Dentro del mejor a?o de Filmin
La gran plataforma espa?ola empez¨® como una idea suicida en la era de la pirater¨ªa y sobrevivi¨® a la Gran Recesi¨®n; hoy atraviesa su mejor a?o entre gigantes del ¡®streaming¡¯
Hay movimiento estos d¨ªas en el vest¨ªbulo de las oficinas de Filmin, hacia el norte de Barcelona. Hay cajas de DVDs por todas partes. Est¨¢n, dicen, ¡°ampliando y cambiando cosas¡±. Hay una peque?a colecci¨®n de car¨¢tulas de pel¨ªculas firmadas por sus directores. Las que m¨¢s lucen son las de Pedro Almod¨®var y, ya en la acogedora planta superior, el p¨®ster de Jules et Jim de Fran?ois Truffaut dedicado por Jeanne Moreau.
En su despacho, Juan Carlos Tous, uno de los tres responsables de esta compa?¨ªa, una suerte de peque?a aldea gala que fue en su momento una start-up aparentemente suicida y que hoy pasa por uno de sus mejores a?os, sonr¨ªe. Sus oficinas albergan a 24 empleados donde no hace tanto hab¨ªa cinco. Este a?o han logrado cuatro millones de euros de beneficios. Y su famoso cat¨¢logo, formado por alguna producci¨®n propia pero tambi¨¦n por un fondo de cine cl¨¢sico e independiente que no se encuentra en ning¨²n otro canal de suscripci¨®n, ha pegado dos estirones importantes. En julio incorporaron, tras un acuerdo con la casa francesa Gaumont, centenares de producciones de cine galo, de Godard a Luc Besson. Y en noviembre, estrenar¨¢n acuerdo con el gigante del Hollywood cl¨¢sico Metro Goldwyn Mayer, lo que les convertir¨¢ en la ¨²nica de suscripci¨®n con t¨ªtulos como El apartamento, West Side Story, la era dorada de Woody Allen y t¨ªtulos de Scorsese y David Lynch.
No hay precedente para su apuesta en la industria cinematogr¨¢fica espa?ola; tampoco lo hay de ¨¦xito en Europa. Por eso, sentado entre las cajas de DVDs, Tous dice no sentirse preocupado en absoluto por el aterrizaje, en las pr¨®ximas semanas, de las plataformas de Apple (en casi todo el mundo) y Disney (principalmente en Estados Unidos) en el cada vez m¨¢s atomizado mundo de los contenidos en streaming mundial. ¡°Que vengan todos¡±, se relame. "Cuantos m¨¢s, mejor".
Es un bonito broche a su relato empresarial, una historia de resistencia. Ni Tous, consejero delegado y fundador de la empresa, ni Jaume Ripoll (director editorial y de contenidos), ni Jos¨¦ Antonio de Luna (responsable de las relaciones institucionales y desarrollo de negocio), ven ning¨²n problema en que crezca la oferta, porque saben que no van a quedarse sin su parte del pastel. Llegaron antes que nadie, y las pasaron canutas durante demasiado tiempo. ¡°Sobrevivimos a ocho a?os de crisis en los que el enemigo era gratis", apunta. El enemigo era Megaupload, era Torrent. El h¨¢bito de la descarga ilegal. Filmin naci¨® para plantarle cara en 2007. ¡°Viendo lo que estaba pasando con Napster en el mundo de la m¨²sica, nos dijimos que no tardar¨ªa en pasar con el cine y que deb¨ªamos adelantarnos ofreciendo una distribuci¨®n online¡±, dice Tous.
Por entonces la empresa consist¨ªa en cinco empleados, incluy¨¦ndoles a ellos. ¡°Nosotros nos inventamos eso de cuando quieras, como quieras y donde quieras¡±, presume. Ven¨ªan del mundo de la cinta de v¨ªdeo. Tous era el responsable de Cameo, editora de los de DVDs de Wanda Films, Tornasol Films, Golem, Alta Films y El Deseo. Ripoll ¡ªhijo de un empresario de cine en Mallorca, dedicado a la gesti¨®n de videoclubs en sus inicios¡ª y De Luna eran dos de los principales ejecutivos. Pero en esta nueva aventura, los a?os iniciales fueron de p¨¦rdidas. No habr¨ªan sobrevivido si no hubiesen contado con ayuda, empezando por la Comunidad Europea. ¡°Eran tiempos de mucha necesidad de inversi¨®n y casi nula facturaci¨®n. Supimos del programa Media [de ayudas a la industria audiovisual] y nos fuimos a Bruselas con un iPad bajo el brazo¡±, dice. Lo consiguieron. Era 2012.
Hitos
Tampoco exist¨ªa el resto del camino. En 2007, como dice Tous, ¡°nadie quer¨ªa pagar por ver cine en Internet¡±. Uno de los primeros hitos de la empresa fue estrenar una pel¨ªcula como si fuesen una cadena de cines. Con la autorizaci¨®n del Instituto de la Cinematograf¨ªa y de las Artes Audiovisuales (ICAA), Tiro en la cabeza, de Jaime Rosales, fue en 2008 la primera pel¨ªcula espa?ola en verse en cines y en una web, ¡°como si se tratase de una sala de cine con aforo y pases limitados¡±. Dicho esto, todos en Filmin son cin¨¦filos. Tous recuerda que hac¨ªa pellas en el instituto para ir al cine. Defienden las salas a muerte. ¡°El cine siempre ser¨¢ el cine, sin ¨¦l no existir¨ªamos¡±, contesta.
En 2010 se convirtieron en la primera plataforma en ofrecer un servicio de suscripci¨®n. Luego fueron el primer servicio de cine en Europa en lanzar una aplicaci¨®n para iPad, iPhone, Smart TV y Apple TV y la primera aplicaci¨®n en ofrecer streaming en HD (2012). En 2014, por primera vez tambi¨¦n, ofrecieron un estreno simult¨¢neo en salas, DVD e Internet, el de Carmina y Am¨¦n, de Paco Le¨®n. ¡°Sirvi¨® para poner sobre la mesa la necesidad de revisar el modelo de distribuci¨®n anclado desde hac¨ªa muchos a?os y que a¨²n hoy se presenta como anacr¨®nico", dice Tous. Los exhibidores les exigen hoy, salvo excepciones, esperar cuatro meses a estrenar sus pel¨ªculas.
Si no les asusta la llegada de nuevos ¡°monstruos globales¡±, como los llama Tous, es porque no vienen a quitarles nada. ¡°No competimos con ellos, vemos Filmin como el complemento perfecto para aquellos que, por encima de todo, aman el cine¡±. Es m¨¢s, su verdadero despegue se produjo con la llegada de Netflix y el h¨¢bito de pagar por la televisi¨®n. Cualquier empresa que refuerce ese h¨¢bito es fuego amigo.
¡°En el futuro veremos, por un lado, intermitencia de los usuarios, que de repente se suscribir¨¢n a una determinada plataforma para ver la nueva temporada de su serie favorita y luego la cambiar¨¢n por otra cuando acabe. Y, por otro, veremos fusiones y absorciones en canales de distribuci¨®n como Movistar + o Vodafone que acabar¨¢n siendo contenedores de plataformas de streaming", predice Tous. En ese futuro tambi¨¦n quiere estar Filmin. Piensan tocar todos los nichos invirtiendo los beneficios ¡ªque por fin han llegado¡ª en m¨¢s cat¨¢logo.
El 'algoritmo' que mece las listas
La curiosa organizaci¨®n de los 15.000 t¨ªtulos del cat¨¢logo de Filmin no tiene nada que ver con algoritmos, dice Tous. Solo el de su editor jefe, Jaume Ripoll. De ¨¦l dependen las distintas categor¨ªas ¨Cque cambian a diario, en funci¨®n de actualidad, efem¨¦rides, o incluso estado de ¨¢nimo¨C en que se presenta el ingente contenido de la plataforma al espectador. Funcionan, cada vez m¨¢s, admite Tous, como un editor de libros. Como estos, contactan directamente con agentes de directores, o productoras, en festivales, para contratar pel¨ªculas o series. Y tambi¨¦n por el car¨¢cter tan marcadamente de autor de la empresa ¨Cel 65% de su oferta es cine europeo, y en este 65 hay un 16% que es cine espa?ol, el resto, cine independiente de todo el mundo, "un cine no tan comercial y de palomitas"¨C. Esto hace que, como en el caso de un sello literario, el suscriptor identifique ya una marca Filmin. Y eso es porque "nuestros algoritmos tienen pies y cabeza", opina Juan Carlos Tous. "El ¨¦xito de las series no tiene tanto que ver con que sean o no mejores que las pel¨ªculas sino con que solucionan el problema de la elecci¨®n del t¨ªtulo durante una semana o dos. Con la llegada de las plataformas de streaming, la media hora que antes pas¨¢bamos en el videoclub eligiendo una pel¨ªcula, se ha multiplicado por n. Y nuestra intenci¨®n es solucionar eso para que volvamos a consumir cine", dice.
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