Viaje a los or¨ªgenes del selfi
La Galer¨ªa de los Uffizi abrir¨¢ en enero 14 nuevas salas para exponer algunos de los 2.300 autorretratos de genios del arte escondidos desde hace a?os en sus dep¨®sitos
Mucho antes de que el autorretrato fuese triturado por el narcisismo selfi, hubo un tiempo en que el arte libr¨® una de sus revoluciones a trav¨¦s de la autorreferencialidad. El cardenal Leopoldo De Medici, un obsesivo coleccionista que intent¨® sin ¨¦xito rehabilitar a Galileo desde dentro de la Iglesia, fue el primero en darse cuenta. Junto a un pionero de los comisarios, un historiador del arte de la ¨¦poca llamado Filippo Baldinucci que glos¨® la vida de distintos artistas, concluy¨® que el relato biogr¨¢fico deb¨ªa ir acompa?ado de un testimonio visual para trazar el v¨ªnculo definitivo entre vida y obra. Naci¨® as¨ª la colecci¨®n de autorretratos m¨¢s importante del mundo, un recorrido de cinco siglos por los rostros de pintores como Vel¨¢zquez, Rembrandt, Delacroix, Van Dyck, Liotard, Chagall o Ai Weiwei ocultos en los dep¨®sitos de la Galer¨ªa de los Uffizi desde hace a?os. El museo florentino abrir¨¢ en enero 14 nuevas salas para devolverlos a la superficie.
Leopoldo de Medici (1617-1675), hijo del Gran Duque Cosimo II y la archiduquesa de Mar¨ªa Magdalena de Austria, y el alem¨¢n Eike Schmidt, director del museo desde 2015, son el comienzo y el final de este viaje a trav¨¦s de 2.300 obras escondidas tras la puerta de un almac¨¦n de 1.200 metros cuadrados. El museo expuso algunas piezas en una sala hasta despu¨¦s de la Segunda Guerra Mundial, pero pronto empezaron a amontonarse en el Corredor Vasariano y tuvieron que trasladarse por motivos de conservaci¨®n. ¡°Los artistas formaban parte de las artes mec¨¢nicas consideradas relativamente bajas hasta el Renacimiento. Pero r¨¢pidamente usaron el autorretrato para ejemplificar su teor¨ªa art¨ªstica en manera aleg¨®rica o simb¨®lica¡±, explica Schmidt mostrando la conocida obra de Joshua Reynolds, con un fajo de dibujos y un discurso en la mano. ¡°Es la famosa conferencia que pronunci¨® en la Academia de Londres. Quiso mostrarse con una obra no pict¨®rica para aparecer como un intelectual, un hombre rico y, a la vez, un artista. Hab¨ªa un gran componente de marketing en aquellos autorretratos¡±.
El artista dise?aba su propia tarjeta de visita en un mundo en el que comenzaba a ser un dios. Las inclinaciones del posado, el postureo ante uno mismo, se transformaron en cada periodo. George Romney (1734-1802), por ejemplo, se muestra como un pensador para darse un aire de intelectual algo forzado. Bouchardon (1698-1762), el gran escultor franc¨¦s, se presenta tranquilamente mientras da forma a un busto de s¨ª mismo como si no fuera con ¨¦l la historia; Rembrandt y Van Dyck se observan de lado por primera vez con cierto desprecio en la parte baja de un muro abarrotado, un lugar empe?ado en desmentir la soledad que inflige el autorretrato a sus autores.
La alegor¨ªa va mucho m¨¢s all¨¢ de la propia autorreferencialidad en algunos de ellos, advierte Schmidt, y el artista se convierte cada vez m¨¢s en objeto de su propia teor¨ªa sociol¨®gica. Sucede en la obra de Chagall (1887-1985) a trav¨¦s del gallo y Notre Dame de fondo, de los bustos de Jan Fabre con cuernos y orejas de burro o la obra del chino Cai Guo-Qiang (Quanzhou, 61 a?os), una de las ¨²ltimas donaciones que ha recibido el museo (cada semana rechazan dos o tres).
Una de las joyas de la colecci¨®n es la pieza de Jean-?tienne Liotard (1702-1789), descomunal pintor suizo que traz¨® un espectacular retrato de s¨ª mismo en 1744. ¡°F¨ªjese en la precisi¨®n de los pelos de la barba¡±, sugiere Schmidt. ¡°La obra tiene valores casi t¨¢ctiles, parece que puede sentir la humedad y suavidad del gorro de piel, la barba invita a mesarla en su realismo fotogr¨¢fico. Pero conviene observar tambi¨¦n el trazo inacabado de la ropa: podr¨ªa ser obra de un impresionista, pero un siglo antes¡±.
Los Uffizi, el museo con la mayor colecci¨®n de cuadros pintados por mujeres antes del siglo XX, ha mostrado predilecci¨®n por la obra de artistas femeninas desde que Schmidt lleg¨® a la direcci¨®n. ¡°Mucho antes del #MeToo¡±, bromea. El dep¨®sito de autorretratos contiene algunas piezas como la de la italobrit¨¢nica Maria Cosway (1760-1838), superviviente a la matanza de una ni?era que asesin¨® a cuatro de sus siete hermanos y fugaz amante del presidente de EEUU, Thomas Jefferson. Tambi¨¦n el de Tintoretta, hija del maestro veneciano, o de Vig¨¦e Le Brun, en cuyo retrato puede verse reflejada a Mar¨ªa Antonieta (trabaj¨® durante a?os en su corte). ¡°Mucha gente cree que en los siglos pasados no hab¨ªa mujeres artistas: es mentira. Al principio pintaban solo las monjas, pero luego pas¨® a otro tipo de perfiles. Aqu¨ª en Florencia hubo un n¨²mero muy elevado, aunque al comienzo muchas fueran esposas [Cosway era la mujer del artista Richard Cosway] o hijas de pintores. A partir del siglo XVIII empez¨® a suceder de manera libre¡±.
Angelica Kauffmann (1741-1807), miembro original de la Royal Academy of Arts de Londres, fue una de las m¨¢s destacadas. En la obra que se expondr¨¢ en los Uffizi se muestra con los pinceles, reivindicando su posici¨®n de artista contra viento y marea de un tiempo poco inclinado a aventuras emancipadoras. En parte por ello viste como un noble, pero con el pelo suelto. ¡°Aparecer as¨ª en aquella ¨¦poca era como los jipis en los 70. El fondo del cuadro tiene los colores azul, rojo y blanco, asociados a la Revoluci¨®n¡±.
En medio de una de las salas del dep¨®sito, sobre un caballete especial, comanda el autorretrato de la veneciana Rosalba Carriera (1675-1757), quintaesencia de la misi¨®n publicitaria. La artista se pinta al natural, pero en el mismo plano se observa en el cuadro el autorretrato que est¨¢ haciendo, donde aparece mucho m¨¢s guapa de lo que es realmente. ¡°Es una forma de anuncio donde dice: ¡®Si me contrat¨¢is, os voy a sacar mucho mejor de lo que sois¡¯. Su trazo podr¨ªa ser un precursor del Photoshop o de los filtros de Instagram. Para embellecer solo se necesita la mente y la mano¡±, bromea Scmidt. Un eslogan, pensar¨ªa el cardenal Leopoldo, tremendamente ¨²til para esta arquelog¨ªa del selfi.
Schmidt da marcha atr¨¢s y se queda en Florencia cuatro a?os m¨¢s
La deriva ultranacionalista de la Italia que capitane¨® el ex ministro del Interior, Matteo Salvini, tuvo un impacto en la cultura y en la gesti¨®n de los museos. Un tribunal recurri¨® hace dos a?os la reorganizaci¨®n realizada por el Gobierno del PD y la posibilidad de que extranjeros ocupasen cargos de direcci¨®n en los museos italianos. La Liga aplaudi¨® y su socio de gobierno (el Movimiento 5 Estrellas), que ostentaba la titularidad del miniterio de Cultura a trav¨¦s de la figura de Alberto Bonissoli, puso en marcha un proyecto de recentralizaci¨®n de la gesti¨®n muse¨ªstica. Y aqu¨ª fue cuando se torci¨® todo.
La surrealista contrarreforma afect¨® de lleno al director de los Uffizi, Eike Schmidt, decidido a abandonar su cargo a final del mandato. De hecho, se present¨® y gan¨® la plaza para dirigir el Kunsthistorisches Museum de Viena a partir de 2020. ¡°Ped¨ª la plaza en un momento muy agitado en Italia. Pero ha vuelto Dario Franceschini [actual ministro de Cultura], que puso en marcha la gran reforma sobre los museos. Y con eso, para mi se abrieron prospectivas completamente distintas. Quedaban muchas cosas que hacer¡±.
Schmidt cree que si el ministerio de Cultura no hubiese cambiado de manos todo hubiese sido m¨¢s dif¨ªcil. ¡°El Gobierno precedente quer¨ªa restar autonom¨ªa a los museos y a sus directores. Apuntaba a una centralizaci¨®n de la programaci¨®n cultural con decisiones basadas en comisiones. El director del museo se convert¨ªa as¨ª en un mu?eco de la pol¨ªtica. Con el retorno de Franceschini eso ya no ser¨¢ as¨ª¡±.
El problema es que Viena ten¨ªa todo planificado para su desembarco en enero. Schmidt lo minimiza asegurando que dej¨® una programaci¨®n para todo este a?o hecha, que presidir¨¢ la gran exposici¨®n sobre Beethoven en su bicentenario. ¡°Adem¨¢s, en Viena la situaci¨®n es estable. La directora est¨¢ ah¨ª desde hace 11 a?os y tienen dos directores: art¨ªstico cient¨ªfico y el administrativo¡±, se?ala.
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