Cuando la hero¨ªna del filme no necesita que nadie la salve

Sus padres se conocieron en el cineclub de la universidad, ella creci¨® rodeada de pel¨ªculas y, cuando en el instituto la vida se le complic¨®, empez¨® a ¡°buscar otros mundos¡± para no tener que quedarse solo con este, porque este no le gustaba demasiado. ¡°Llevaba libros a clase y me quedaba dormida en la biblioteca, como Bastian en La historia interminable¡±, dice. Alice Waddington (Bilbao, 29 a?os) no se llama Alice Waddington ¡ª su nombre es Irene; su apellido, un misterio¡ª, pero como tal firm¨® la primera vez que se la incluy¨® en los t¨ªtulos de cr¨¦dito de una pel¨ªcula, Ander, de Roberto Cast¨®n. Ten¨ªa 16 a?os y figuraba como asistente del director de fotograf¨ªa Kike L¨®pez. ¡°Empez¨® como una broma, un gui?o a un ser querido, y luego se me hac¨ªa raro cambiarlo porque era as¨ª como me conoc¨ªa todo el mundo¡±, aclara. Aunque de peque?a quer¨ªa ser fot¨®grafa (¡°fot¨®grafa de moda o de guerra¡±), ha acabado dirigiendo pel¨ªculas retrofuturistas protagonizadas por estrellas de Hollywood, como la scream queen del momento, Emma Roberts.

Al d¨ªa siguiente del pase en el festival de Sitges de Paradise Hills, su debut en largo ¡ªDisco Inferno (2015), el corto por el que se la conoc¨ªa hasta la fecha, estuvo en m¨¢s de 70 festivales¡ª, tiene, dice, ¡°resaca emocional¡±. Viste de negro y recuerda ¡°haber llorado mucho¡± la noche anterior porque estaban all¨ª sus padres y era la primera vez que ve¨ªa en una sala abarrotada su propia creaci¨®n. Su recorrido festivalero empez¨® en Sundance. La pel¨ªcula la ha hecho, asegura ¡°para mi yo de 13 a?os¡±, una Alice / Irene entonces acosada por todos aquellos que no la entend¨ªan y que hubieran querido cambiarla, a la manera en que los padres de las chicas protagonistas de Paradise Hills quieren cambiar a sus hijas para que encajen en el esquema que esperan de ellas. ¡°Las pel¨ªculas me han salvado la vida¡±, asegura. Si tuviera que quedarse con una, esa que ve¨ªa repetidamente, ¡°a la que me agarraba cuando me sent¨ªa sola¡±, elige Dentro del laberinto, de Jim Henson, la ¨²nica protagonizada por una chica.

Waddington es consciente de estar tratando de subvertir desde dentro la tendencia del cine de g¨¦nero a perpetuar ¡°narrativas masculinas¡±, y formar parte de ¡°una ola de cambio¡± encabezada, en su opini¨®n, por Jennifer Kent (The Babadook) y Anna Biller (The Love Witch). ¡°?Hay un planeta entero por explorar entre una y otra! Y es en ese planeta en el que quiero vivir. No quiero hacer otra cosa que cine de terror o ciencia ficci¨®n hasta que me muera¡±, sentencia. La historia de Paradise Hills, cuyo guion firman su ¡°amigo del alma¡± Nacho Vigalondo y Brian DeLeeuw, parece deberle algo a Las mujeres perfectas de Ira Levin (novela llevada al cine por ¨²ltima vez en 2004 por Frank Oz). En realidad, desciende m¨¢s, en su concepto, a El prisionero, Picnic en Hanging Rock y La fuga de Logan, y, en intenci¨®n, ¡°a acabar con la idea de que, en el mundo de hoy, hay que ser perfecto y crear un avatar propio y vac¨ªo para existir¡±, apunta.

En la pel¨ªcula, Uma (Roberts) despierta en el Para¨ªso, una aparentemente perfecta instituci¨®n de reacondicionamiento de chicas d¨ªscolas dirigida por la Duquesa (Milla Jovovich), para curarse de su odio al que ser¨¢ su futuro marido por imposici¨®n materna. En el lugar ¡ªde est¨¦tica steampunk¡ª, de un victorianismo en el que lo que se viste tiene especial importancia, que esconde un oscuro y horrible secreto, descubrir¨¢ que ¡°la amistad entre chicas es una forma de familia¡± y que ¡°no necesita que nadie la salve, que puede salvarse a s¨ª misma¡±. Y contin¨²a: ¡°Era muy importante para m¨ª desterrar la idea de la competencia femenina, y acabar con todos los t¨®picos del g¨¦nero, en un entorno barroco, de jaulas de oro de cuento de hadas con personajes tan diversos ¡ªracial, corporal y sexualmente¡ª como me fuera posible¡±.