Con Verdi, de Bilbao al cielo
La Asociaci¨®n Bilba¨ªna de Amigos de la ?pera estrena en Espa?a ¡®J¨¦rusalem¡¯, a punto de culminar el proyecto Tutto Verdi, en torno al compositor italiano
I Lombardi alla prima crociata y J¨¦rusalem son dos caras de una misma moneda dentro del cat¨¢logo oper¨ªstico de Giuseppe Verdi. La segunda es la elaboraci¨®n francesa de la primera, aunque no su mera adaptaci¨®n. Verdi firm¨® un contrato para debutar en la Op¨¦ra de Par¨ªs, en noviembre de 1847, con una ¡°nueva¡± ¨®pera. Y confi¨® a Alphonse Royer y Gustave Va¨¦z la redacci¨®n de un libreto basado en I Lombardi, de 1843. El resultado dist¨® mucho del original. La trama vuelve a retratar la primera cruzada que termin¨® con la conquista de Jerusal¨¦n, pero vista desde el lado franc¨¦s. Se pierde inter¨¦s dram¨¢tico por los conflictos interreligiosos, que representa, en I Lombardi, la pareja de enamorados, Giselda y Oronte, entre una cristiana y un musulm¨¢n. Pero tambi¨¦n gana con una trama mucho m¨¢s sencilla y mejor trabada, donde la nueva pareja sentimental, H¨¦l¨¨ne y Gaston, son ambos cristianos. Verdi reutiliz¨® en J¨¦rusalem buena parte de las arias y coros de I Lombardi, aunque con severas variantes, nueva instrumentaci¨®n y una ubicaci¨®n dram¨¢tica diferente. Tambi¨¦n compuso los recitativos y a?adi¨® varios n¨²meros musicales nuevos junto al preceptivo ballet de toda grand op¨¦ra.
?Estamos, por tanto, ante dos ¨®peras diferentes o dos versiones de un mismo t¨ªtulo? La Asociaci¨®n de Amigos de la ?pera de Bilbao (ABAO) ha permitido que su p¨²blico pueda verificar sus diferencias y similitudes dentro del proyecto Tutto Verdi, que arranc¨® en 2006 y culminar¨¢ la pr¨®xima temporada. Si en enero pasado se ofreci¨® una interesante producci¨®n de I Lombardi en el Palacio Euskalduna, ahora se hace lo propio con J¨¦rusalem. La diferencia estriba en que, mientras I Lombardi se estren¨® en Espa?a en 1844, J¨¦rusalem es la primera vez que puede verse en nuestro pa¨ªs, exactamente 172 a?os despu¨¦s de su estreno. Estamos ante una especie de ¡°cenicienta¡± del cat¨¢logo verdiano. Una ¨®pera que no termin¨® de asentarse en el repertorio franc¨¦s, por resultar m¨¢s sobria y menos extrovertida que cualquier t¨ªtulo de Meyerbeer. Pero tampoco en el italiano, donde se lleg¨® a estrenar en 1850 traducida, como Gerusalemme, al perder el componente nacionalista que ten¨ªa I Lombardi. Curiosamente, su primer renacimiento no lleg¨® hasta 1963, precisamente en su versi¨®n italiana, y con el tenor espa?ol Jaume Aragall como debutante.
Hoy los especialistas en Verdi se dividen entre quienes, como Julian Budden, consideran a J¨¦rusalem superior a I Lombardi, y los que, como Francesco Izzo, defiende que el caso desaf¨ªa las etiquetas convencionales. ¡°No es ni una nueva ¨®pera ni un caso sencillo de traducci¨®n y adaptaci¨®n¡±, reconoce Izzo en su magn¨ªfico ensayo publicado en el programa de mano. Pero todos est¨¢n de acuerdo en que J¨¦rusalem no s¨®lo muestra las trazas del Verdi posterior, sino que estas incursiones oper¨ªsticas francesas fueron cruciales en su propia evoluci¨®n como compositor. Y no hay m¨¢s que escuchar los primeros minutos de la ¨®pera para verificarlo: una bell¨ªsima introducci¨®n, que busca conectar con los temas de la ¨®pera, un atractivo d¨²o que sit¨²a la trama amorosa, la preghiera elaborada de I Lombardi, un breve interludio orquestal que representa el amanecer y el primer n¨²mero coral que abre I Lombardi con ese aroma al futuro Rigoletto.
Pero el primer acto no funcion¨® bien anoche en el Euskalduna. El director italiano Francesco Ivan Ciampa se afan¨®, al frente de una entregada Bilbao Orkestra Sinfonikoa, por concertar con br¨ªo y musicalidad desde el foso, pero no se libr¨® de algunos desajustes con la escena. Tambi¨¦n el tr¨ªo protagonista empez¨® tenso y fr¨ªo. No obstante todo mejor¨®, en adelante, a partir del segundo acto. El bajo italiano Michele Pertusi destac¨® vocalmente en el air ¡°O jour fatale¡±, aunque no consiguiera ahondar en la compleja evoluci¨®n psicol¨®gica de Roger, de lo malvado y siniestro a lo vulnerable y moral. Tampoco fue ideal Jorge de Le¨®n como Gaston. El tenor canario abord¨® con valent¨ªa el aria m¨¢s conocida de la ¨®pera, ¡°Je veux encore entendre¡± (adaptaci¨®n de ¡°La mia letizia infondere¡± de I Lombardi), pero tambi¨¦n con irregularidad. Mostr¨®, no obstante, maneras, volumen y agudos, como qued¨® patente en el famoso ¡°ut de poitrine¡±, el do sobreagudo final que Verdi escribi¨® para lucimiento del tenor franc¨¦s Gilbert Duprez.
Lo mejor de la noche vino de la protagonista femenina: la soprano andaluza Roc¨ªo Ignacio, una l¨ªrica que ha ensanchado su voz para afrontar el spinto que exige H¨¦l¨¨ne. Ya en la preghiera ¡°Ave Maria¡±, del primer acto, mostr¨® cierta elegancia en los matices din¨¢micos, y, en el tercero, exhibi¨® aplomo dram¨¢tico en el air ¡°Que m¡¯importe la vie¡±. Pero fue la polonaise ¡°Quelle ivresse!¡±, una cabaletta de I Lombardi reelaborada por Verdi a la francesa, donde Ignacio tuvo su momento estelar. Muy compacto y sin fisuras el resto del reparto, formado mayoritariamente por j¨®venes cantantes espa?oles. Y una menci¨®n especial al Coro de la ?pera de Bilbao, que coron¨® en los dos ¨²ltimos actos una actuaci¨®n memorable y con mucha labor esc¨¦nica.
La direcci¨®n de escena de Francisco Negr¨ªn forma parte de una coproducci¨®n de ABAO con Theater Bonn, estrenada a comienzos de 2016, que supuso tambi¨¦n la premi¨¨re alemana de J¨¦rusalem. Est¨¢ inspirada por la escena final del tercer acto, que Verdi compuso ex novo para esta ¨®pera. En ella los cruzados disponen la ejecuci¨®n de Gaston que se retrata con un ambiente infernal. Pero, lejos de cualquier alusi¨®n a la actualidad, se opta por una est¨¦tica cercana a los cuadros de El Bosco por medio de un imaginativo vestuario de Domenico Franchi que presenta a Gaston como una especie de Ecce hommo. Esa escena fue uno de los mejores momentos de toda la representaci¨®n. Toda la propuesta parece una clara alusi¨®n a Dante, tal como vemos en la introducci¨®n orquestal de la ¨®pera, por medio de un descenso al infierno. La escenograf¨ªa de Paco Azor¨ªn se limita, precisamente, a esa especie de t¨²nel o embudo con que Dante representa el infierno, iluminada por Tomas Roscher y con proyecciones de Joan Rod¨®n y Emilio Valenzuela que aportan cierto dinamismo. Por desgracia, la producci¨®n opta por suprimir el ballet y tambi¨¦n por un extra?o intercambio, al insertar el coro que abre el tercer acto en el n¨²mero que cierra el segundo.
Otro momento destacado de esta r¨¦gie, cuya reposici¨®n en ABAO ha estado a cargo de Angela Saroglou, fue la escena final frente a las puertas de Jerusal¨¦n. La ciudad conquistada se presenta como una met¨¢fora celestial por medio de una luz blanca deslumbrante, mientras suena el himno coral ¡°? toi gloire¡± que cierra la ¨®pera. Con Verdi, de Bilbao al cielo.
J?RUSALEM
M¨²sica de Giuseppe Verdi. Libreto de Alphonse Royer y Gustave Va?z. Con Roc¨ªo Ignacio, Jorge de Le¨®n, Michele Pertusi, Pablo G¨¢lvez, Fernando Latorre, Mois¨¦s Marin, Deyan Vatchkov, Alba Chantar. Coro de ?pera de Bilbao. Bilbao Orkestra Sinfonikoa. Direcci¨®n musical: Francesco Ivan Ciampa. Direcci¨®n de escena: Francisco Negr¨ªn. 68 Temporada de ABAO-OLBE. Palacio Euskalduna, hasta el 25 de noviembre.
Babelia
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