El ¨²ltimo magnate
Harvey Weinstein no es m¨¢s que uno de los rostros de un problema sist¨¦mico que, por lo menos, empieza a ser afrontado
En una declaraci¨®n incluida en este documental de esp¨ªritu m¨¢s televisivo que cinematogr¨¢fico, John Schmidt, ex director financiero de Miramax, habla de la culpa del superviviente, defini¨¦ndola como la dolorosa conciencia de haberse beneficiado de un contexto en cuyo sustrato muchas otras personas estaban viviendo experiencias traum¨¢ticas. Schmidt no dimiti¨® cuando una amiga suya sufri¨® abusos por parte de Harvey Weinstein. Descrito como un chico de Queens inc¨®modo con su f¨ªsico que acab¨® erigi¨¦ndose en reminiscencia contempor¨¢nea de los grandes magnates de Hollywood, Weinsten es (o fue) tambi¨¦n ese amigo (o ese jefe) grosero al que cualquiera le ha re¨ªdo, en alg¨²n momento, las gracias. El tipo de personaje que suele ser excusado con esos parches verbales ¨C¡°?Ya sabes c¨®mo es!¡±- que perpet¨²an sin fecha de caducidad actitudes intolerables. Y, por otro lado, Weinstein no es m¨¢s que uno de los rostros de un problema sist¨¦mico que, por lo menos, empieza a ser afrontado.
UNTOUCHABLE
Direcci¨®n: Ursula Macfarlane.
G¨¦nero: documental. Estados Unidos, 2019.
Duraci¨®n: 98 minutos.
Untouchable, el documental de Ursula Macfarlane sobre el caso Weinstein, tiene su momento clave en el primer tramo de su metraje: en el modo en que la c¨¢mara sostiene el plano sobre el rostro de una de sus entrevistadas, Hope D¡¯Amore ¨Cuna de las v¨ªctimas del depredador cuando este a¨²n era un promotor de conciertos en Buffalo-, mientras ella mantiene un pulso con el llanto, y con la sensaci¨®n de no encontrar las palabras adecuadas, al rememorar la noche de la agresi¨®n. Ese instante da la medida de la empat¨ªa en juego, pero otras decisiones estil¨ªsticas, desde los insistentes planos cenitales sobre la ciudad hasta el uso de la c¨¢mara lenta en algunos planos de transici¨®n, anclan el conjunto en los c¨®digos de cierta enf¨¢tica televisi¨®n sensacionalista.
Al ver Untouchable uno no se encuentra con demasiadas cosas que no supiera: la m¨¢s valiosa aportaci¨®n, en este sentido, es la de los periodistas Rebecca Traister y Andrew Goldman, que reviven una desaforada reacci¨®n del productor ante una pertinente pregunta period¨ªstica mucho antes de los esc¨¢ndalos. Una cr¨®nica de la g¨¦nesis del movimiento Me Too hubiese sido material m¨¢s estimulante que el en¨¦simo retrato de un monstruo.
Babelia
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