Sor cannabis, la falsa monja al frente de un imperio de la droga
El documental ¡®Rompiendo h¨¢bitos¡¯ muestra la reinvenci¨®n de una exejecutiva que fund¨® una empresa de venta de marihuana medicinal en California
Antes de colocarse un falso h¨¢bito y montar una congregaci¨®n dedicada al cultivo y venta masiva de marihuana medicinal, la hermana Kate era Christine Meeusen, una fiel sierva de ese dios llamado capitalismo. La estadounidense hab¨ªa desarrollado una exitosa carrera en el mundo corporativo cuando su marido, b¨ªgamo, desapareci¨® con todos sus ahorros tras 17 a?os de relaci¨®n. Con tres hijos adolescentes a su cargo y ante una crisis econ¨®mica que la hab¨ªa dejado sin trabajo, se mud¨® en 2008 a la casa de su hermano en Merced, en el Estado de California (Estados Unidos).
Quiz¨¢ fue el nombre de su nueva residencia, su educaci¨®n en colegios de monjas, sus casi 10 a?os viviendo en ?msterdam o una mezcla de todas estas circunstancias la que inspiraron a su esp¨ªritu emprendedor. Con descaro y mucha imaginaci¨®n, logr¨® inventarse una existencia alternativa en los a?os en el que el movimiento Occupy se expand¨ªa por todo el pa¨ªs.
Empez¨® vendiendo ung¨¹entos en una tienda virtual en Etsy y termin¨® contratando a varios guardaespaldas para protegerse de los hombres a los que hac¨ªa la competencia en el negocio de la droga. El director Robert Ryan se col¨® durante a?os en su disparatada vida para rodar el documental Rompiendo h¨¢bitos, que emite Movistar +.
El brit¨¢nico ley¨® la historia de esta irreverente emprendedora de 59 a?os cuando su testimonio salt¨® a las p¨¢ginas de medios como The Washington Post. Decidi¨® contactar con ella a trav¨¦s de Facebook para proponerle registrar su ca¨®tico d¨ªa a d¨ªa.
¡°Al igual que el espectador se queda enganchado con personajes de ficci¨®n como Walter White (Breaking Bad) o Jackie Peyton (Nurse Jackie), sab¨ªa que tambi¨¦n lo har¨ªa con alguien real como ella. Observar a alguien que desaf¨ªa las normas y juega con los l¨ªmites nos permite fantasear con c¨®mo ser¨ªamos nosotros si nos atrevi¨¦ramos tambi¨¦n a romper con todo¡±, comenta Ryan por tel¨¦fono a EL PA?S.
Aunque California legaliz¨® el consumo de marihuana con prescripci¨®n m¨¦dica en 1996, la hermana Kate tiene que hacer malabarismos para no incurrir en delitos con su particular modelo de negocio. Los aceites y c¨¢psulas que comercializa son, oficialmente, productos para aliviar los s¨ªntomas del insomnio, la artritis y la ansiedad. No hay herramienta que no le resulte ¨²til en su castillo de naipes. A trav¨¦s su cuenta de Instagram promociona casi a diario los beneficios de su estilo de vida.
Cuanto m¨¢s descubr¨ªa de las circunstancias de su protagonista, m¨¢s choques culturales enfrentaba el cineasta. La California que encontr¨® en Merced transcurre en una realidad mucho m¨¢s precaria de lo que suele reflejar la televisi¨®n y el cine. ¡°No paraba de pensar que algo as¨ª solo puede pasar en Estados Unidos. Lo m¨¢s impactante era ver la naturalidad con la que all¨ª se manejan armas. Es un reflejo de la desesperaci¨®n que sienten sus ciudadanos¡±, comenta ahora.
El imperio del cannabis de Meeusen crec¨ªa al tiempo que su ¨¢lter ego se hac¨ªa popular en los medios de comunicaci¨®n estadounidenses. Y empezaron a llegar a su plantaci¨®n de marihuana las primeras mujeres que deseaban responder a su llamada. ¡°Su testimonio conect¨® con mujeres que tambi¨¦n arrastraban una tortuosa historia de vida. Algunas de ellas se atrevieron a dar el paso y mudarse con ella¡±, cuenta el director.
Sisters of the Valley (hermanas del valle) se llama la congregaci¨®n en torno a la que se construye esta lucrativa empresa que ha afectado inevitablemente a la vida familiar de su fundadora. Su hijo mayor es una pieza clave en su complicado entramado empresarial.
La estadounidense, que no se declara religiosa, prefiere definirse como l¨ªder de un movimiento espiritual. ¡°No pasamos nuestro tiempo rezando de rodillas, pero cuando cultivamos nuestra medicina lo hacemos en un ambiente de oraci¨®n; es nuestro tiempo de oraci¨®n¡±, contaba hace a?os la autodenominada hermana Kate al canal de televisi¨®n ABC.
Tras a?os observ¨¢ndola, el director de Rompiendo h¨¢bitos la define como una superviviente que ha convertido su hast¨ªo en anarqu¨ªa. ¡°No creo que se ponga un h¨¢bito para enga?ar a la opini¨®n p¨²blica. Es su armadura. Solo quiere sentirse protegida en un mundo que le ha dado la espalda. Supongo que conf¨ªa en que incluso los tipos malos se lo piensen dos veces antes de disparar a alguien con pinta de monja¡±, bromea Ryan.
La hermana Kate y compa?¨ªa, ech¨¢ndole morro a la vida desde su cuenta de Instagram.
Babelia
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