Coldplay enciende la noche de Jordania para presentar su nuevo disco

Apenas dos mil personas danzaron anoche en la milenaria ciudadela de Am¨¢n durante la presentaci¨®n mundial en directo de Everyday life, doble ¨¢lbum de madurez firmado por Coldplay tras cuatro a?os de silencio creativo. Tras el concierto que proyecta ofrecer ma?ana en Londres a beneficio de una ONG ecologista, la banda liderada por Chris Martin ¡ªque acostumbra a llenar estadios¡ª ha decidido suspender su gira global para evitar el impacto ambiental causado por los desplazamientos masivos de p¨²blico y equipos t¨¦cnicos.

En la fr¨ªa noche de la capital jordana, y con una hora de retraso, Martin aport¨® calidez ante el p¨²blico, que coreaba viejas canciones como Fix you. ¡°No pensaba que nos quisieran tanto en Jordania¡±, salud¨® el l¨ªder de la banda, acompa?ada de numerosos colaboradores como la cantante de origen palestino Norah Shaqur. Entre los invitados destac¨® tambi¨¦n el nigeriano Femi Kuti, que inyect¨® energ¨ªa en el bautizo con p¨²blico del ¨¢lbum m¨¢s ambicioso de los autores del himno del pop brit¨¢nico Viva la vida. Herederos de Peter Gabriel y U2, los integrantes de Coldplay tratan de reconciliarse, cumplida ya la cuarentena, con una cr¨ªtica que ha contemplado siempre con cierto desd¨¦n su acreditado car¨¢cter comercial.

El grupo intercal¨® temas cl¨¢sicos a lo largo de la presentaci¨®n del disco para mantener al p¨²blico vibrando. Se dio la paradoja de que un concierto ¨ªntimo, con aforo limitado, acab¨® convirti¨¦ndose en el trasunto de un gran evento. Las entradas ten¨ªan un coste superior a 80 euros, una cantidad importante para un pa¨ªs donde los sueldos medios no superan los 600 euros al mes. Los seguidores del grupo tambi¨¦n han crecido con los m¨²sicos. Noor, una arquitecta de 33 a?os, danzaba cubierta con el velo isl¨¢mico al ritmo de sus canciones. ¡°Es muy importante que estos grupos vengan a Oriente Pr¨®ximo, pues nos recuerdan que ocupamos un lugar en el mundo¡±, aseguraba esta profesional, que ha trabajado en Londres. Entre el p¨²blico hab¨ªa una gran mayor¨ªa de mujeres.

La banda, que se hizo c¨¦lebre con temas como Yellow o Paradise, no va a volver a promocionar ahora su nuevo disco ante 5,4 millones de personas, con m¨¢s de 120 actuaciones internacionales en las que se moviliz¨® un equipo de un centenar de personas, 32 camiones y nueve autobuses. Adem¨¢s del costoso gui?o medioambiental ¡ªsuspenden una gira que podr¨ªa reportarles 500 millones de euros, de acuerdo con los ingresos obtenidos en el tour Head Full of Dreams (2016-2017)¡ª Coldplay busca mensajes m¨¢s consistentes en sus letras. Las cr¨ªticas a la violencia policial o al uso de armas de fuego son el eje de canciones como Trouble in Town y, precisamente, Guns. Tampoco pasan de puntillas por Oriente Pr¨®ximo, ya que hacen referencia a los hijos abandonados de la guerra de Siria y a los refugiados de la contienda en Orphans.

Al final del espect¨¢culo, en el que se fueron sucediendo los bises, Martin salt¨® al ruedo de la ciudadela de Am¨¢n guitarra ac¨²stica en mano, para cantar rodeado de su p¨²blico. ¡°Hac¨ªa dos a?os que no toc¨¢bamos en un concierto¡±, reconoci¨® el m¨²sico. En realidad, el debut oficial de Everyday life se produjo el viernes en Internet, verdadero escenario audiovisual global contempor¨¢neo. Sendos conciertos grabados en la capital jordana, seguidos a trav¨¦s de las plataformas digitales por millones de aficionados, mostraron en streaming las dos partes del ¨¢lbum: al amanecer y al anochecer. Sunrise, como es l¨®gico, abre la primera parte del ¨²ltimo trabajo del grupo brit¨¢nico. Con When I need a friend cae la tarde, mientras la cantante Norah Shaqur vuelve a emparejar su voz a la de Chris Martin.

Al contrario que la cr¨ªtica, el p¨²blico nunca ha abandonado a Coldplay, a pesar de que empieza a dejar orillado su mundo de colores y sensaciones, para entrar en una madurez en blanco y negro, como la de la portada del disco. La actuaci¨®n en Jordania es un gui?o a millones de seguidores en pa¨ªses emergentes de todo el planeta. Las alusiones a la belleza natural, al significado hist¨®rico y cultural de la antigua Transjordania solo eran pretextos aducidos por Martin y los suyos. ¡°Quer¨ªamos actuar en la mitad de un mundo en el que no solemos tocar¡±, admiti¨®.

La mercadotecnia es sin duda uno de los puntos fuertes de Coldplay. Pasan ahora de la ¡°¨¦pica en tonos pastel¡± de estribillo f¨¢cil, como apuntaba un cr¨ªtico musical de este diario en su ¨²ltima actuaci¨®n en el Estadi Ol¨ªmpic de Barcelona, a un pop m¨¢s cabal. El liberal escenario de Jordania, el pa¨ªs ¨¢rabe aparentemente m¨¢s estable de Oriente Pr¨®ximo, oculta sin embargo p¨¢ginas oscuras. La banda libanesa Mashrou¡¯ Leila, grupo estelar entre los j¨®venes de la regi¨®n, vio c¨®mo se prohib¨ªa su actuaci¨®n hace dos a?os en el escenario de la ciudadela de Am¨¢n. Su cantante, Hamed Sinno, hab¨ªa declarado su homosexualidad: tab¨² sujeto a la ley del silencio en el Levante.

Sin previo aviso y pese a haber recibido la invitaci¨®n del Ministerio de Turismo (que tambi¨¦n facilita ahora la presencia de Coldplay), el Ministerio del Interior decret¨® que las letras de los libaneses iban ¡°contra las tradiciones del Estado¡±. Las acusaciones de inmoralidad de la Hermandad Musulmana, corriente islamista representada en el Parlamento jordano, obligaron a cancelar el concierto con las entradas vendidas.