Un ¡®banksy¡¯ con un Parlamento brit¨¢nico lleno de monos, vendido por 11 millones de euros

La mayor bofetada a la clase pol¨ªtica brit¨¢nica no ha venido esta vez del electorado sino del enigm¨¢tico artista grafitero Banksy. La casa de subastas Sotheby's ha establecido este jueves un nuevo r¨¦cord al vender por m¨¢s de 9,8 millones de libras (11 millones de euros) un ¨®leo del artista titulado?Parlamento transferido (Devolved Parliament), en el que se puede ver a 150 chimpanc¨¦s haciendo de parlamentarios en la sede de la C¨¢mara de los Comunes. Uno de ellos est¨¢ de pie y representa a la figura del primer ministro respondiendo a algunas de las preguntas. La casa de subastas hab¨ªa calculado que cerrar¨ªa la puja en una cantidad entre 1,5 y 2 millones de libras (entre 1,6 y 2,2 millones de euros). Tras 13 minutos de subasta, el precio multiplic¨® por m¨¢s de cinco las previsiones.

El ¨®leo de 2009, que mide 2,5 metros de ancho por 4,2 de alto (el m¨¢s grande conocido del pintor), pertenec¨ªa a un coleccionista privado, aunque el p¨²blico pudo disfrutar de ¨¦l en Bristol -considerada la localidad natal de Banksy- durante algunos meses antes de que Sotheby's preparara la gran subasta. Este es el mayor precio alcanzado por una obra de este enigm¨¢tico artista, cuyo esp¨ªritu antisistema y provocador ha cautivado a los amantes del arte en todo el mundo.

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Hace un a?o, Banksy protagoniz¨® en la misma casa de subastas una performance que dej¨® con la boca abierta a todos los presentes: se subastaba entonces el cuadro Ni?a con globo y el artista hab¨ªa sido capaz de introducir sin que nadie lo advirtiera una maquina trituradora de papel en el marco del cuadro. Ante el pasmo de los asistentes y nada m¨¢s terminar la subasta, el lienzo -adjudicado por 1,04 millones de libras esterlinas (1,18 millones de euros en ese momento)- fue semidestruido. Aunque, en todo caso, no del todo, ya que la mitad sobrevivi¨® y ahora esta obra de arte con un lienzo triturado es una de las m¨¢s cotizadas por los coleccionistas de arte.

Algunas gamberradas de Banksy han logrado incluso sacar una sonrisa en el establishment brit¨¢nico, como cuando logr¨® colar en la zona de arqueolog¨ªa del Museo Brit¨¢nico una piedra con una figura aparentemente de arte rupestre pero que en realidad era un monigote empujando un carrito de la compra.

Con los a?os, Banksy no ha perdido su capacidad de sorprender ni su esp¨ªritu provocador, pero ha comenzado a preocuparse m¨¢s por sus finanzas. Una empresa concreta, Pest Control, se encarga de verificar la autenticidad de sus obras y de vigilar que no figuren por el mercado falsas copias. El car¨¢cter gamberro del artista ha acabado teniendo la categor¨ªa de arte pol¨ªticamente correcto, y a nadie le sorprende ya ver por las calles camisetas con sus monos, ratas, polic¨ªas y esl¨®ganes provocadores. Un Parlamento lleno de monos es en estos momentos, probablemente, la provocaci¨®n que m¨¢s simpat¨ªas pod¨ªa despertar entre un p¨²blico brit¨¢nico que ha dejado de tener confianza en sus pol¨ªticos y que mira con cierto hast¨ªo los largos e in¨²tiles debates de Westminster.