfoque m¨¢s estudiado del actual ocupante de la Casa Blanca: que us¨® su programa, The Apprentice, para crear una imagen de s¨ª mismo como hombre de ¨¦xito que poco tiene que ver con la realidad; que su campa?a presidencial no fue m¨¢s que una estrategia para acabar fundando un canal de televisi¨®n; que los tuits que publica desde su cama responden casi siempre a lo que se est¨¢ emitiendo en ese momento en el canal conservador Fox... Sin embargo, Trump ha vuelto una y otra vez a la idea de tener su propio canal de televisi¨®n, esta vez como presidente. El pasado noviembre desarroll¨® la idea: que el Estado crease una televisi¨®n que se viese por todo el mundo para contrarrestar lo que la CNN dice de ¨¦l en el extranjero.
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