¡®Mr. Leather¡¯, fetichismo gay como forma de resistencia contra la homofobia de Bolsonaro
Este documental que puede verse en Filmin retrata y desmitifica a la creciente comunidad del cuero y el BDSM en Brasil
¡°Los gais son fruto de las drogas, solo una minor¨ªa lo es por defecto de f¨¢brica¡±, dec¨ªa Jair Bolsonaro en 2014, antes de ser candidato al poder en Brasil. Como contrapunto, un grupo de hombres gays se disputan cada a?o el t¨ªtulo de Mister Leather, organizado por el club Eagle de S?o Paulo. Quien luce mejor en cuero y representa con m¨¢s solidez los valores de su comunidad es quien se lleva el premio. El concurso, m¨¢s all¨¢ de la excentricidad, se ha convertido en un s¨ªmbolo de resistencia ante la homofobia de su presidente.
Cuando el cineasta Daniel Nolasco recogi¨® con su c¨¢mara la trastienda de esta competici¨®n en 2018, no esperaba que su documental adquiriera tantos nuevos significados en tan poco tiempo. ¡°En ese momento, hab¨ªa gente como yo que pens¨¢bamos que las posibilidades de que ¨¦l ganara las elecciones eran m¨ªnimas¡±, cuenta a EL PA?S sobre la pel¨ªcula que hereda el nombre del concurso, presentada en el festival de cine documental de Montreal RIDM y disponible en Filmin.
A medida que Bolsonaro y su ideolog¨ªa de ultraderecha iban ganando apoyos hasta llegar al Gobierno brasile?o, ¡°la comunidad fetichista del pa¨ªs ha ido creciendo de forma paralela, para reivindicar su espacio como minor¨ªa¡±, explica Nolasco. ¡°La pel¨ªcula es parte de ese despertar¡±. A lo largo de 85 minutos, el espectador conoce en profundidad a los cuatro aspirantes a la corona de cuero: Dom PC, Kake, Deh Leather y Maoriguy.
Cada uno de ellos, con sus particularidades y matices, se muestra como parte de una gran familia y juntos derriban ideas preconcebidas en torno a sus fetiches. Tan pronto ense?an al espectador sus prendas de ropa m¨¢s codiciadas como se dejan grabar durante una sesi¨®n de asfixia er¨®tica. Sus armas son la naturalidad y el di¨¢logo. En el proceso, recuerdan que sus referentes est¨¢n pr¨®ximos al mainstream de lo esperado: del c¨®mic homoer¨®tico Tom of Finland a la sensualidad del Querelle de Jean Genet y Fassbinder.
¡°En este contexto, una chaqueta de cuero no es solo una chaqueta. Hay una narrativa completa sobre esa pieza, est¨¢ llena de simbolismo y de un c¨®digo que va mucho m¨¢s lejos que la pieza misma¡±, defiende el director. Los protagonistas de Mr. Leather nos descubren su armario al tiempo que relatan c¨®mo salieron de ¨¦l¡ por partida doble.
¡°No creo que decir que te gusta el cuero sea m¨¢s dif¨ªcil para ellos que admitir que son homosexuales, pero s¨ª que supone una vivencia muy diferente. La comunidad gay actual defiende la idea de que el modo de vida adecuado es el que emula al de los heterosexuales, as¨ª que el cuero y el bondage o el sadomasoquismo son grandes desconocidos incluso dentro de la comunidad LGTBI+¡±, dice Nolasco, que intenta derribar ¡°la caricatura edulcorada que 50 sombras de Grey ha enviado al mundo sobre este asunto¡°.
Mientras este colectivo brasile?o lucha por su visibilidad, surgen otros retos, como el de adaptar su identidad ante un momento hist¨®rico que no tolera el asesinato animal ni el rechazo a lo femenino. ¡°En este tiempo, la comunidad ya ha dado el primer paso, que es el de reconocer la existencia de estos dos problemas y la necesidad de un debate en torno a ellos. Ahora es el momento de dar el segundo, que es el de proponer cambios realmente efectivos e intentar que las cosas cambien para que el viaje contin¨²e¡±, comenta el cineasta.
?No es contradictorio que la contracultura leather defienda su idea de masculinidad imitando los tradicionales concursos de belleza femeninos? ¡°No tiene que ser necesariamente una contradicci¨®n¡±, defiende Nolasco. ¡°As¨ª como los hombres que son drag queens ensalzan una idea concreta de feminidad, los hombres en cuero destacan una idea concreta de masculinidad, que defiende la virilidad. Se re¨²nen en clubes nocturnos para desfilar y ser admirados y deseados. Esa es su lucha".
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.