El torero Gonzalo Caballero, sedado tras la segunda operaci¨®n por su grave cornada
El diestro madrile?o sufri¨® el s¨¢bado una cogida en Las Ventas que le seccion¨® la vena femoral
El torero madrile?o (Madrid, 1991) es un caso ¨²nico; desde que tom¨® la alternativa el 3 de octubre de 2015 en la Feria de Oto?o, ha pasado m¨¢s tiempo vestido con el pijama verde de hospital que enfundado en el traje de luces.
Valga la exageraci¨®n para explicar que su trayectoria taurina se mueve peligrosamente entre la mala suerte y el atropello de la raz¨®n, de modo que su cuerpo es carne de ca?¨®n y su figura huele a hule.
En este momento, se encuentra en la UCI de un hospital madrile?o, sedado y conectado a ventilaci¨®n mec¨¢nica despu¨¦s de la muy grave cogida que sufri¨® el s¨¢bado en la plaza de Las Ventas a manos de un toro astifino de la ganader¨ªa de Valdefresno. Al entrar a matar, fue dram¨¢ticamente volteado y sufri¨® una herida en el muslo izquierdo con dos trayectorias, de 30 y 25 cent¨ªmetros que secciona la vena femoral y las ramas colaterales. Intervenido en la enfermer¨ªa de la plaza, fue trasladado al hospital Francisco de As¨ªs, donde volvi¨® a ser operado de madrugada para una exploraci¨®n m¨¢s profunda de la herida y analizar posibles consecuencias en el nervio ci¨¢tico y los ri?ones.
En fin, que Gonzalo Caballero est¨¢ vivo de milagro, gracias a la profesionalidad del excelente equipo m¨¦dico de la plaza de Madrid, que tuvo que utilizar hasta seis bolsas de sangre en la cura de urgencia, y que ahora espera que la larga rehabilitaci¨®n no deje secuelas f¨ªsicas en el torero.
De cualquier modo, Caballero es un caso extremadamente singular. Sobrado de valor, dotado de una fuerte personalidad en el ruedo y poseedor de un emocionante concepto del toreo, pertenece a ese reducido y peligroso grupo de toreros que desprende la permanente sensaci¨®n de estar a merced del toro y, por tanto, cercano a la voltereta. Su corta trayectoria en festejos as¨ª lo demuestra.
Tras tomar la alternativa en Madrid en el oto?o de 2015, sufri¨® una cogida grave en el muslo izquierdo en San Isidro del a?o siguiente; se salv¨® en 2017, pero volvi¨® a caer herido en 2018 en la misma pierna y en el mismo ciclo ferial. Y en mayo de este a?o, otra vez en Madrid, un toro de de El Pilar lo mand¨® a la enfermer¨ªa, tambi¨¦n al entrar a matar, con una herida de 25 cent¨ªmetros en el muslo izquierdo.
Reaparec¨ªa este s¨¢bado con la ilusi¨®n por las nubes y el sue?o de salir por la Puerta Grande; de hecho, ese fue el deseo que le transmiti¨® el cirujano de la enfermer¨ªa, M¨¢ximo Garc¨ªa-Padr¨®s, en el brindis con el que el torero le agradeci¨® las atenciones recibidas tras la cogida de San Isidro.
Pero le falt¨® tiempo a Caballero para verle la cara otra vez al m¨¦dico, con el mismo traje de luces del pasado mayo, grana y oro, manchado de la mucha sangre que manaba a borbotones de su pierna.
Una pierna, el muslo izquierdo, que la tiene hecho un cristo, acribillada por las repetidas heridas que ha sufrido en la misma zona; una pierna que parece abonada a los astifinos pitones de los toros que Caballero suele lidiar cada vez que hace el pase¨ªllo en Madrid.
Volver¨¢, y ojal¨¢ que sea pronto, a los ruedos este torero que hasta ahora no ha tenido la compa?¨ªa de la suerte; y que ha sido conocido por su estrecha amistad con la hija de la Infanta Elena, Victoria Federica, con quien se le ha atribuido un presunto noviazgo que no ha pasado de la rumorolog¨ªa popular.
La verdad es que son buenos amigos. Un conocido com¨²n le present¨® un d¨ªa a Felipe Juan Froil¨¢n, el primog¨¦nito de la hija del Rey em¨¦rito, con quien hubo qu¨ªmica desde el principio, y, a continuaci¨®n, apareci¨® en escena Victoria. La simpat¨ªa inicial ha madurado en un afecto mutuo, cimentado, adem¨¢s, por la conocida afici¨®n taurina de los nietos de don Juan Carlos, que han heredado de su abuelo y su madre. Los dos hermanos, y especialmente, la joven Victoria, son fieles seguidores del torero y sufren desde el tendido cada vez que su amigo se viste de luces.
De todos modos, poco se habla ¨²ltimamente de esta relaci¨®n y no hay prueba gr¨¢fica de que Victoria Eugenia hubiera estado presente el s¨¢bado en la plaza de Las Ventas.
Sea como fuere, el que s¨ª estuvo fue Gonzalo Caballero, que volvi¨® de nuevo al lecho del dolor, y lucha para salir adelante y recuperar una carrera en la que ha puesto toda su ilusi¨®n, pero que, hasta el momento, no le ha ofrecido facilidades.
Ha toreado poco desde 2015, ¡ªno llega a los 30 festejos¡ª, pero sigue mantenido el mismo sue?o del primer d¨ªa. Le persigue, no obstante, la mala suerte o atropella la raz¨®n en demas¨ªa, que no est¨¢ claro.
Lo cierto es que es un torero valeroso e interesante para el aficionado; un torero que deber¨¢ replantearse su tauromaquia para dejar de ser carne de ca?¨®n. Oler a hule nunca ha sido un buen pasaporte para ser figura.
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