Garc¨ªa M¨¢rquez para ni?os y ni?as
El Centro Gabo crea un sitio interactivo para conservar el legado del escritor
El d¨ªa que Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez conoci¨® el mar siendo un ni?o; o cuando vio su primera pel¨ªcula de vampiros junto a su hermano Luis Enrique; su primer trabajo pintando carteles para una empresa llamada Tokio; y, por supuesto, aquel momento ic¨®nico en que conoci¨® el hielo y crey¨® que era fuego porque le ard¨ªa en las manos. Todas esas historias, contadas de una manera sencilla y bellamente ilustrada, se han consignado en El legado de Gabo, un micrositio del Centro Gabo, pensado para acercar a ni?os y ni?as al universo del escritor colombiano.
Durante el lanzamiento en Bogot¨¢, Jaime Abello Banfi, protector de ese legado y director de la Fundaci¨®n Gabo, ha explicado que se trat¨® de ir m¨¢s all¨¢ de los clich¨¦s con los que a veces se aborda la obra y vida de Garc¨ªa M¨¢rquez. ¡°Gabito nos dej¨® un legado potente que el pa¨ªs ha tomado la decisi¨®n de cuidar e ir ordenando para que sea un activo de desarrollo social, cultural y educativo para las nuevas generaciones de colombianos. En ese sentido, hacemos curadur¨ªa para salirnos de los clich¨¦s y la superficialidad sobre su obra. Este multimedia lo ha logrado¡±, dijo Abello sobre el sitio web, que se hizo en alianza con el Ministerio de las Tecnolog¨ªas de la Informaci¨®n y las Comunicaciones de Colombia, MinTic.
El multimedia se estructura a trav¨¦s de las cinco preguntas claves del periodismo: ?qu¨¦?, ?qui¨¦n?, ?c¨®mo?, ?cu¨¢ndo? y ?d¨®nde?, pero se centra en la interacci¨®n y el juego. Los visitantes del sitio pueden armar el ¨¢rbol geneal¨®gico de Garc¨ªa M¨¢rquez, vestirlo con prendas t¨ªpicas o escuchar textos de viva voz del escritor e incluso escribir un cuento e imprimirlo.
Sentada en el auditorio, Margarita M¨¢rquez, prima hermana del escritor, graba extasiada con su celular las im¨¢genes del ¨¢rbol geneal¨®gico de su familia. ¡°A Gabo hay que perpetuarlo y creo que la mejor forma es llegar desde la infancia¡±, dice luego a EL PA?S. A su lado est¨¢ Guillermo El Mago D¨¢vila, otro de los hombres importantes en la historia del autor. Juntos crearon el Comprimido, un peri¨®dico vespertino que se considera el m¨¢s peque?o del mundo: med¨ªa media cuartilla y circul¨® durante seis d¨ªas. Y hay tambi¨¦n gab¨®filos -amantes de su obra-, como Aureliano Monroy, un artista que es parte de un grupo de WhatsApp y club de lectura del Centro Gabo, otra estrategia para ampliar el conocimiento sobre el escritor.
Seg¨²n Renata Cabrales, coordinadora del multimedia, la apuesta es preservar el legado del escritor y llevarlo al p¨²blico usando las tecnolog¨ªas de la informaci¨®n. Por eso el sitio tiene treinta ilustraciones, diez v¨ªdeos y un componente de interacci¨®n que permite dise?ar un cartel de cine o escribir un guion para recordar la relaci¨®n de Gabo con el s¨¦ptimo arte; acompa?arlo en sus investigaciones period¨ªsticas y dibujar. Tambi¨¦n conocer a otros escritores, a trav¨¦s de una secci¨®n que simula el perfil de Facebook de Gabo y qui¨¦nes eran sus amigos.
Pero adem¨¢s del juego, el sitio web apunta a mostrar cu¨¢les fueron esas experiencias que cimentaron el desarrollo de las ideas de Garc¨ªa M¨¢rquez y por qu¨¦ conceb¨ªa la educaci¨®n como una oportunidad para despertar la curiosidad y la creatividad. ¡°Hay que entender la visi¨®n globalizada que tiene este ni?o. Aracataca fue un laboratorio de globalizaci¨®n por ser centro del banano y eso atrajo gente de todo el mundo. Entonces ¨¦l se cri¨® en un municipio de Colombia donde ten¨ªa conexi¨®n gastron¨®mica e intelectual de toda ¨ªndole¡±, dice Mar¨ªa del Pilar Rodr¨ªguez, investigadora del Centro Gabo. Y agrega otros datos para explicar los ¡°hitos que transformaron la cabeza de este chico¡± y no son tan conocidos por los lectores: como que Garc¨ªa M¨¢rquez estudi¨® en un jard¨ªn infantil con el m¨¦todo Montessori; hizo la secundaria en un colegio cuyo rector fue un poeta piedracielista y tambi¨¦n aprendi¨® a escribir a m¨¢quina escuchando m¨²sica cl¨¢sica. ¡°Eso te permite entender, por ejemplo, que las estructuras de sus p¨¢rrafos son sumamente largas porque no est¨¢n pensadas desde el punto de vista ling¨¹¨ªstico sino con movimientos de m¨²sica cl¨¢sica¡±, asegura.
Por ahora, el sitio El Legado de Gabo est¨¢ en espa?ol, pero en una segunda fase se pretende traducir a varios idiomas. ¡°Es un regalo para las nuevas generaciones del mundo entero. Nos interesa que lo usen los ni?os y j¨®venes pero tambi¨¦n lectores apasionados de cualquier edad en todas partes del mundo¡±, ha dicho Jaime Abello.
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