Cara a cara entre la viuda y el asesino
El documental 'Zubiak' re¨²ne en conversaci¨®n a Maixabel Lasa, viuda del pol¨ªtico vasco Juan Mar¨ªa J¨¢uregui, con uno de los etarras que lo mataron
El 29 de julio de 2000 Juan Mar¨ªa J¨¢uregui, pol¨ªtico socialista de 49 a?os, ex gobernador civil de Guip¨²zcoa, fue asesinado en el restaurante Front¨®n de Tolosa, en Gipuzkoa, por los miembros del comando Buruntza, que lo mataron con dos tiros en la nuca. En junio de 2019, su viuda, Maixabel Lasa, comi¨® con uno de los tres etarras que compon¨ªan el comando, Ibon Etxezarreta, delante de las c¨¢maras de Jon Sistiaga y Alfonso Cort¨¦s-Cavanillas, para el documental Zubiak (ETA, el fin de silencio).?Lasa no solo comi¨® con Etxezarreta, sino que le cocin¨® en la sociedad gastron¨®mica que ocupa el local donde anteriormente tuvo un bar restaurante la familia J¨¢uregui.
"Nos une una historia que solo acabar¨¢ cuando uno de los dos ya no est¨¦ aqu¨ª", le dice Lasa a Etxezarreta. Directora de la Direcci¨®n de V¨ªctimas del Terrorismo del Gobierno vasco durante una d¨¦cada, Lasa conoce a Etxezarreta desde hace casi un lustro, cuando el preso de ETA se acogi¨® a la v¨ªa Nanclares?de reinserci¨®n. "Nosotros hemos estado varios meses preparando ese encuentro, porque no solo era que comieran, sino que se pusieran delante de las c¨¢maras y hablaran", recuerdan en San Sebasti¨¢n los codirectores Sistiaga y Cort¨¦s-Cavanillas. El documental, proyectado en el festival dentro de la secci¨®n Made in Spain, forma parte de una serie que la pareja ha filmado sobre ETA y el Pa¨ªs Vasco para Movistar. Pero Zubiak, que dura hora y media, puede que se estrene tambi¨¦n en salas.
En Zubiak la primera hora sirve para mostrar qui¨¦n era J¨¢uregui, el primer gobernador de Gipuzkoa en poner la ikurri?a en Legorreta, su pueblo natal, el pol¨ªtico socialista que impuls¨® la investigaci¨®n del caso Lasa y Zabala, cuyos cuerpos fueron hallados en Alicante tras haber sido torturados, investigaci¨®n que le enfrent¨® al general de la Guardia Civil Enrique Rodr¨ªguez Galindo. M¨¢s a¨²n: el mismo J¨¢uregui, militante durante 16 a?os del Partido Comunista, hab¨ªa pertenecido a ETA y pasado a?o y medio en prisi¨®n durante la dictadura franquista. Todo este curr¨ªculo era absolutamente desconocido para Etxezarreta, que sencillamente solo sab¨ªa que era un objetivo en su lista. ?l condujo el coche del que se bajaron Luis Mar¨ªa Carrasco y Patxi Xabier Makazaga para cometer el atentado. "Pero yo soy tan autor material como ellos, mi nombre est¨¢ ligado al sufrimiento de sus familias de por vida", cuenta en la pantalla el exetarra, en prisi¨®n desde 2004 tras ser condenado por 20 atentados, cuatro de ellos con v¨ªctimas mortales. Sistiaga apunta: "Hemos tendido a hacer que las v¨ªctimas solo sean una fotograf¨ªa de carnet. Hemos luchado porque Juan Mari sea una persona viva, que le corpore¨ªces".
En Zubiak, recordando ese reguero de muertes ¡ªque en 2000 acab¨® con otras figuras claves como Ernest Lluch, Fernando Buesa o Jos¨¦ Luis L¨®pez de Lacalle¡ª el expresidente del Partido Socialista de Euskadi Jes¨²s Eguiguren expone c¨®mo acab¨® mecaniz¨¢ndose el rito de enterrarlos y de buscar a un sustituto en el cargo del fallecido. Lacalle y J¨¢uregui eran muy amigos y a mitad de metraje sus viudas charlan sobre sus maridos, sus f¨¦rreas convicciones pol¨ªticas, a veces alejadas de las de ellas. Hay m¨¢s testimonios sobrecogedores, como los del periodista Jaime Otamendi, que estaba con J¨¢uregui cuando lo asesinaron y que se plantea si pudo hacer algo (aunque Eguiguren apunta: "Juan Mari se sent¨ªa tan orgulloso de ser vasco que quiz¨¢ baj¨® la guardia"); el de otro periodista, Gorka Land¨¢buru, al que casi mata ETA con un sobre explosivo; el de Xavier Iraola, entonces alcalde de Tolosa, que no logr¨® que toda la corporaci¨®n condenara el atentado, o el de Ignacio Latierro, uno de los fundadores de la librer¨ªa Lagun.
Pero la fuerza de las palabras de Lasa y Etxezarreta propulsan el documental. Para la viuda supone una satisfacci¨®n que de los tres etarras que acabaron con su marido, "dos se han arrepentido y saldr¨¢n de la c¨¢rcel con el trabajo hecho, sin creerse salvapatrias". El preso, que todas las noches retorna a la c¨¢rcel de Vitoria, "ha hecho un tr¨¢nsito tremendo moral e intelectual", seg¨²n Cort¨¦s-Cavanillas. Porque ni siquiera fue de los primeros en apuntarse a la v¨ªa Nanclares y hoy le dice a su compa?era de mesa: "Yo nunca te he pedido perd¨®n porque lo que hice fue imperdonable". Y explica sus dudas antes de iniciar los encuentros: "Te planteas cu¨¢les tienen que ser los primeros pasos, si va a servir de algo". Y ambos recuerdan una de las primeras frases que ella dijo cuando se conocieron: "Prefiero ser la viuda de Juan Mari que tu madre". A lo que ¨¦l remata: "Al final, hubiera preferido ser Juan Mari que Ibon". Pero Lasa intercede: "Vosotros, hoy, sois los mayores deslegitimadores del uso de la violencia".
Los dos cineastas explican: "Ibon es ahora un ser ¨¦tico, y antes no lo era. Posee cierta moral. Solo vive su presente, no cree tener futuro. Este documental, pensamos, tiene muchos subtextos, reflexiones sobre el acercamiento de presos y sobre la evoluci¨®n de Euskadi". Maixabel cuenta desde pantalla: "?Sabes? Juan Mari so?¨® la noche anterior que lo mataban. Cuando vi su cuerpo y su sonrisa en la boca, parec¨ªa que dec¨ªa: 'Me hab¨¦is matado pero esto lo vamos a ganar'. Ahora, hablando contigo, Ibon, siento que dejo atr¨¢s algo de mochila".
Babelia
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