James Ellroy: ¡°La polic¨ªa de Los ?ngeles me pate¨® el culo tres veces y me alegro. Me lo merec¨ªa¡±
El maestro de la novela negra vuelve a Los ?ngeles en los a?os 40 con ¡®Esta tormenta¡¯ y habla de su obsesi¨®n por aquella ¨¦poca y por qu¨¦ la ¨²ltima pel¨ªcula de Tarantino es la mejor sobre Hollywood de la historia
La aversi¨®n de James Ellroy por los ordenadores y los tel¨¦fonos m¨®viles queda clara cuando te da la direcci¨®n de su casa en Denver. Ve por tal calle a la derecha, ver¨¢s unas escaleras, luego hay un bar a la izquierda, busca tal portal, dice desde un tel¨¦fono fijo con contestador. Estamos en otra ¨¦poca. Ellroy (Los ?ngeles, 1948) vive solo en un apartamento. Al otro lado del descansillo, est¨¢ el apartamento de su exmujer y ahora novia (¡°tenemos un buen arreglo¡±). Casas separadas, cada uno con llave de la del otro. Ella vive en el siglo XXI, con m¨®vil y televisi¨®n. Ellroy no tiene televisi¨®n, dice, desde hace medio siglo. Ni ordenador. Nunca ha tenido un tel¨¦fono m¨®vil. Ha escrito a mano sobre cuadernos una veintena de novelas que componen uno de los grandes legados de literatura policiaca norteamericana de cualquier ¨¦poca.
Soy un escritor cristiano. Mis personajes buscan la redenci¨®n a trompicones. A veces no lo consiguen y caen
La ¨²ltima de ellas se llama Esta tormenta (Penguin Random House), la continuaci¨®n de Perfidia?, y?se desarrolla en Los ?ngeles en 1942, en plena histeria antijaponesa tras el ataque al Pearl Harbor y con conspiradores comunistas y fascistas a los dos lados de la frontera.?Son las dos primeras de cuatro novelas que abarcar¨¢n un periodo determinado de la historia del crimen en la ciudad de Los ?ngeles. Son los a?os anteriores a su cuarteto de Los ?ngeles, otras cuatro novelas con las que retrat¨® el mundo criminal en la ciudad entre 1947 y 1958. De aquella serie, el gran p¨²blico conoce sobre todo L.A. Confidential (1990), convertida en una extraordinaria pel¨ªcula por Curtis Hanson. ¡°La gente se piensa que soy en experto en Los ?ngeles. No lo soy. La verdad es que la mayor parte de esta mierda me la invento. Ese es el poder de los libros, y me atrevo a decir que es la grandeza de los libros¡±.
PREGUNTA. Ha dicho en alguna ocasi¨®n que usted vive mentalmente en Los ?ngeles, en los a?os cuarenta. ?Qu¨¦ le hizo obsesionarse con contar esa atm¨®sfera?
La gente se piensa que soy en experto en Los ?ngeles. No lo soy. La verdad es que la mayor parte de esta mierda me la invento. Ese es el poder de los libros
RESPUESTA. Le contar¨¦ una an¨¦cdota de mi autobiograf¨ªa. En 1956, cuando ten¨ªa ocho a?os, yo cre¨ªa que la Segunda Guerra Mundial todav¨ªa segu¨ªa. Algo dije que hizo que mi madre se diera cuenta de esto. Y me dijo: No, hijo, la guerra acab¨® tres a?os antes de que t¨² nacieras¡¯. Digo de broma que no la cre¨ª. La Segunda Guerra Mundial est¨¢ omnipresente en la cultura norteamericana, est¨¢ profundamente incrustada en la conciencia del pa¨ªs. En el apartamento de mis padres en West Hollywood hab¨ªa un armario lleno de ejemplares de la revista Life. El taco era enorme. Hablaban del ataque de Pearl Harbor, del internamiento forzoso de japoneses, la guerra del Pac¨ªfico, la guerra de Europa, la guerra del Atl¨¢ntico, la posguerra, los comit¨¦s anticomunistas. Yo estaba fascinado con esas fotograf¨ªas y esas historias. Tras el asesinato de mi madre, en 1958, mi inter¨¦s se desvi¨® hacia novelas policiacas. Uno de los primeros que le¨ª fue un libro de Jack Webb, el creador de la serie Dragnet, que hablaba del asesinato de la Dalia negra. Aquel fue el primer crimen de LA al que me enganch¨¦. Como se sabe, se acab¨® mezclando con el asesinato de mi madre [en el libro La Dalia Negra].
P. ?Por qu¨¦ el punto de vista en los libros siempre es el de los polic¨ªas?
Yo creo que el crimen es un abandono moral individual, a escala epid¨¦mica
R. Amo a los polic¨ªas. Un detective de homicidios fue la persona que me explic¨® al nivel de un ni?o, el 22 de junio de 1958, que hab¨ªan asesinado a mi madre. ¡®?D¨®nde est¨¢ tu padre?¡¯. Yo entregu¨¦ mi coraz¨®n a esos t¨ªos en aquel momento. Y el crisol de una gran investigaci¨®n policial detallada es un buen gancho para colocar grandes novelas hist¨®ricas. Un hombre malo enamorado de una mujer fuerte, el comportamiento de una ¨¦poca, la pol¨ªtica, la raza, la influencia perniciosa de Hollywood.
P. ?Es importante que sus personajes tengan alg¨²n tipo de marco moral?
R. Tienen una estructura moral, aunque pueda ser inmoral al principio del libro. La gente cambia, sabes. Soy un rom¨¢ntico. Creo en la redenci¨®n. Creo que la moral es un arma de doble filo en la ficci¨®n. Vale para mostrar las horribles consecuencias de las acciones inmorales. Y para ver a la gente saliendo a rastras de la pocilga que es su vida. Eso lo ves en un polic¨ªa como Elmer Jackson (un polic¨ªa real de la ¨¦poca, antih¨¦roe que aparece en varios de los libros de la saga). Yo entiendo estas cosas. Entiendo el apetito y el deseo de redenci¨®n y la absoluta necesidad que hay de ello. Soy un escritor cristiano. Mis personajes buscan la redenci¨®n a trompicones. A veces no lo consiguen y caen. A veces, su salvaci¨®n es muy fr¨¢gil. Esta es mi definici¨®n de crimen: todos los conductistas, los socialistas y muchos progresistas tienden a pensar que es todo por la pobreza o por la injusticia racial. Yo creo que el crimen es un abandono moral individual, a escala epid¨¦mica. T¨² sabes que est¨¢ mal y lo haces de todos modos. Es una visi¨®n muy cristiana y muy protestante.
Yo no hablo de Trump. Me niego. No hablo de la Am¨¦rica de hoy. Y se lo dir¨¦ de entrada al que me pregunte: no, que te jodan
P. Usted tuvo su propia experiencia criminal.
R. S¨ª, y me avergonzaba de ello.
P. ?Pensaba entonces de la polic¨ªa lo mismo que ahora?
R. Me gusta la polic¨ªa. Tengo que decir que la polic¨ªa de Los ?ngeles me pate¨® el culo en al menos tres ocasiones y me alegro. Me hicieron da?o. Me lo merec¨ªa las tres veces.
P. ?Por qu¨¦ no encuentra inspiraci¨®n en el crimen actual? Los polic¨ªas, la corrupci¨®n, los muertos, las estrellas de cine y las prostitutas, siguen existiendo todos.
R. Pero la naturaleza de Los ?ngeles ha cambiado. En 1942 era una ciudad construida para un mill¨®n y medio de personas. Adem¨¢s, ahora se han roto las barreras del lenguaje. Es una sociedad pol¨ªglota. Probablemente hay tanta gente que habla espa?ol como gente que habla ingl¨¦s nativo. El Departamento de Polic¨ªa es un 56% latino. ?Tienen ordenadores en los coches de polic¨ªa! Yo no podr¨ªa escribir una novela de polis en un entorno contempor¨¢neo ni con una pistola apunt¨¢ndome a la cabeza.
P. ?La ciudad ya no est¨¢ ah¨ª?
R. No parece la misma. Hay un LA que yo recuerdo y que me acaba de volver de una manera muy fuerte en la pel¨ªcula de Tarantino (?rase una vez en Hollywood), que acabo de ver. Creo que es la mejor pel¨ªcula sobre Hollywood de la historia. Es mejor que Sunset Boulevard (El crep¨²sculo de los dioses, Billy Wilder, 1950). Me encogi¨® el coraz¨®n. Me desgarr¨®. Yo no he sido fan suyo y casi siento que le debo una disculpa por toda la mierda que he dicho sobre ¨¦l. Me encanta la pel¨ªcula. Amo a los perros y me encanta que el perro sea el h¨¦roe al final. Mira, yo ten¨ªa 21 a?os cuando el asesinato de Sharon Tate (1969). Y en la pel¨ªcula huele¡ como ol¨ªa. La m¨²sica... Pero m¨¢s que nada es la relaci¨®n entre los dos t¨ªos. Es una relaci¨®n de Hollywood cl¨¢sica y una gran pel¨ªcula de colegas. Trata sobre ese c¨®digo de las relaciones entre hombres, lo vac¨ªo que es. Es sobre hombres, en resumen. Ese verano yo trabajaba en una tienda de revistas porno en la esquina de Wilcox con Selma (Hollywood). Y las chicas, hermano, oh, las hippies. Las chicas est¨¢n tan bien en la pel¨ªcula. El estilo sin sujetador, el pelo en el sobaco, el autoestop, la promiscuidad y todo el rollo de mierda hippy.
P. ?Cu¨¢ndo supo que hab¨ªa alcanzado el ¨¦xito?
R. Yo supe desde muy pronto que ten¨ªa mucho talento y, de hecho, como ser humano era imparable. Pero el momento m¨¢s revelador de mi carrera fue cuando estaba escribiendo La Dalia Negra, ten¨ªa 37 a?os y viv¨ªa en un bajo en East Chester, Nueva York. Ya ten¨ªa el argumento de El gran desierto en la cabeza. Y en un segundo conceb¨ª los trazos generales de L.A. Confidential, que ser¨ªa el tercer libro del cuarteto. Con ese destello, me di cuenta de que puedo ejecutar cualquier cosa que conciba. Eso es lo que he hecho. Yo concibo de manera amplia y atrevida y adapto el lenguaje al libro, uno por uno.
P. ?Qu¨¦ lee?
R. De todos los libros de esta estanter¨ªa casi ninguno es actual. Hay algunos libros policiacos que me perd¨ª en los a?os ochenta y los estoy leyendo ahora. Incluso cuando era ni?o pensaba que ten¨ªa que leer a Ernst Hemingway o a William Faulkner. Nunca he le¨ªdo un libro de Faulkner. Prefiero leer un libro policiaco. ?Y qu¨¦? Ll¨¢mame poco le¨ªdo. A la mierda. Me voy a leer otro libro de misterio de la comisar¨ªa 87. Esa es la mierda que me gusta. Solo me gustan las pel¨ªculas policiacas. Solo me gustan las series de televisi¨®n policiacas. Yo s¨¦ lo que me gusta y lo que no. No me gusta la comedia, la odio. No me gusta el rock and roll y no me gusta la ciencia-ficci¨®n. Me gusta el boxeo y ning¨²n deporte m¨¢s.
P. Usted se define como muy conservador pero ha dicho que detesta a Trump. Cuando presente el libro en Europa, espere muchas preguntas sobre Trump.
R. Yo no hablo de Trump. Me niego. No hablo de la Am¨¦rica de hoy. Y se lo dir¨¦ de entrada al que me pregunte: no, que te jodan. Yo no hablo de Trump. ?l tampoco habla de m¨ª. Lo de Trump se ha acabado ya y es aburrido. Y mi libro va de Am¨¦rica en 1942.
Babelia
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