Cuento de Navidad para Greta

El cuarto reino parece uno de esos belenes artesanales en miniatura que se venden dentro de una lata. Un insospechado pesebre nacido en el coraz¨®n de la basura. La pel¨ªcula de ?lex Lora y Ad¨¢n Aliaga, nacida de un cortometraje de 2018, es un delicado retablo sobre la vida en el centro de reciclaje de Brooklyn Sure We Can, juego de palabras con la doble acepci¨®n en ingl¨¦s de la palabra can (sustantivo lata o verbo poder). All¨ª, esta organizaci¨®n sin ¨¢nimo de lucro comandada por la monja espa?ola Ana Mart¨ªnez de Luco cumple tambi¨¦n una doble misi¨®n: reciclar los pl¨¢sticos y envases que por unos centavos traen los llamados?canners y de paso rehabilitar a un grupo de inmigrantes sin techo y, en muchos casos, adictos. Situada en el epicentro de la vida hipster de Nueva York, esta solidaria planta de reciclaje material y espiritual, absorbe cada d¨ªa las monta?as de pl¨¢stico, vidrio y latas de un vecindario que, por mucho activista clim¨¢tico que tenga en su censo, es incapaz de revertir la letal cadena de consumo que inunda su barrio y el planeta. A trav¨¦s de Ren¨¦, un inmigrante mexicano alcoh¨®lico, y de sus existenciales colegas obsesionados con ovnis y estrellas, la pel¨ªcula est¨¢ m¨¢s cerca de la tierna chatarra de?Wall.e, obra total de Pixar con la crisis ambiental de fondo, que de un documental de Al Gore cargado de mensajes apocal¨ªpticos. Un precioso cuento de Navidad para que Greta Thunberg sepa que en medio del reino del Trompetas, como los pobres diablos de este filme llaman a Donald Trump, tambi¨¦n se puede levantar un oasis de pl¨¢stico.