Ocho novelas gr¨¢ficas para ni?os

1. Fantasmas, Raina Telgemeier. Maeva

Raina la reina. Con ella erupcion¨® el g¨¦nero. Tiene ventas escandalosas y tres premios Eisner en casa. El ¨²ltimo por esta historia, donde la hermana peque?a, Maya, es la valerosa y la hermana mayor, Catrina, la asustadiza. Un homenaje a la cultura mexicana con p¨¢ginas festivas con el colorismo de Coco y pinceladas de humor, ternura y miedo. Un c¨®ctel sobre la aceptaci¨®n de la enfermedad, la iniciaci¨®n sentimental, el poder del afecto y la relaci¨®n con los que ya no est¨¢n. Los fantasmas solo intimidan cuando no les conoces.

2. Los espeluznantes casos de Margo Maloo, Drew Weing. Maeva

Las historietas de Charles y Margo Maloo nacieron en la web. Su ¨¦xito las catapult¨® al mundo f¨ªsico. Eco City, la ciudad a la que acaba de mudarse la familia del protagonista, tiene una doble vida donde residen fantasmas, trasgos, troles y monstruos. Como todos los ni?os, Charles tiene miedo de ellos hasta que, de la mano de Margo Maloo, descubre que tambi¨¦n los monstruos se sienten atemorizados por los ni?os. Estructurado en cap¨ªtulos, cuenta con pasajes trepidantes y di¨¢logos divertidos entre una hero¨ªna rebosante de empat¨ªa y un antih¨¦roe repleto de curiosidad.

3. Hicotea, Lorena ?lvarez. Astiberri

Premiada este verano en la Comic-Con de San Diego con el Russ Manning, destinado a la mejor promesa del c¨®mic, la autora colombiana contin¨²a en este ¨¢lbum con el exuberante mundo imaginario de Sandy, alumna en un colegio cat¨®lico femenino, iniciado en Luces nocturnas. La dibujante se apropia de sus experiencias infantiles para transferir a la protagonista de la realidad a la fantas¨ªa donde, por supuesto, ocurre todo lo interesante. La excusa, aqu¨ª, es una excursi¨®n al campo donde una laguna en retroceso esconde secretos.

4. W¨¢luk 3, Ana Miralles y Emilio Ruiz. Astiberri

El regalo perfecto para Greta Thunberg a los 10 a?os. Tercera entrega de las aventuras ¨¢rticas de W¨¢luk, oso en fase de formaci¨®n y aprendizaje con la ayuda de Esquimo, un veterano achacoso cuya presencia a¨²n impone. La plasticidad del hielo ayuda a resaltar la expresividad de sus protagonistas: b¨²hos sabios, perros sometidos y osos buscavidas. Los animales tienen valores ¨¦ticos y algunos humanos, instintos bestiales. La historia de W¨¢luk, que hab¨ªa escrito Emilio Ruiz como cuento, estuvo 10 a?os en un caj¨®n hasta que Ana Miralles decidi¨® convertirla en un c¨®mic. ?El ¨²ltimo pa¨ªs donde ha salido? China.

5. Bah¨ªa Acuicornio, Katie O¡¯Neill. La C¨²pula

Hace un a?o la autora neozelandesa asombr¨® a ni?os y a adultos por igual con La sociedad de los ?dragones de t¨¦, que obtuvo dos Eisner. Un c¨®mic dibujado con delicadeza y escrito con valent¨ªa sobre los seres diferentes. Aqu¨ª mantiene esa pl¨¢stica de toque manga en una historieta donde se mezclan el amor, la tristeza y la magia con un potente mensaje conservacionista.

6. Los diarios de Cereza y Valent¨ªn, Joris Chamblain y Aur¨¦lie Neyret. Alfaguara

Un fen¨®meno en Francia. Y un fen¨®meno en Espa?a desde que, en 2017, sali¨® el primer volumen de Los diarios de Cereza. El zoo petrificado, protagonizado por una ni?a de 10 a?os que sue?a con ser escritora. Despu¨¦s de cinco entregas, Chamblain y Neyret han optado por una suerte de spin-off. Cereza ayudar¨¢ a Valent¨ªn, el hijo de la pareja de su madre, a superar el miedo a esa nueva familia reconstituida que est¨¢n formando a trav¨¦s de una metaf¨®rica misi¨®n espacial.

7. El pavoroso miedo de Epifan¨ªa, Susto Gauthier y Lef¨¨vre. Astronave

Epifan¨ªa Susto tiene ocho a?os y un miedo a sus espaldas que va creciendo incontrolable. Cansada de semejante lastre, emprende una aventura que tiene ecos de Alicia por un mundo poblado de criaturas y lugares fant¨¢sticos, como un quijotesco caballero que siempre viaja hacia poniente o un gu¨ªa perdido en un punto de informaci¨®n en el bosque al que se llega siguiendo el letrero ¡°Tengo preguntas para todas tus respuestas¡±.

8. Y entonces nos perdimos, Ryan Andrews. Astronave

Ryan Andrews dibuja una aventura con aire de cl¨¢sico envuelta en azules nocturnos. Ben y sus amigos deciden seguir la pista a los farolillos que en cada equinoccio de oto?o se arrojan al r¨ªo de su pueblo para comprobar si, como afirma la leyenda, se transforman en estrellas. Rigen dos reglas: nadie da media vuelta y nadie mira atr¨¢s. Solo Nathan, el ni?o del que todos se mofan, y alguien tan inesperado como un oso ser¨¢n capaces de acompa?ar a Ben hasta el final.