Tampoco sedici¨®n
El libro de Ernesto Ekaizer es un ataque directo y sin contemplaciones a la instrucci¨®n del ¡®proc¨¦s¡¯ adem¨¢s de una cr¨ªtica a la sentencia del Supremo
El metro c¨²bico de libros dedicados al proc¨¦s en los ¨²ltimos meses puede acabar trazando el mapa de las rutas descartadas tanto en los hechos juzgados por el Supremo como en los sucesivos pasos que conducen a la sentencia. Los catastr¨®ficos atajos de los d¨ªas 6 y 7 de septiembre o las soluciones adoptadas in extremis y con nocturnidad entre el 26 y el 27 de octubre no fueron hijos de la fatalidad ni de la providencia porque hubo m¨²ltiples opciones alternativas y mejores, de la misma manera que desde la querella del fiscal Maza a 31 de octubre de 2017 y hasta la sentencia de Marchena se sucedieron numerosas decisiones que pod¨ªan, leg¨ªtima y jur¨ªdicamente, haber sido otras.
Esta cr¨®nica de Ernesto Ekaizer, precipitadamente escrita (y sin el acabado esperable en un libro suyo), es un ataque directo y sin contemplaciones a la instrucci¨®n conducida por el juez Pablo Llarena, por una parte, y una cr¨ªtica de la sentencia final por su ¡°abuso o ca¨ªda¡± en ¡°una interpretaci¨®n extensiva del delito de sedici¨®n¡±. Recuerda para empezar (y transcribe al final) el voto particular de Jos¨¦ Ricardo de Prada en defensa del ¡°juez natural¡± de la causa (el Tribunal Superior de Justicia de Catalu?a) y desgrana desde ah¨ª numerosas objeciones que conducen al ep¨ªlogo de Nicol¨¢s Garc¨ªa Rivas: en ¨¦l aboga por la eliminaci¨®n de ese tipo delictivo por ¡°anacr¨®nico y castrense¡± y porque se define, en palabras que cita del Tribunal Constitucional, en t¨¦rminos ¡°tan abiertos por su amplitud, vaguedad e indefinici¨®n¡± que acaba sujeto a una ¡°decisi¨®n pr¨¢cticamente libre y arbitraria del int¨¦rprete y juzgador¡±.
Seg¨²n evoca Ekaizer, el auto de admisi¨®n del Supremo a 31 de octubre de 2017, con Jos¨¦ Marchena como ponente, abr¨ªa la puerta a la ¡°conspiraci¨®n por rebeli¨®n¡± (cuya pena m¨¢xima son siete a?os), si as¨ª lo determinaba la instrucci¨®n, dado que en ese delito, ¡°por definici¨®n, los elementos del tipo proyectado no llegan a tener realidad al no superar los conspiradores la fase propiamente preparatoria¡±. Sin embargo, Llarena se habr¨ªa guiado por los atestados dirigidos en el Juzgado n¨²mero 13 de Barcelona por el jefe de la Polic¨ªa Judicial de Catalu?a, el teniente coronel de la Guardia Civil David Baena, ¡°el verdadero y aut¨¦ntico autor intelectual de todos los presupuestos f¨¢cticos de la teor¨ªa de la rebeli¨®n¡±. El resultado habr¨ªa sido una ¡°instrucci¨®n descuidada¡±, en tiempo r¨¦cord y externalizada.
Un poco despu¨¦s, y a juicio de Ekaizer, la instrucci¨®n es ya directamente ¡°incompetente, desali?ada y superficial¡±, en la que Llarena ¡°cogi¨® de aqu¨ª y de all¨ª lo que le conven¨ªa con la ¨²nica referencia de la Guardia Civil¡±, cuando ya hemos le¨ªdo en la p¨¢gina 105 que su instrucci¨®n era ¡°sesgada, dominada por la obsesi¨®n unilateral del delito de rebeli¨®n¡±. Y leeremos despu¨¦s, con respecto al delito de conspiraci¨®n para la rebeli¨®n, que ¡°ninguna de las acusaciones lo hab¨ªa incluido, as¨ª que [los procesados] no pod¨ªan defenderse de ¨¦l¡±.
El lector inepto en el universo jur¨ªdico, como lo soy yo, recorrer¨¢ con inquietud alarmada una cr¨®nica hostil tanto con la instrucci¨®n como con la sentencia, pero tampoco encontrar¨¢ refugio en detalles t¨®rridos como saber que el acuerdo alcanzado por el fiscal general S¨¢nchez Melgar y el fiscal Zaragoza para proponer la libertad provisional de Joaquim Forn no prosper¨® por minutos: el fiscal Cadena ignor¨® el acuerdo porque se adopt¨® cuando estaba ya en la sala y con el m¨®vil apagado.
Catalu?a a?o cero. El proceso, el juicio y la sentencia. Ernesto Ekaizer. Espasa, 2019. 440 p¨¢ginas. 19,90 euros
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