Kristen Stewart, una voz para toda una generaci¨®n
"Me siento atacada, como muchos estadounidenses, por mi Gobierno", asegura la actriz en la presentaci¨®n en San Sebasti¨¢n de 'Seberg'
Kristen Stewart (Los ?ngeles, 29 a?os) dice que cuando ley¨® el guion de Seberg sinti¨® que era una historia que ten¨ªa que ser contada, pero la actriz no va m¨¢s all¨¢, ni ahonda en los evidentes paralelismos entre ambas int¨¦rpretes, ella y Jean Seberg, estadounidenses que han encontrado en Francia directores que las entendieran y un tipo de cine en el que encontrar acomodo a su voz, e incluso las dos, mujeres ultravigiladas: Stewart por los medios de comunicaci¨®n y las redes sociales, Seberg por el FBI. De eso va la pel¨ªcula, de c¨®mo el organismo que a¨²n dirig¨ªa Hoover decidi¨® destrozar a la protagonista de Al final de la escapada cuando empez¨® a financiar obra social destinada a ni?os negros, primero, y a los panteras negras (partido radical afroamericano), despu¨¦s. "No creo que Seberg intentara romper reglas en los sesenta", cuenta la actriz de Viaje a Sils Maria, Personal Shopper y s¨ª, Crep¨²sculo, a un grupo de periodistas. "Sencillamente, quiso encontrar su lugar en el mundo, y en aquella ¨¦poca en su motivaci¨®n por ser artista encontr¨® en Francia un paisaje existencialista en el que explor¨® en el cine. Hoy vivimos otras culturas, sobre todo en cuanto a la juventud y las mujeres".
En Seberg ¡ªque no tiene a¨²n fecha de estreno en Espa?a y que en el Festival de San Sebasti¨¢n inaugura la secci¨®n Perlak¡ª, el director Benedict Andrews muestra ¡ªcon cierta falta de br¨ªo¡ª el espionaje al que fue sometida la actriz en sus estancias en EE UU, a finales de los sesenta, cuando rod¨® La leyenda de la ciudad sin nombre, Aeropuerto y Macho Callahan, a?os en los que se involucr¨® en la lucha antirracista de la poblaci¨®n afroamericana. Tal vez demasiado: tuvo un affaire con el l¨ªder Hakim Jamal, primo de Malcom X, y su chequera siempre disponible para los panteras negras llam¨® la atenci¨®n del FBI, que hizo todo lo posible para arruinar su vida profesional y personal ¡ªen ese momento estaba casada con el novelista Romain Gary¡ª. "Yo no me siento atacada de manera espec¨ªfica, como le pas¨® a Seberg", incide la actriz, "pero de manera m¨¢s general, me siento atacada, como muchos estadounidenses, por mi Gobierno". Y prosigue: "Estados Unidos est¨¢ en guerra consigo mismo. A veces es dif¨ªcil reconocer a mi pa¨ªs en el panorama actual. Sin embargo, estoy esperanzada, hay elecciones pronto. Cuando la gente es infeliz se desconecta del resto. Es tiempo de reconectarnos".
Hacer de Jean Seberg podr¨ªa incluso haber sido terap¨¦utico para Stewart. Una actriz puede sentirse reconfortada al escuchar sus miedos en el personaje que encarna de otra actriz: "En el arte, las cosas se ponen interesantes cuando sientes miedo. Es el primer paso para cualquier conversaci¨®n filos¨®fica, y para que te sientas comprometido con lo que haces. Tambi¨¦n reconozco que el regalo de poder compartir un trabajo con el p¨²blico es maravilloso. Si te encierras, si te proteges, crear¨¢s algo aburrido y sin inter¨¦s, que no vale la pena. Mi suerte es que distingo muy bien mi trabajo de mi vida, las tengo claramente compartimentadas y no necesito una vida alternativa en el cine para completar la m¨ªa. No confundo. Pero insisto: cuando algo te asusta, suele merecer la pena", responde. Stewart lleva al cuello cadenas variadas, incluida una con un candado. Su sombra de ojos es una mancha negra rectangular que remarca una mirada que chisporrotea. Los directores que han trabajado con ella hablan de alguien dulce, t¨ªmida, con mucho criterio y una cabeza muy bien amueblada. En las entrevistas prefiere las respuestas largas, incluso si a mitad de su discurso para porque duda y se autocorrige. Recuerda mucho en esa forma de hilvanar sus parlamentos a su compa?ero de Crep¨²sculo, Robert Pattinson.
Un 'Los ¨¢ngeles de Charlie' femenino
El siguiente estreno de Kristen Stewart ser¨¢ la versi¨®n de Los ¨¢ngeles de Charlie (en Espa?a se ver¨¢ desde el 29 de noviembre) escrita y dirigida por Elizabeth Banks. "Como nuevas ¨¢ngeles, no somos superheroinas, sino que hacemos cosas como podr¨ªan hacerlas el resto de las mujeres. Y solo logramos el ¨¦xito si nos mantenemos juntas", asegura Stewart. "Pocas pel¨ªculas han tenido un coraz¨®n y una perspectiva tan femenina. No reproducimos comportamientos masculinos de esos de machotes peg¨¢ndose ante la c¨¢mara. Todo en esta pel¨ªcula es m¨¢s l¨®gico, cari?oso, femenino. Como la nueva sororidad, cuidamos unas de otras". Y antes de acabar, apunta: "Y muy divertida, porque Banks es muy divertida. No es una pel¨ªcula de furia y peleas, porque la sociedad actual no debe basarse en furias y peleas, sino en encuentros y conversaciones. Por supuesto, hay acci¨®n, pero con sentido".
A Kristen Stewart le gusta trabajar en historias que sienta necesarias para los espectadores. "Esta lo era. No tanto por contar de manera muy espec¨ªfica lo que Seberg vivi¨®, sino c¨®mo a trav¨¦s de ella llegamos a un tiempo y un lugar". Pero la francesa fue una de las pioneras en usar su posici¨®n de estrella para ser portavoz de causas sociales, algo que hoy en d¨ªa ha devenido en habitual. "Y me parece bien que todos usemos los altavoces, las plataformas que nos rodean para dejar claras nuestras opiniones", asegura. "No me refiero solo a actores y actrices famosos, sino a todo el mundo. Para eso est¨¢n las redes sociales, o para eso deber¨ªan de servir, para ser uno mismo. En realidad, no s¨¦ qu¨¦ hago hablando de estas redes si no tengo. Yo reconozco que vivo en un lugar privilegiado y me beneficio de ello. Ni siquiera tengo que alzar la voz: vosotros periodistas me hac¨¦is las preguntas. Bueno, no soy especial y creo que la conversaci¨®n se ha abierto con las redes sociales a todo el mundo".
Cuando le preguntan sobre si se siente espiada en el mundo actual, Stewart bromea, de manera temeraria, sobre las intenciones de los productores de la pel¨ªcula, Amazon Studios. Se pone seria y entra a ello: "No toda la sociedad es un conjunto cerrado. Y por eso no hay que mosquearse cuando alguien opina lo contrario que t¨² [Stewart gesticula como si gritara]. A veces ah¨ª est¨¢s proyectando tus propias inseguridades en otra gente".
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