¡®Frozen II¡¯: vuelve la princesa de hielo que derriti¨® a una generaci¨®n
Fen¨®meno social y superventas purpurina, el filme de Disney mantiene el impacto en la cultura pop a los seis a?os de su estreno. La secuela llega ma?ana al cine
Nieva dentro del Primark. Los copos digitales se precipitan en las enormes pantallas que rodean el patio de luces de los antiguos almacenes Madrid-Par¨ªs. Elsa canta Mucho m¨¢s all¨¢, el temazo de Frozen II que tiene la dif¨ªcil tarea de suceder a Su¨¦ltalo, el temazo de Frozen. La canci¨®n de la secuela ¡ªque se estrena este viernes, seis a?os despu¨¦s de la pel¨ªcula original¡ª, resume su trama: Elsa est¨¢ feliz con su hermana Anna reinando en Arendale, pero oye una voz en su interior que le pide buscar sus or¨ªgenes, encontrar su lugar en el mundo. Pero, al menos dentro del Primark, el mundo ya es suyo: hay ropa, disfraces, s¨¢banas, cepillos y hasta mascarillas faciales (llamadas Keep Calm & Let it Go) con el rostro de la g¨¦lida reina dibujado. Tambi¨¦n una veintena de mochilitas ideales con purpurina azul y pomp¨®n. Al d¨ªa siguiente no queda ni una. La fiebre de Frozen ha vuelto.
En realidad, nunca se fue del todo. ¡°Durante a?os las fiestas de Frozen han sido las m¨¢s solicitadas, el tir¨®n dur¨® mucho m¨¢s all¨¢ del estreno¡±, dice Samuel Gutierrez, de la empresa Mundo Samadry, que ofrece cumplea?os tematizados en los que actores de teatro musical cantan y hacen juegos. Este a?o por primera vez ha bajado un poco la demanda, ¡°aunque ya se nota el runr¨²n de la secuela¡±, asegura el encargado que tiene pedidos los disfraces de la nueva pel¨ªcula. ¡°Aun as¨ª, creo que todav¨ªa habr¨¢ mucha gente que pida las canciones y los vestidos de siempre¡±, asegura.
¡°De siempre¡± significa desde 2013. Tiempo suficiente para que la historia de las hermanas n¨®rdicas se haya incrustado en el imaginario colectivo. El segundo filme est¨¢ repleto de bromas autorreferenciales. La m¨¢s graciosa: el hastiado ¡°?Buf!¡± de Elsa cuando se recuerda a s¨ª misma cantando Let It Go. Tambi¨¦n abundan los gui?os adolescentes, un homenaje a la generaci¨®n que literalmente creci¨® con la pel¨ªcula.
Lo excepcional de Frozen no fue tanto la cantidad de entusiasmo que gener¨® como la duraci¨®n del mismo. Disney ha alimentado la franquicia durante a?os con todo tipo de objetos, pero en 2013 el ¨¦xito les pill¨® por sorpresa. ¡°Fue un boom sin precedentes a nivel venta de producto¡±, explican en Disney Espa?a. Tras el estreno, todo se agot¨®. No pudieron cumplir con la demanda hasta nueve meses despu¨¦s. ¡°Lo habitual tras un estreno es que el producto funcione seis, doce meses¡ Lo de Frozen fue ¨²nico: en 2014 se vendi¨® m¨¢s que en 2013 y en 2015 todav¨ªa m¨¢s. Incluso antes de la secuela sigue teniendo una venta muy estable¡±. Esta vez, el ¨¦xito no les pillar¨¢ con los almacenes vac¨ªos. El 4 de octubre se lanz¨® a nivel mundial el merchandising de la secuela. Hay incluso pat¨¦ La Piara frozenizado.
Pero el marketing solo alimenta un deseo que creci¨® de forma m¨¢s org¨¢nica. La solidez art¨ªstica de la pel¨ªcula est¨¢ avalada por una monta?a de premios (entre ellos dos Oscar); sin embargo, Frozen es m¨¢s que un buen guion y una potente banda sonora. Atrap¨® el escurridizo zeitgeist (esp¨ªritu) de una generaci¨®n. ¡°La pel¨ªcula cambi¨® el relato: en vez de las hermanastras que tenemos en la memoria, estas hermanas son aliadas y amigas, se ironiza sobre el pr¨ªncipe azul y el amor rom¨¢ntico¡ Es una jugada muy inteligente, conect¨® con las sensibilidad de las madres, que son quienes llevan a las ni?as al cine; el chiste era para nosotras¡±, opina Cristina O?oro, profesora de Teor¨ªa de la Literatura en la Universidad Complutense de Madrid. ¡°A ver, Disney es Disney, la m¨¢quina capitalista apropi¨¢ndose del discurso feminista¡¡±, puntualiza la profesora. ¡°La protagonista sigue siendo rubia y delgada, pero a¨²n as¨ª, los padres de hoy prefieren una narrativa en la que las mujeres se llevan bien y hacen cosas m¨¢s all¨¢ de desear casarse¡±. La magia: ¡°Al mismo tiempo, la pel¨ªcula deja a las ni?as ser princesas¡±.
Nadie es perfecto
Adem¨¢s de princesas empoderadas, Frozen ¡ªla primera pel¨ªcula de Disney codirigida por una mujer, Jennifer Lee, tambi¨¦n directora de la secuela junto a Chris Buck, y hoy directora creativa del estudio¡ª esgrime otra clave de la nueva crianza: lib¨¦rate, s¨¦ t¨² misma, nadie es bueno ni malo del todo. Ni siquiera hay un villano. ¡°Los personajes conectaron con el p¨²blico porque no son perfectos, hacen da?o a las personas que aman. Cometen errores y consiguen superarlos. Es f¨¢cil empatizar con eso. Vemos sus vulnerabilidades adem¨¢s de sus triunfos¡±, dice Peter del Vecho, productor de ambos filmes.
El directivo de Disney apunta otro ¨¢mbito en el que el estudio fue a rebufo de los espectadores: ¡°La respuesta en redes sociales y YouTube fue sorprendente. Yo hago una pel¨ªcula cada tres o cinco a?os y nunca hab¨ªa visto algo as¨ª. De pronto pod¨ªas recostarte y ver en directo el feedback del p¨²blico. No fuimos n¨²mero uno en el estreno, ni la primera semana, ni la segunda¡ Pero la gente no dej¨® de ir al cine. Iban dos, tres, cuatro veces¡ llevaban amigos a verla, ve¨ªan en casa la versi¨®n Canta conmigo, algo que no hab¨ªamos planificado y que el p¨²blico nos reclam¨®¡±. Disney, hasta entonces muy celoso de sus cosas, subi¨® la escena integra de Su¨¦ltalo en YouTube y dej¨® fluir las respuestas. Internet se llen¨® de karaokes caseros, de fan art (incluidas animaciones 3D porno), de hashtags que han durado hasta hoy, como #GiveElsaaGirlfriend que ped¨ªa una novia para la protagonista en la secuela (no se la han dado, Disney es Disney).
¡°La digitalidad es clave para que un producto cultural perviva¡±, explica Amparo Lasen, profesora de Sociolog¨ªa en la Complutense. Tiene un grupo de investigaci¨®n llamado Sociolog¨ªa Ordinaria que se dedica a explorar lo cotidiano y la cultura pop y aunque no ha visto Frozen, sabe perfectamente lo que es. Incluso ha tratado en clase de g¨¦nero el reciente viral en el que un barbudo padre noruego baila con su hijo, ambos disfrazados de Elsa. ¡°El v¨ªdeo habla sobre nuevas masculinidades, s¨ª, aunque tambi¨¦n sobre c¨®mo la gente, gracias a lo digital, puede ver un contenido miles de veces, replicarlo, transformarlo, citarlo y hacerlo meme contribuyendo as¨ª a su supervivencia¡±. ¡°El boca oreja pasa hoy por lo digital¡±, dice la soci¨®loga, apuntando que solo las compa?¨ªas que lo comprendan facilitar¨¢n su ¨¦xito. ¡°Las empresas est¨¢n entendiendo que si dejas que tus cosas circulen por la red, ya buscar¨¢s otras maneras de monetizar¡±. Miles de latas de pat¨¦ lo atestiguan.
Una avalancha de r¨¦cords
No es solo una cuesti¨®n de n¨²meros, pero los n¨²meros de Frozen impresionan: casi 1.200 millones de euros recaudados la convirtieron en la pel¨ªcula animada m¨¢s taquillera de la historia hasta que fue desbancada este a?o por la nueva versi¨®n de El rey le¨®n.
Amazon nunca hab¨ªa vendido tantos DVD infantiles y, solo en Europa, las tiendas oficiales de Disney colocaron m¨¢s de 2,4 millones de mu?ecas y un mill¨®n de disfraces. El ¨¦xito alumbr¨® un espect¨¢culo sobre hielo y un musical de Broadway. Let It Go, la balada central se hizo tan ubicua en los hogares con ni?os que hasta Pearl Jam la toc¨® en un concierto porque Eddie Vedder se lo hab¨ªa prometido a su hija.
Tras el estreno en 2013, Elsa subi¨® 243 puestos en la lista de nombres m¨¢s populares de Reino Unido y entr¨® en los 500 nombres m¨¢s puestos en EE UU, donde llevaba casi un siglo en el olvido. De las 16.188 elsas que hay en Espa?a, 6.052 nacieron en la d¨¦cada de 2010. Con estos antecedentes, Frozen II ha nacido batiendo r¨¦cords: es ya la pel¨ªcula animada con m¨¢s preventa de entradas de la historia.
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