Ricardo III en el Despacho Oval
Miguel del Arco dirige una versi¨®n libre del drama de Shakespeare que establece claros paralelismos entre el gran villano del teatro y el presidente Trump
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El villano por excelencia del teatro es el Ricardo III de Shakespeare. Por eso tambi¨¦n es uno de los papeles m¨¢s codiciados por los actores: al p¨²blico le chiflan los malos. Y esta es precisamente la cuesti¨®n que empuj¨® al dramaturgo y director Miguel del Arco a montar la en¨¦sima puesta en escena de esta obra, la m¨¢s representada del Bardo en el mundo, por encima de Hamlet: ?por qu¨¦ un personaje contrahecho y cruel, que incluso se vanagloria de su vileza, resulta tan seductor? Pregunta que, trasladada al presente, queda formulada de la siguiente manera en su espect¨¢culo: ?c¨®mo es posible que tantos ciudadanos voten y entreguen voluntariamente el poder a pol¨ªticos que no solo no ocultan su inmoralidad y su codicia, sino que alardean de ello y son admirados por eso?
Del Arco admiti¨® ayer en la presentaci¨®n de su montaje ¡ªque se estrena este jueves en el Teatro Pav¨®n Kamikaze de Madrid¡ª que su propuesta establece claros paralelismos entre Ricardo III y l¨ªderes populistas como Donald Trump, Jair Bolsonaro y Boris Johnson. No dej¨® lugar a dudas y se despach¨® a gusto: ¡°Es incre¨ªble, estos tipos se enorgullecen de ser villanos y se les admira por ello. Carecen de empat¨ªa, desprecian a los d¨¦biles, se burlan de la bondad, reconocen que est¨¢n dispuestos a todo por mantenerse en el poder y, siendo as¨ª, arrastran miles de seguidores¡±. Adem¨¢s, prosigui¨®, son unos grandes mentirosos: ¡°Ricardo III es un maestro de las fake news. 'Haz correr el rumor de que Ana, mi esposa, est¨¢ enferma y a punto de morir. Es preciso que me case con la hija de mi hermana', ordena a uno de sus consejeros¡±.
Israel Elejalde interpreta al gran villano. Y tampoco deja lugar a dudas sobre qui¨¦n ha sido su fuente de inspiraci¨®n: ¡°Siempre me ha venido la imagen de Trump. Ese pelo de buf¨®n, su torpes movimientos, esa media sonrisa que recuerda a la de Joker [la n¨¦mesis de Batman]. ?C¨®mo puede ser que un fantoche como este provoque admiraci¨®n?¡±, se preguntaba ayer el actor.
Adem¨¢s de Trump y el Joker de Heath Ledger, el actor se?al¨® otras referencias en su trabajo: ¡°El Hitler de Bruno Ganz en la pel¨ªcula El hundimiento y el feo de los hermanos Calatrava¡±, resumi¨®, esto ¨²ltimo entre risas. ¡°Lo que quiero decir es que he perseguido un monstruo, no justifico ninguna de sus vilezas, a veces se le intenta disculpar porque es un tullido deforme, pero lo cierto es que Shakespeare no lo hizo. Es un villano extremo, una especie de medidor de vileza: sirve para calcular lo cerca o lejos que estamos de la maldad¡±, a?adi¨®.
Elejalde y Del Arco, que llevan a?os trabajando juntos y son socios fundadores del teatro Pav¨®n Kamikaze, confesaron ayer tambi¨¦n que la decisi¨®n de poner en pie este texto en este momento no es casual. ¡°Despu¨¦s del 15-M nos sali¨® montar El mis¨¢ntropo [de Moli¨¨re], que representa la dignidad extrema, el rechazo a la hipocres¨ªa. Despu¨¦s, con el surgimiento de los nuevos partidos que parec¨ªa que iban a impulsar una regeneraci¨®n de la democracia, el cuerpo nos pidi¨® hacer Hamlet. Y ahora, en este momento de descr¨¦dito absoluto de las instituciones y la aparici¨®n de personajes perversos en la pol¨ªtica, cuadra Ricardo III¡±, repas¨® Elejalde.
Otros seis actores acompa?an a Elejalde en escena desdobl¨¢ndose en m¨²ltiples personajes a los que Del Arco, que ha escrito la versi¨®n a medias con el dramaturgo Antonio Rojano, ha dotado de mayor relieve que Shakespeare. ¡°Una persona as¨ª no llega al poder sola, los que le ayudan suelen ser tan malos como ¨¦l ¡ªcoment¨® el director¡ª. Tambi¨¦n son preocupantes esos ricarditos. En Espa?a por suerte no tenemos a un Ricardo III en el poder, pero s¨ª muchos de esos ricarditos a los que les llena la boca de patria y de ira por los desvalidos, y que est¨¢n alterando ya la convivencia. Y otros que no son capaces de llegar a acuerdos porque solo miran por sus intereses partidistas¡±. Ya lo dej¨® escrito Shakespeare: ¡°Ricardo solo ama a Ricardo¡±.
Juicio al mercader de Venecia
Una pregunta ronda machaconamente el mundo del teatro: ?c¨®mo seguir haciendo hoy a Shakespeare, despu¨¦s de tantas y tantas veces visto? Adem¨¢s del Ricardo III de Miguel del Arco, puede verse estos d¨ªas en Madrid la revisi¨®n de otra de sus obras, El mercader de Venecia, en el Teatro de la Abad¨ªa. Un espect¨¢culo que tambi¨¦n es una versi¨®n muy libre escrita por Jose Padilla, en realidad una reescritura que adopta un t¨ªtulo diferente: Mercaderes de Babel.
Con una estructura metateatral, la obra se centra en el juicio a Shylock, el jud¨ªo protagonista de la obra original de Shakespeare. De hecho, el espect¨¢culo es en s¨ª mismo un juicio que se le hace a ese personaje desde el siglo XXI. ¡°Es el thriller de un juicio. Los procesos son dispositivos muy ¨²tiles y muy atractivos porque nunca se sabe los giros que pueden dar, lo que puede surgir para salvar al personaje que est¨¢ siendo juzgado¡±, explica Padilla.
Dirigido por Carlos Aladro, el espect¨¢culo alterna el texto de Padilla con el original de Shakespeare. Adem¨¢s, se desarrolla en dos tiempos (el siglo XVI y el XXI), dos idiomas (ingl¨¦s y espa?ol) y dos ciudades (Venecia y Belmont). ¡°Hemos acabado rendidos ante Shakespeare. Dandole las gracias por desatar la pasi¨®n absurda de seguir dialogando con un material de hace m¨¢s de cinco siglos¡±, dice Aladro.
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