El Supremo confirma la exenci¨®n fiscal a Mara Torres por el premio Planeta

Se alegrar¨¢, ante todo, Mara Torres. Pero su celebraci¨®n puede convertirse en la fiesta de muchos m¨¢s escritores. Y de sus bolsillos. La autora le acaba de ganar el pulso a Hacienda ante el Tribunal Supremo, el terreno final del duelo: recuperar¨¢, as¨ª, los 32.880 euros que la Agencia Tributaria le cobr¨® injustamente. El pasado abril, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) ya le dio la raz¨®n a la autora. Y, ahora, el Supremo tumba el recurso de Hacienda contra aquel fallo y deja el caso zanjado, como confirman fuentes judiciales a EL PA?S. En 2012, la autora fue finalista del premio Planeta con La vida imaginaria y percibi¨®, por ello, 150.250 euros. Torres reclam¨® entonces una reducci¨®n del 40% en los impuestos sobre esa cantidad, que la ley prev¨¦ para ciertos galardones literarios, pero Hacienda no se la concedi¨®: consider¨® que no le correspond¨ªa, ya que a cambio del reconocimiento la editorial Planeta obtiene la cesi¨®n de los derechos de autor sobre la obra. Es decir, la Agencia Tributaria interpreta que, tras el premio, se esconde un contrato comercial. De ah¨ª que Torres acudiera a los tribunales. Su victoria abre la puerta a que Hacienda modifique su criterio. O, cuando menos, a que ganadores y finalistas del Planeta presentes y futuros se lancen a reclamar lo mismo. Se trata, adem¨¢s, de uno de los premios literarios mejor dotados del mundo: 600.000 euros, y 150.000 al segundo clasificado.?

La resoluci¨®n emitida por el Supremo sostiene, b¨¢sicamente, que la opini¨®n del tribunal no hace ninguna falta: ya basta con ¡°la claridad de las normas que se dicen infringidas¡±. De ah¨ª que los jueces rechacen ¡°el inter¨¦s casacional objetivo o la conveniencia¡± de su pronunciamiento. Conviene acudir, entonces, a lo que ya explicaba en abril la sentencia del TSJM sobre los premios literarios y sus fiscalidades distintas: ¡°En el caso de que no se produzca contraprestaci¨®n alguna [¡­], la exenci¨®n de lo percibido econ¨®micamente es total. El resto de premios, en los que s¨ª existe una contraprestaci¨®n, que suele ser la cesi¨®n exclusiva de la explotaci¨®n de la obra literaria y de derechos de la propiedad intelectual sobre la misma, s¨ª podr¨ªan gozar de la reducci¨®n del 40%¡±. Para Torres era evidente que el Planeta entraba en el segundo supuesto. Y resulta que el Supremo lo tiene igual de claro. As¨ª que tambi¨¦n impone a la parte recurrente, el abogado del Estado, las costas causadas.?

Todo ello choca con el criterio que ha venido aplicando a estos casos la Agencia Tributaria, que ha tratado el premio Planeta y el dinero que conlleva como una suerte de pago por la cesi¨®n exclusiva de los derechos de autor. Si no hay galard¨®n real, sino solo un intercambio disfrazado de ceremonia de entrega y reconocimiento, tampoco ha de haber exenci¨®n del 40%, seg¨²n Hacienda. Su interpretaci¨®n se acercaba a las cr¨ªticas en este mismo sentido que el premio ha recibido en los ¨²ltimos a?os. Hace apenas unas semanas, su concesi¨®n a Javier Cercas y Manuel Vilas, dos escritores que Planeta fich¨® as¨ª del coloso rival Penguin Random House, levant¨® m¨¢s de una sospecha. Sin embargo, al rev¨¦s, la victoria de Torres ante el Supremo refuerza el prestigio y la validez del galard¨®n.

En febrero de 2012, el Tribunal Superior de Galicia ya hab¨ªa concedido la misma exenci¨®n a Marta Rivera de la Cruz, finalista del Planeta de 2006 con En tiempo de prodigios y actual consejera de Cultura de la Comunidad de Madrid. Justo a ra¨ªz de aquel caso, Torres se plante¨® su propia reclamaci¨®n. La autora defiende: "Pagu¨¦ a Hacienda lo que me ped¨ªa y luego denunci¨¦ porque me parec¨ªa que el criterio tributario que aplicaba al premio Planeta era injusto con los autores". Desde luego, para m¨¢s de un escritor, descubrir su caso habr¨¢ sido una lectura placentera.