Mara Torres: ¡°La radio es un faro muy potente¡±
'El Faro', el programa de la periodista en la SER, arroja luz en las horas de sombra y riesgo de la noche
La noche es un hueco oscuro, m¨¢s arriesgado a¨²n que el amanecer. Si no hay un sonido que lo alivie puede ser una tormenta, un ahogo, m¨¢s que una sombra.
Mara Torres, que lleva veinticinco a?os trabajando de noche, en la televisi¨®n, en la radio, tuvo hace dos a?os la idea del faro para alumbrar esas horas que pueden ser amores o pu?ales. Y desde entonces emite esa luz cambiante, poderosa o huidiza, desde la 1.30 a las 4.00 de la madrugada, en la cadena SER.
El faro. No es como Hablar por hablar, que inaugur¨® Gemma Nierga y que Mara prosigui¨®. Aquel suceso de las madrugadas era una sucesi¨®n de confesiones, desesperaciones de la noche, picard¨ªas. En El faro se alternan profesionales que saben de los asuntos y oyentes que han vivido lo que se cuenta. Desde el amanecer a Agatha Christie.
Los oyentes aportan vidas en torno al tema que proponen las seis mujeres, de 21 a?os a 45, que constituyen el equipo. ¡°Aquella radio de confidencias¡±, dice Mara, ¡°pas¨® a ser parte de las redes, donde la gente halla el apoyo que antes encontraba en la madrugada. Me hice haci¨¦ndola, c¨®mo no le voy a estar agradecida a esa f¨®rmula¡±.
Tanta gente despierta. Mara enumera (¡°y me dejo muchos¡±): m¨¦dicos, sanitarios, agentes forestales, polic¨ªa, guardias civiles, farmac¨¦uticos, transportistas, vigilantes, recepcionistas... ¡°La noche ya es un lugar que tiene su luz. Y la radio es un faro muy potente que lo ilumina¡ Vienen mensajes de Estados Unidos, de Rusia, de Hong Kong¡ Hasta ahora hemos abordado m¨¢s de 250 asuntos, han participado unos seis mil oyentes, con sus voces, y m¨¢s de mil expertos. Hemos hablado de la plaza, del pueblo, de la cama, de la filosof¨ªa, del p¨²blico, de la duda¡¡±.
Esta semana un asunto fueron las estaciones. ¡°Una oyente cont¨® el accidente de un convoy en 1937. Cargado de bombas, por la estaci¨®n de Cieza. Su madre sobrevivi¨®. Murieron 14 o 15 personas, entre ellas su abuelo... Cualquier asunto tiene un v¨ªnculo con la Historia con may¨²sculas, hay como un faro iluminando todos los rincones de sombra¡ Hablamos de la Nochevieja y un oyente pidi¨® que esa noche las iglesias tuvieran las ventanas abiertas para escuchar las campanas desde su gasolinera. Todo es parte de la luz de un faro¡±.
Tanta gente, por ejemplo, queriendo decir algo de la duda. ?Se imagina ella llamando al programa y explicando sus dudas? ¡°Me preguntar¨ªa: '?qu¨¦ decisi¨®n tomar¨ªas sin dudar un segundo?' Y yo dir¨ªa: 'Ninguna¡ Puedo tardar horas en decidir si salgo a caminar o me pongo a leer'¡±.
La sensaci¨®n que produce El faro es la que ofrece un lienzo limpio. Como si, con los oyentes, se dibujara un cuadro que tarda tres horas y media en hacerse. ¡°El dibujo es el de un faro que en lugar de tener un haz de luz apuntando en una ¨²nica direcci¨®n girara alumbrando en un mont¨®n de direcciones. El faro. Pocas cosas simbolizan tan bien la noche, la luz y la compa?¨ªa. Ver un faro siempre produce cierta tranquilidad: ah¨ª hay algo posado en la tierra¡±.
La radio es eso tambi¨¦n, una voz tranquiliz¨¢ndote en medio de los riesgos que habitan en la soledad y en sus sombras.
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