¡®La verdad¡¯ de Kore-eda no apasiona a La Mostra

La diva est¨¢ hablando de s¨ª. Como siempre, el estribillo de toda una vida. Hasta los temas se repiten: el en¨¦simo entrevistador le plantea preguntas a las que ya respondi¨® demasiadas veces. Y, sin embargo, cuando la interrupci¨®n perfecta toca a su puerta, Fabienne prefiere seguir con tan irrelevante charla. ¡°Nada importante, es mi hija con su familia¡±, le suelta al redactor. A?os sin verse y ni un saludo. Est¨¢ claro que las previsiones no auguran una visita id¨ªlica. Se avecinan, m¨¢s bien, d¨ªas de tormenta.

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Aunque el director Hirokazu Kore-eda sabe bien que los v¨ªnculos de sangre son mucho m¨¢s complejos: a veces diluvia y truena; otras, reina una pl¨¢cida niebla; pero, tarde o temprano, sale algo de sol. Con todo ello el cineasta construye La verdad, su primera pel¨ªcula fuera de Jap¨®n, en Francia, con la que ha inaugurado hoy mi¨¦rcoles la 76? edici¨®n de La Mostra. Fue aplaudida antes de que empezara, y despu¨¦s. Aunque, entremedias, dej¨® la misma sensaci¨®n de algunas reuniones familiares: es un placer disfrutarlas, pero tambi¨¦n que terminen.

Tal vez el regreso a la tierra sea m¨¢s sorprendente porque las expectativas volaban m¨¢s all¨¢ de las nubes. Kore-eda que en 2018 gan¨® la Palma de Oro en Cannes con Un asunto de familia, celebrada por muchos cr¨ªticos como la coronaci¨®n de su filmograf¨ªa. Y volv¨ªa a su terreno favorito: las ¨²nicas relaciones humanas que no se eligen. ¡°Es la historia de una madre y una hija que no llega a una respuesta sino que intentan seguir adelante juntas, aceptando su rec¨ªproca existencia¡±, resumi¨® Kore-eda este mi¨¦rcoles ante la prensa en Venecia.

A su lado, estaban sentadas las dos excepcionales protagonistas de La verdad: Catherine Deneuve y Juliette Binoche. Puede que la primera se sintiera muy c¨®moda con el papel de la estrella acostumbrada a ser la m¨¢s brillante, pero lo cierto es que su interpretaci¨®n ilumina el filme. Tanto que su ingreso en la sala de prensa arranc¨® una ovaci¨®n que pareci¨® no acabar nunca. ¡°Este personaje tiene mucho de m¨ª. La entiendo perfectamente. Aunque no soy en absoluto una m¨¢quina de interpretaci¨®n. Fue sobre todo un trabajo de composici¨®n¡±, reconoci¨® Deneuve. En general, ella y Binoche despliegan en la pantalla una clase magistral de actuaci¨®n. Sus desencuentros son tan explosivos como sus miradas, hay hielo y fuego, rabias confesadas y emociones ocultas. Una madre y una hija.

Sin embargo, al marcharse de su pa¨ªs, Kore-eda se dej¨® en casa cierta sutileza: en Un asunto de familia, dos pinceladas dise?aban un mundo. Aqu¨ª, en cambio, hay atajos y explicaciones claras para guiar al espectador hasta la reacci¨®n deseada. Y conseguida, eso s¨ª: el p¨²blico se rio en alto varias veces y m¨¢s de uno se conmover¨ªa. Porque La verdad, como toda buena familia, abraza sentimientos ambiguos, amor y odio. En teor¨ªa, la hija vuelve a la casa materna para celebrar la publicaci¨®n de la autobiograf¨ªa de la madre. Pero, en realidad, no hay nada que festejar. El libro es como Fabienne: implacable y lleno de mentiras y fantas¨ªas. ¡°Prefiero ser mala madre, mala amiga y buena actriz¡±, admite la diva ante su hija. Y tambi¨¦n asegura: ¡°No es una culpa ser fuerte¡±. Aunque quiz¨¢s sea otra sentencia de la progenitora la que mejor resume el filme: ¡°La verdad no apasiona¡±.

Muchas de esas frases proceden de un trabajo a tres bandas entre director y actrices. La pel¨ªcula nace de una obra de teatro que Kore-eda escribi¨® en 2003, pero nunca llev¨® a las tablas. ¡°Al principio, estaba ambientada solo en un camerino¡±, cont¨® el director. Cuando, en 2011, Juliette Binoche le propuso hacer un largo juntos, se acord¨® de aquel texto perdido. Lo retom¨® y lo cambi¨®. Y volvi¨® a modificarlo en cada reuni¨®n que mantuvo con las dos protagonistas. En Par¨ªs. En Cannes. Y en Tokio. ¡°Los personajes eran complejos, hac¨ªa falta tiempo para acostumbrarnos. Y era un reto intentar transmitirle a la traductora lo que quer¨ªamos expresar sobre los personajes para que lo trasladara al director. Fue algo ¨²nico¡±, relat¨® Deneuve.

Para Binoche tambi¨¦n el filme supuso un trabajo especial: ¡°Llevaba 14 a?os deseando trabajar con Kore-eda. Y me enamor¨¦ de Catherine desde que era peque?¨ªsima. Esta pel¨ªcula es la realizaci¨®n de mis sue?os¡±. Aunque el contacto con el director, a la vez, le desconcert¨®. ¡°Me suelo preparar mucho para los personajes pero me pidi¨® que no lo hiciera¡±, relat¨®. La actriz cumpli¨®, pero en el plat¨® se encontr¨® con un cineasta que se manten¨ªa pegado a ella, ¡°respiraba y gesticulaba¡± con su personaje. ¡°Pens¨¦ que en alg¨²n momento dejar¨ªa de moverse tanto¡±, confes¨® Binoche. En efecto, tras rodar una de las secuencias clave de La verdad, Kore-eda al fin par¨®. Ya ten¨ªa lo que buscaba.

La Mostra, en cambio, justo se acaba de poner en marcha. Llegar¨¢n el Joker de Joaquin Phoenix, los Papeles de Panam¨¢ seg¨²n Soderbergh o el viaje espacial de Brad Pitt en Ad Astra. Y se sabr¨¢ si del Lido vuelven a salir al menos un par de firmes candidatas a los Oscar. Venecia y Hollywood, ¨²ltimamente, se quieren m¨¢s que una familia.