De espaldas al amor
Klapisch, director irregular, no siempre escritor de sus pel¨ªculas, ha dependido demasiado del material que ten¨ªa entre manos porque su estilo, m¨¢s que invisible, es cambiante
Julio Medem ya lo expres¨® en una preciosa secuencia de Los amantes del C¨ªrculo Polar ambientada en la Plaza Mayor de Madrid. Dos personas ans¨ªan el amor y el encuentro, la mirada c¨®mplice y el roce con los dedos, pero no se ven. El destino, o como se llame, a¨²n no los ha encontrado, el romance los ha pillado de espaldas.
?Qu¨¦ hace que dos personas encantadas de haberse conocido y de haberse taladrado con la mirada desde el primer minuto no hayan llegado antes a ese instante? ?O que no lleguen nunca? La mayor¨ªa de las veces, el azar. Porque, quiz¨¢ se hayan cruzado una y mil veces, sean vecinos de puerta en sus respectivos edificios, con balcones contiguos pero en distintas profundidades, con el muro de la espera entre ellos. Como los protagonistas de la notable pel¨ªcula francesa Tan cerca, tan lejos, dirigida por el veterano C¨¦dric Klapisch, que habla tanto de la casualidad (o de su ausencia) como de la soledad de la gran ciudad y de la incomunicaci¨®n en la era de las redes sociales. Una pel¨ªcula quiz¨¢ un tanto desigual, pero que siempre va hacia arriba porque los grandes momentos, que los tiene, son deslumbrantes para aquel que alguna vez haya buscado y despu¨¦s encontrado en el lugar m¨¢s insospechado. Justo a su lado.
Klapisch, director irregular, no siempre escritor de sus pel¨ªculas, ha dependido demasiado del material que ten¨ªa entre manos porque su estilo, m¨¢s que invisible, es cambiante. Y le suelen sentar mejor los trabajos con un coguionista que los suyos en solitario. En sus mejores obras el libreto era compartido: Como en las mejores familias, de 1996, de los entonces interesant¨ªsimos Agn¨¨s Jaoui y Jean-Pierre Bacri; y ahora dos producciones consecutivas, Nuestra vida en la Borgo?a, de 2017, y esta Tan cerca, tan lejos, al lado del singular artista argentino afincado en Par¨ªs Santiago Amigorena, autor de una demasiado olvidada diatriba sobre el atentado contra las Torres Gemelas: Algunos d¨ªas en septiembre.
Con las vidas de uno y otra, ambos alrededor de la treintena, contadas en alternancia, y sucesivos cruces de sus cuerpos, nunca de sus ojos, Klapisch y Amigorena acaban top¨¢ndose con un tema peliagudo: la depresi¨®n, la de ambos. O mejor, un conato de depresi¨®n, la que puede no llevar a las l¨¢grimas perpetuas y al derrumbamiento, pero s¨ª a las crisis de ansiedad y, sobre todo, a la tristeza.
Tan cerca, tan lejos titubea cuando se acerca a lo on¨ªrico y a lo m¨¢s vulgar que cotidiano (las caranto?as con el gato, los encuentros por Tinder), e impresiona cuando calma su mirada en plano fijo, retratando la soledad y la esperanza (la ba?era y la aparici¨®n de Histoire d¡¯un amour, en versi¨®n de la espa?ola Gloria Lasso, cantando en franc¨¦s). Y con la decisiva influencia del cine de Krzysztof Kieslowski, maestro del relato cinematogr¨¢fico sobre el azar, Klapsich redondea en todo lo alto. La b¨²squeda, el encuentro, y lo que les espera despu¨¦s.
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