¡°Me interesa dibujar sobre la Teolog¨ªa de la Liberaci¨®n¡±
El ilustrador, que fue corresponsal de guerra, prepara un libro sobre el cambio clim¨¢tico y los ind¨ªgenas de Canad¨¢ mientras investiga sobre el movimiento de izquierdas dentro de la Iglesia
El dibujante Joe Sacco (Malta, 1960) es una rara avis respetada por el gremio period¨ªstico como pocas veces ocurre con los colegas. Combina su trazo sencillo con un minucioso reporteo fusionando como nadie los dos g¨¦neros. Ha cubierto algunos de los conflictos b¨¦licos m¨¢s importantes como el de Chechenia, Bosnia o Palestina, pero se define como un ilustrador "que huye cuando escucha los disparos". Lleg¨® con 12 a?os a Estados Unidos, pero jam¨¢s se nacionaliz¨®. A pesar de ello, es uno de los mejores testigos de una crisis que finalmente llev¨® a Donald Trump a la Casa Blanca. Durante la entrevista con EL PA?S en Quer¨¦taro, donde particip¨® en una charla invitado por el Hay Festival, critica el "nuevo" periodismo que no env¨ªa reporteros al terreno y describe a un Trump brutal y despiadado.
Pregunta: ?C¨®mo selecciona sus temas?
Respuesta: Siempre escojo temas que me afectan casi de forma f¨ªsica. Tiene que ser algo que me importe bastante y que despu¨¦s de cinco a?os me seguir¨¢ importando.
P. ?Por qu¨¦ solo dibuja en blanco y negro?
R. Porque no s¨¦ realmente usar el color, esa es la verdadera respuesta. No utilizo Photoshop y no soy bueno con el color. No lo digo con orgullo, es una limitaci¨®n que tengo y debo trabajar lo mejor que pueda en blanco y negro. Sin embargo, con los a?os ha dejado de preocuparme esto y me he dado cuenta de que ese es mi estilo. Mi limitaci¨®n se ha convertido en mi estilo.
P. ?Este ser¨ªa un buen consejo para alguien que empieza?
R. S¨ª, pienso en alguien que est¨¢ empezando y que dibuja bien, pero falla. Luego esos defectos pueden convertirse en tu talento y ya nadie m¨¢s piensa que es un fallo. Nadie m¨¢s volver¨¢ a pensar en eso aunque uno sabe que es fruto de una limitaci¨®n.
P. Usted pasa muchas semanas reporteando, pero los medios han dejado de enviar gente al terreno porque lo consideran caro. ?C¨®mo afecta esto al periodismo?
R. Creo que tiene un enorme efecto porque al final, en lugar de trabajo de campo tenemos opiniones sobre cosas que no se conocen de primera mano. No se trata de sentarse en un estudio de televisi¨®n y hablar sobre las razones por las que Estados Unidos ha votado a Trump. Lo que se necesita es ir al lugar y entender que piensa la gente y porque votan a Trump. Eso significa reportear. El problema es que ahora hay menos dinero y el contexto del periodismo ha cambiado. Ya empez¨® a cambiar antes de Facebook y de Google pero ahora se aceler¨®. Todo el dinero en publicidad se ha ido a Facebook y Google y estas son empresas que utilizan esas noticias para que pinches en su web, pero ellas no han pagado por el contenido sino que lo utilizan y eso no puede funcionar. Por eso siempre he admirado a la gente que va al terreno.
P. ?Cu¨¢l es el hilo conductor de lugares como Chechenia, Palestina o Bosnia sobre los que ha publicado libros?
R. Todos son lugares de conflicto entre fuerzas dominantes y opresoras. Intento, en la medida de lo posible, reportear sobre gente oprimida y esas son las personas que me interesan. Y quiero hacerlo con honestidad. No quiero convertirlos en h¨¦roes, sino saber c¨®mo esto afecta a su psicolog¨ªa y sus sociedades
P. Es curioso ver como los periodistas le consideramos uno de los nuestros. ?C¨®mo se siente usted, un periodista que pinta o un dibujante riguroso?
R. Me veo a m¨ª mismo como un dibujante que hace periodismo y digo dibujante porque quiero hacer c¨®mics que no sean solo period¨ªsticos. Mis intereses van m¨¢s all¨¢. Estoy interesado en la s¨¢tira y la ficci¨®n por eso prefiero que me consideren un dibujante
P. ?Qu¨¦ tem¨¢tica le interesa en Am¨¦rica Latina?
R. Me interesa la Teolog¨ªa de la Liberaci¨®n. No soy creyente, pero la teolog¨ªa le da mucha fuerza a mucha gente y no siempre son fuerzas del mal como muchos de mis amigos pensar¨ªan y quiero reflexionar sobre lo que pas¨® en Centroam¨¦rica y quiz¨¢ encontrar ejemplos que est¨¢n ocurriendo hoy en d¨ªa. El trabajo de los curas en los pueblos, como la Iglesia hace cosas buenas. Tambi¨¦n me interesa Chile e ir¨¦ pronto. Quiero hablar con economistas y hablar del neoliberalismo porque en Chile es donde comenz¨® el experimento del neoliberalismo con Pinochet y los Chicago boys. Ellos llegaron y reorganizaron la sociedad a trav¨¦s de las fuerzas del mercado. Es el primer lugar donde se hizo esto y ahora vivimos en un mundo que tiene ah¨ª su comienzo.
P. ?C¨®mo es su rutina diaria de trabajo?
R. Me levanto y tomo un caf¨¦ con mi novia. Ese es el mejor momento del d¨ªa. Luego dibujo desde las ocho en casa hasta las cinco y despu¨¦s suelo leer. Pienso que es importante leer mucho sobre los temas que me interesan. Si, por ejemplo, estoy interesado en la Teolog¨ªa de la liberaci¨®n o la econom¨ªa, que no es mi campo, no tengo otra opci¨®n que leer mucho.
P. Imagino que cuando lee toma ideas visuales muy diferentes a nosotros.
R. S¨ª, siempre pienso visualmente y como convertir una idea en un dibujo. Ahora por ejemplo estoy entrevistando a gente para un tema muy amplio sobre el concepto de propiedad privada en el pensamiento pol¨ªtico occidental. He pasado tiempo con ind¨ªgenas que piensan en la tierra y no en el concepto de propiedad. Cada vez que leo o entrevisto a alguien sobre esto me paso el tiempo pensando c¨®mo puedo meter esto en un c¨®mic porque son ideas muy abstractas y no quiero dibujar dos cabezas hablando. Y a veces es dif¨ªcil.
P. ?C¨®mo es su cuaderno de notas en el terreno? El del reportero son palabras y palabras¡.
R. Depende donde voy. A veces grabo audios para recoger y archivar bien las palabras. Otras veces tomo notas, pero se me olvidan porque estoy escuchando. Tambi¨¦n tengo diarios que a veces tienen cientos de p¨¢ginas, dependiendo de la historia. As¨ª que finalmente es una suma de diarios, cuadernos, audio¡distintos materiales.
P. ?Cu¨¢nto tiempo pasa reporteando? ?Y en dibujar y escribir un libro?
R. Depende. En Bosnia estuve cuatro meses. En Gaza estuve dos meses, pero luego regres¨¦ otras dos semanas, luego otra....En el caso de Canad¨¢ [su ¨²ltimo proyecto a¨²n sin publicar] he hecho dos viajes de tres semanas cada uno. Trato de pasar todo el tiempo posible en el terreno. Y dibujar los libros me llevan entre dos a siete a?os. A veces entremedias estoy con otras historias m¨¢s cortas, pero los libros me llevan mucho tiempo. Por eso tengo que elegir muy bien los temas que escojo. ?Cu¨¢ntos libros me quedan a mi edad? Igual tres. As¨ª que mejor elijo bien.
P. Su ¨²ltimo libro La Gran Guerra?[sobre la Primera Guerra Mundial] es una maravilla desplegable que se lee y ve en horizontal. ?Le interesan nuevos formatos?.
R. Esta idea me la sugiri¨® otra persona, pero yo quer¨ªa algo que tuviera movimiento. As¨ª que pens¨¦ en el Tapiz de Bayeaux [del a?o 1082] sobre la invasi¨®n normanda de Inglaterra en el que se lee la ilustraci¨®n porque tiene 60 metros de largo. Cada libro que hago me da una idea para un pr¨®ximo libro. Me gusta cambiar y hay muchas oportunidades para ello.
P. ?C¨®mo ve la situaci¨®n en EE UU y la llegada de Trump al poder?
R.. La novedad con Trump es que hace un espect¨¢culo de cada cosa que hace. Muchos presidentes han hecho cosas similares, pero sin hacer un espect¨¢culo de ello. ?l sabe que puede ganar votos si es cruel y hay un sector de la poblaci¨®n que responde a esa fuerza abusiva. En cierto nivel es la naturaleza humana, lo cual es muy decepcionante. Creo que EE UU tiene una historia muy problem¨¢tica porque se consideran seres excepcionales y esto sucede porque es una naci¨®n fundada a partir de la esclavitud y del genocidio de los nativos americanos y estas cosas que nunca han sido resueltas. Trump representa un momento muy malo.
No soy un gran admirador de Obama, pero fue una cosa maravillosa ver a un hombre negro dignificado en la Casa Blanca. La gente pensaba que por fin terminaba el problema racial pero no, no se ha terminado. Paralelamente, EE UU tiene grandes problemas y una econom¨ªa colapsada. En las calles de mi ciudad, en Portland, hay mucha gente sin hogar viviendo en carpas en la calle y la polic¨ªa pasa mucho tiempo confiscando estas tiendas y sus pertenencias porque quieren que se vayan. A la vez est¨¢ entrando mucho dinero y se est¨¢n construyendo apartamentos de lujo porque la gente que ya no puede vivir en San Francisco s¨ª puede hacerlo en Portland. En EE UU siempre ha habido gente sin hogar, pero ahora es abrumador. Siento que muchas cosas van mal en el pa¨ªs. Tanto Dem¨®cratas como Republicanos se han movido a la derecha y ambos son responsables de esta situaci¨®n. Aunque los republicanos son peores, fue Bill Clinton quien comenz¨® a meter a negros en la c¨¢rcel en cifras gigantescas terminando con el sistema de servicios sociales. As¨ª que cuando vemos a Trump vemos una continuidad del desmantelamiento del sistema de bienestar. Trump es una continuidad de todo ello. Su estilo es brutal y despiadado, pero no es una excepci¨®n.
P. La llegada de Trump al poder la estamos notando con especial dureza en M¨¦xico y Centroam¨¦rica...
R. A los americanos no les gusta hablar de su historia ni de su papel en Centroam¨¦rica. Y, en cambio, estas sociedades no se han recuperado de esas guerras o de como las pandillas nacieron y crecieron en Estados Unidos, pero luego fueron enviadas a sus pa¨ªses donde reprodujeron el comportamiento delictivo. Tampoco hablan de c¨®mo las armas van desde EE UU a M¨¦xico o el consumo de drogas. Todo ello son problemas de Estados Unidos. Me gustar¨ªa que fu¨¦ramos m¨¢s reflexivos y no lo hemos sido. Si los pol¨ªticos dijeran realmente lo que han hecho ser¨ªa su suicidio pol¨ªtico.
P. Recibi¨® duras cr¨ªticas por su libro BUMF donde caricaturiza a la clase pol¨ªtica de Estados Unidos...
R. No s¨¦ si me criticaron, creo que m¨¢s bien no lo leyeron (risas).
P. ?Con este panorama no quiere trabajar m¨¢s en EE UU y no en temas extranjeros?
R. Lo hice. Tengo un libro,?D¨ªas de destrucci¨®n,?donde recorrimos el pa¨ªs por lugares geogr¨¢fica y ¨¦tnicamente diferentes. Astilleros de Nueva Jersey, zonas ind¨ªgenas de Dakota, los emigrantes de Florida o los blancos y pobres de Virginia. Es un libro sobre c¨®mo las cosas se est¨¢n desmoronando. Es sobre las drogas y el alcohol o como la gente necesita medicarse para aguantar el d¨ªa a d¨ªa. Son lugares vac¨ªos de una Am¨¦rica que necesita ser reporteada para entender porque est¨¢n pasando algunas cosas en EE UU. Pero s¨ª, deber¨ªa hacer m¨¢s, por ejemplo, en Portland.
P. ?C¨®mo describe su pr¨®ximo libro sobre los ind¨ªgenas en Canad¨¢?
R. Estoy interesado en el cambio clim¨¢tico, pero no quer¨ªa hacer la misma historia de siempre. Pens¨¦ en los ind¨ªgenas del norte de Canad¨¢ y c¨®mo est¨¢n reaccionando. Seg¨²n mis prejuicios, pensar¨ªa que saldr¨ªan a defender el territorio y movilizarse contra las minas, pero me di cuenta de que es muy complicado. Seg¨²n se desarrolla la historia descubr¨ª que hay muchos ind¨ªgenas que necesitan trabajo y quieren hacerlo para la industria del gas. Otros no quieren hacerlo por la forma en que afecta a sus comunidades. Paralelamente, en el pasado el Gobierno de Canad¨¢ met¨ªa a los ni?os en internados para hacerlos buenos canadienses y los alejaba de sus tierras. Ahora s¨¦ que las cosas son mucho m¨¢s complicadas de lo que pensaba. Hay mucho conflicto dentro de las comunidades, pero tambi¨¦n a ra¨ªz de esto se han politizado y se han hecho m¨¢s conocedores de sus demandas y luchan por los derechos sobre tu tierra.
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