Peter Handke, ante la pol¨¦mica: ¡°Me gusta la literatura, no las opiniones¡±
El escritor, cuyas posturas proserbias han generado protestas, mantiene un tenso careo con la prensa en v¨ªsperas de recibir el premio Nobel
La tradicional rueda de prensa que celebra la Academia Sueca en v¨ªsperas de la entrega del Premio Nobel de Literatura no consigui¨® relajar hoy la tensi¨®n que ha generado la concesi¨®n del m¨¢ximo galard¨®n literario al austriaco Peter Handke. La pol¨¦mica sobre la posici¨®n proserbia del escritor durante las guerras en la antigua Yugoslavia volvi¨® a aflorar en el inc¨®modo encuentro con la prensa cuando Handke se neg¨® a contestar las preguntas que estaban relacionadas con sus posturas pol¨ªticas. "Me encanta la literatura, no las opiniones", sentenci¨® el escritor.
El ambiente en Estocolmo sigue caldeado y el martes durante la ceremonia de entrega se ha convocado en la calle una manifestaci¨®n de protesta. Parad¨®jicamente esta edici¨®n excepcional del Nobel que se entregar¨¢ por partida doble el 10 de diciembre (a la polaca Olga Tokarczuk ganadora en 2018, y a Handke en 2019), pretend¨ªa calmar las aguas tras la profunda crisis y los esc¨¢ndalos en los que se vio sumida la Academia y que desembocaron en la decisi¨®n de aplazar el fallo de 2018 hasta este a?o. Pero el premio a Handke, anunciado en octubre, ha vuelto fracturar la Academia y a situar a esta instituci¨®n en el centro de la pol¨¦mica. Dos miembros del comit¨¦ externo creado para supervisar la regeneraci¨®n de la Academia presentaron su dimisi¨®n este lunes. Hoy Peter Englund, exsecretario permanente y una de las caras m¨¢s conocidas de la instituci¨®n, anunci¨® que no asistir¨¢ a la lectura del discurso que se celebra ma?ana, ni a la ceremonia de entrega el martes. "Celebrar el premio Nobel de Peter Handke ser¨ªa una algo grotescamente hip¨®crita por mi parte", declar¨® Englund al diario sueco Dagens Nyheter.
En torno a la una de la tarde en la sala de prensa Handke trat¨® de esquivar el espinoso asunto de su apoyo a Milosevic, el l¨ªder serbio que fue juzgado por la Tribunal de La Haya. Al ser preguntado sobre si hab¨ªa cambiado de opini¨®n sobre lo que hab¨ªa sucedido en los Balcanes en los 90 insisti¨®: "Aborrezco las opiniones". El escritor se neg¨® a presentar su versi¨®n sobre lo ocurrido en Yugoslavia ¡ª"es una larga historia y creo que este no es el momento de volver a contarla", informa EFE¡ª. S¨ª se?al¨® que hab¨ªa intentado varias veces,?en vano, establecer un di¨¢logo con sus detractores, y que le gustar¨ªa realizar un gesto de "reconciliaci¨®n".? "Le pregunt¨¦ a un amigo en Bosnia-Herzegovina c¨®mo conseguirlo, pero ¨¦l me dijo que por el momento no era posible. Yo quer¨ªa encontrarme (...) con dos madres que perdieron a sus hijos en la guerra: una del lado serbio y otra del musulm¨¢n, pero no fue posible", dijo.
Un periodista de The Intercept le pregunt¨® por qu¨¦ en sus libros no tomaba nota del trabajo del Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY), que reconoci¨® el genocidio de Srebrenica por el cual Ratko Mladic, jefe militar de los serbios de Bosnia, y Radovan Karadzic, su hom¨®logo pol¨ªtico, fueron condenados. "Contin¨²e con sus preguntas, me gustan sus preguntas", ironiz¨® Peter Handke, antes de leer una carta hostil que le fue enviada recientemente con papel higi¨¦nico. "Prefiero una carta an¨®nima con papel higi¨¦nico a sus preguntas vac¨ªas e ignorantes", dijo, antes de agregar que tambi¨¦n ha recibido muchas cartas de apoyo.
En 1996, un a?o despu¨¦s del final de los conflictos en Bosnia y Croacia, Handke public¨® un texto, Justicia para Serbia, que gener¨® gran? pol¨¦mica. El autor, que vive cerca de Par¨ªs, conden¨® en 1999?el bombardeo occidental de Serbia, cuyo objetivo era obligar a Slobodan Milosevic, el hombre fuerte de Belgrado durante este per¨ªodo, a retirar sus tropas de Kosovo. En 2006 Handke acudi¨® al funeral de Milosevic, quien muri¨® antes de escuchar su veredicto por cr¨ªmenes de guerra.
Desde que se hizo p¨²blico el premio a Handke, escritores y figuras p¨²blicas han manifestado su indignaci¨®n, y el coro de detractores ha ido subiendo el volumen de su queja. En noviembre, Anders Olsson, presidente del Comit¨¦ del Nobel, mand¨® tres cartas a destacadas figuras de Kosovo y Bosnia-Herzegovina que hab¨ªan criticado la decisi¨®n de la Academia. ¡°Cuando a Handke se le otorga este premio, el objetivo es celebrar su excepcional trabajo literario, no su persona... Deber¨ªamos intentar repetarnos sin pasar por alto nuestras visiones frontalmente divergentes sobre asuntos importantes", escribi¨® Olsson. Sus palabras no han aplacado la protesta ni fuera ni dentro de Suecia.?
Babelia
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