¡®Drag Kids¡¯: Mi hijo de nueve a?os desfila con peluca y pesta?as postizas
Un documental muestra a una generaci¨®n de ni?os que han crecido viendo a RuPaul en ¡®streaming¡¯ y que no tienen miedo a ser ellos mismos
¡°La televisi¨®n comercial e Internet les ha acompa?ado, pero no les ha predispuesto. Ellos quieren llevar grandes pelucas, maquillaje y vestidos brillantes desde antes de saber usar un teclado. Y est¨¢ bien as¨ª¡±, puntualiza Megan Wennberg mientras habla con EL PA?S sobre los cuatro ni?os protagonistas de su documental Drag Kids. Son herederos de la libertad y el empoderamiento de sus idolatrados RuPaul y Lady Gaga.
Jason es un ni?o de 11 a?os y timidez casi enfermiza que vive en Missouri, feudo del llamado Cintur¨®n b¨ªblico, la regi¨®n de Estados Unidos donde el cristianismo evang¨¦lico cuenta con un profundo arraigo social. A pesar del apoyo incondicional de sus padres, solo supera sus miedos cuando se sube a un escenario convertido en Susan Bee Anthony. ¡°As¨ª se siente poderoso¡±, explica la directora, que presenta estos d¨ªas la cinta en el festival de cine documental RIDM de Montreal.
El ni?o planea acudir al Montreal Pride en Canad¨¢ para subirse a un escenario y conocer, por primera vez en su vida, a otros chicos que son como ¨¦l. All¨ª se encuentra con el esp¨ªritu resolutivo de Nemis, por ejemplo, vive en la ciudad y ya es a sus nueve a?os una peque?a celebridad en redes sociales encarnando a Queen Lactatia desde su cuarto. Tambi¨¦n con la energ¨ªa de Stephan, brit¨¢nico de nueve a?os que vive en Espa?a y cuyo alter ego se llama Laddy GaGa.?Su afici¨®n com¨²n les une a pesar de ser muy distintos entre s¨ª.
Mientras que son aceptados en el mundo digital, se enfrentan al odio en su vida anal¨®gica. Casi todos sus padres han aprendido a trav¨¦s de ellos en qu¨¦ consiste el drag, un mundo que desconoc¨ªan o, en algunos casos, despreciaban. Porque la pel¨ªcula es tambi¨¦n una historia de amor paternofilial.
El rodaje exigi¨® a Wennberg una enorme cantidad de energ¨ªa y, a cambio, le permiti¨® analizar las razones por las que esta joven generaci¨®n se muestra tan precoz a la hora de reivindicar su libertad. ¡°Rodar con ni?os que ten¨ªan un s¨®lido apoyo emocional en sus padres era lo ideal para todos y lo era a muchos niveles. Pero su valent¨ªa, adem¨¢s de un m¨¦rito de sus mayores, es tambi¨¦n fruto del enorme trabajo que la generaci¨®n anterior a la suya ha hecho para defender los derechos de la comunidad LGTBI+¡±.
El cuarteto lo completa Bracken, una ni?a de Vancouver (Canad¨¢) de 11 a?os cuya determinaci¨®n le permite integrarse sin problemas en la comunidad drag de su ciudad. Su presencia en la pel¨ªcula ayuda a explicar que la afici¨®n de estos ni?os no tiene que ver necesariamente con asuntos de g¨¦nero o tendencia sexual, defiende la directora. ¡°El ¨²nico acto pol¨ªtico que hay en sus actuaciones es la de la defensa a la diferencia y la tolerancia¡±.
Mucho por avanzar
Pero en este relato no aparecen peque?os drag kings (artistas que se visten y act¨²an siguiendo los patrones est¨¦ticos masculinos) que ayuden a completar este mosaico de apoyo a la diversidad. ¡°Sencillamente no encontramos a alguien adecuado ¡ªresponde Wennberg¡ª. Hay muchos menos drag kings, como ocurre entre los adultos. Es un problema end¨¦mico. Las mujeres no estamos educadas para expresarnos como queremos, as¨ª que el drag es otro de los muchos ¨¢mbitos de la vida donde contamos con una representaci¨®n minoritaria¡±.
Otro aspecto cr¨ªtico de exponer a ni?os a este tipo de concursos reivindicativos es la alabanza que se hace en ellos a unos c¨¢nones est¨¦ticos femeninos arcaicos, que no defienden la belleza real: ¡°Es algo que ellos, sin plante¨¢rselo, est¨¢n cambiando de forma org¨¢nica. Son ni?os y son creativos; exploran, evolucionan y aportan su propio punto de vista a lo que est¨¢n haciendo. Quiz¨¢, en el futuro, su generaci¨®n lleve el drag a otro nivel¡±.
Fue la cadena publica canadiense CBC la que le propuso encontrar a ni?os drag y explicar sus vivencias para ocupar con un reportaje una hora de su parrilla televisiva. ¡°Los chicos ten¨ªan tanta qu¨ªmica entre ellos, tanto que contar y tanto que ense?arnos, que terminamos rodando un largometraje¡±, recuerda la responsable de Drag Kids.
Para la cineasta, que el espectador pueda pasar tiempo con Jason, Bracken, Nemis y Stephen y sus familias (y con Susan Bee Anthony, Queen Lactatia, Bracken Hypper Queen y Laddy GaGa) es una raz¨®n suficiente para ver el documental: ¡°Ha sido toda una lecci¨®n de humildad ver a ni?os tan fuertes y determinados y una forma de recordar que no deber¨ªamos nunca dejar de ser fieles a nosotros mismos. La edad no es excusa para dejar de hacerlo¡±.
Babelia
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