La Feria de Fr¨¢ncfort se enfrenta a los fantasmas del libro
¡°Hace ya tiempo que he asumido que soy la chica mala y revoltosa¡±, afirma la Nobel Tokarczuk, en la inauguraci¨®n de una 71? edici¨®n con Noruega como invitada
Quiz¨¢ siempre los tiempos han sido convulsos, pero pocos con tanto temblor como los de hoy. Y el sector editorial, en ese contexto, tiene unos cuantos fantasmas: intransigencia sociopol¨ªtica que reduce la libre expresi¨®n y circulaci¨®n de ideas, amenazas sin fin del mundo digital, violaci¨®n de los derechos de autor¡ Todo apareci¨® a las primeras de cambio en la inauguraci¨®n de la 71? Feria del Libro de Fr¨¢ncfort, que arranca hoy, y que hasta el domingo es el mayor bar¨®metro del sector ni que sea por sus cifras: 7.450 exhibidores de 104 pa¨ªses.
Juergen Boos, director de la feria, hizo un llamamiento de manual: el sector debe volver a su papel tradicional: ¡°El libro y los media tienen la responsabilidad de analizar y cuestionar cr¨ªticamente los paradigmas que define el siglo XXI: la diversidad debe ser protegida, necesitamos autores que clamen contra las injusticias y asuman riesgos y, claro, editores comprometidos con este contenido y que encuentren los formatos para ello¡±.
Boos cont¨® con una oportuna aliada: la Nobel Olga Tokarczuk, que a los seis d¨ªas de recibir el galard¨®n, y a las 48 horas de las elecciones en su Polonia natal que dio la victoria a los nacionalistas de ultraderecha, se mostr¨® muy comprometida. Lo hizo narrando: cont¨® c¨®mo la noticia del galard¨®n la pill¨® ¡°en una autopista alemana, entre dos ciudades, entre fr¨ªas ¨¢reas de descanso¡ Me parece una buena met¨¢fora de la vida de hoy: la dificultad de describir este mundo cambiante y desorientado¡±. Ante ello cree en el poder de la literatura ¡°para unir a la gente a partir de lo que tiene en com¨²n, a pesar de sus diferencias de color, orientaci¨®n sexual o cualquier cosa que pueda separarlos en la superficie. Bajo ella estamos unido por hilos invisibles, pero reales¡±.
¡°Soy una persona pol¨ªtica porque lo importante de la vida es pol¨ªtica: qu¨¦ comes, qu¨¦ respiras, con qui¨¦n te relacionas¡¡±, prosigui¨® la autora que, siempre en polaco, asegur¨® que el resultado de las elecciones en su pa¨ªs (comicios que resumi¨® d¨ªas antes entre ¡°votar autoritarismo o democracia¡±) ¡°no me entusiasman, pero la mayor entrada en el parlamento de izquierdas y verdes, me hace cobijar esperanzas¡±, remat¨®. Tambi¨¦n devolvi¨® con compromiso la divisi¨®n que algunos medios de su pa¨ªs han hecho entre Peter Handke (con quien comparti¨® nominaci¨®n) como ¡°el Nobel del chico bueno¡± y la suya, ¡°la chica mala y revoltosa de izquierdas¡±. ¡°Hace ya tiempo que lo he asumido, a decir verdad, disfruto con eso¡±.
Tokarczuk rest¨® protagonismo a las alarmas que para el sector lanz¨® antes Francis Gurry, director general de la Organizaci¨®n Mundial de la Propiedad Intelectual (WIPO, en ingl¨¦s), que, recordando pr¨¢cticas como las de Google Books de digitalizar todos los libros sin importar si son de dominio p¨²blico o la de Audible de Amazon, que quiere incorporar textos escritos en sus audiolibros sin distinguir derechos, alert¨® de la m¨¢xima de las grandes plataformas de ¡°si es posible tecnol¨®gicamente, sin preservar derechos que sustentan el sector¡±. Otro enemigo a las puertas ser¨¢ la inteligencia artificial: ¡°Si cogemos todas las obras de un escritor, las pasamos a un algoritmo, lo reelabora y saca una nueva novela, ?de qui¨¦n es el copyright?¡±.
Todo ello debi¨® hacer efecto en el sector porque siete d ellos, entre los cuales las editoriales Gallimard, Laterza y la espa?ola Galaxia Gutenberg y las supercadena de librer¨ªas Waterstones, enviaron ayer un manifiesto al presidente del parlamento europeo para que ¡°se tomen medidas para frenar la masacre de la poblaci¨®n kurda en Siria¡±, texto que esperan sume editores aqu¨ª reunidos.
El ¨²nico remanso de paz lo ofrec¨ªa la exposici¨®n de Noruega, pa¨ªs invitado: cuatro fotograf¨ªas de bosques enmarcaban 23 grises mesas minimalistas, entre espejos, que alternaban libros con hasta olores que representan la esencia del pa¨ªs n¨®rdico. Acoge tambi¨¦n los restos de una barca que el fil¨®sofo Wittgenstein us¨® en sus estancias en la tranquila Skojolden noruega. Buena met¨¢fora de lo duro que es navegar por el mundo en estos tiempos.
Babelia
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