Casiodoro de Reina: relevancia religiosa, grandeza literaria
El reformado espa?ol, traductor de la influyente ¡®Biblia del Oso¡¯, vivi¨® una vida de novela perseguido por todos. Su gran obra volver¨¢ a las librer¨ªas en 2020
Casiodoro de Reina (1520-1594), el gran reformador espa?ol, fue uno de nuestros m¨¢s sobresalientes renacentistas. No fue, sin embargo, una personalidad teol¨®gica, caracter¨ªstica de aquellos a?os de enfrentamientos dogm¨¢ticos, sino, sobre todo, un caso ¨²nico de tolerancia en un siglo fieramente intolerante. Tambi¨¦n se puede leer como a uno de los mejores prosistas de la lengua espa?ola.
Su vida es una verdadera novela de aventuras. Poco sabemos de ¨¦l antes de su pertenencia a los jer¨®nimos del monasterio de San Isidoro, pero su pensamiento parece haber cristalizado antes de entrar en el cenobio. Su obsesi¨®n fue traducir los textos testamentarios, como parte de una defensa de la libertad individual. Nadie, seg¨²n Reina, se ha de interponer entre el texto sagrado y el lector. Las palabras de Dios no pueden quedar en manos de unos pocos.
No es que defendiera el libre acceso al texto porque se hab¨ªa reformado siguiendo los escritos de Erasmo primero y Lutero despu¨¦s, sino m¨¢s bien al rev¨¦s: lleg¨® a las Iglesias reformadas movido por su deseo de sostener la libre iniciativa como algo esencial para un cristiano. Quiz¨¢s ese deseo de independencia intelectual le ven¨ªa ya de su familia, jud¨ªos conversos conocedores de la persecuci¨®n.
As¨ª se entiende que jam¨¢s llegara a un acuerdo duradero con ninguna de las confesiones reformadas y actuara con total independencia de criterio. El episodio crucial fue su huida de Sevilla antes de que, como a sus compa?eros (seguramente unos 50), le quemaran vivo los esbirros de la Inquisici¨®n. Pero una vez a salvo en Ginebra, en 1557, poco dura su tranquilidad. Los calvinistas eran tan intolerantes como los cat¨®licos y al poco se vio perseguido por el propio Calvino, que hab¨ªa quemado vivo a Miguel Servet cuatro a?os antes por sus ideas sobre la Trinidad. Reina hace suya la frase de su amigo Sebasti¨¢n Castellio: ¡°Matar a un hombre para defender una doctrina no es defender una doctrina, es matar a un hombre¡±. En consecuencia, Casiodoro tiene que huir a Londres en 1558, a?o en el que sube al trono Isabel I y se abren las esperanzas de los evangelistas.
Es preciso tener presente la actividad inaudita de los servicios secretos de Felipe II y las enormes cantidades de dinero que emplearon para destruir a los reformistas espa?oles. A las calumnias y sobornos de los esp¨ªas de la Inquisici¨®n se unen la desconfianza y el rechazo que producen los espa?oles entre las Iglesias calvinistas francesa y flamenca all¨ª refugiadas.
Al constatar tanto rechazo cabe pensar en algo m¨¢s: la sospecha de que casi todos los espa?oles reformados que escapan a la Inquisici¨®n son de origen jud¨ªo. S¨®lo el antisemitismo de los reformados franceses, flamencos e ingleses explica la unanimidad contra la congregaci¨®n espa?ola.
En 1563 las acusaciones contra Casiodoro suben de tono; los esp¨ªas le acusan de sodom¨ªa (penada con la muerte en Inglaterra), adulterio y servetismo, y aunque el obispo de Londres, Thomas?Edmund? Grindal, las rechaza, los calvinistas franceses y flamencos las aceptan y utilizan. Ello provoca una nueva huida, esta vez a Amberes, pero la persecuci¨®n calvinista le obliga a ir de un lado a otro siempre expulsado por los luteranos, los esp¨ªas espa?oles, los calvinistas o los anglicanos.
La ingente tarea de traducir la Biblia a partir de las fuentes hebreas la lleva a cabo de un modo heroico en los 12 a?os que vive por media Europa. Fue durante su estancia, casi en paz, en Estrasburgo cuando pudo por fin dar el texto a una imprenta de Heidelberg, en 1567, pero a¨²n faltar¨ªan dos a?os de dificultades para que en verdad se imprimiera. Es un milagro que en los dos a?os que pudo vivir sin persecuci¨®n en Basilea, de 1567 a 1569, apareciera la que conocemos como Biblia del Oso. En Basilea, ciudad que s¨®lo persegu¨ªa a los anabaptistas, encontr¨® la protecci¨®n del banquero Marcus P¨¦rez, otro converso de origen portugu¨¦s, cabeza de una red econ¨®mica que cubr¨ªa toda Europa. Este singular Rothschild de la ¨¦poca le tom¨® bajo su amparo y financi¨® la impresi¨®n de la Biblia en la imprenta de Thomas Gu¨¦rin.
Durante a?os se supuso que el impresor hab¨ªa sido Samuel Biener (Apiarius) porque su marca tipogr¨¢fica (el oso que quiere alcanzar un panal) apareci¨® en la portada sin que se haya averiguado la causa. Quiz¨¢ tan s¨®lo se trataba de despistar a los perseguidores. El caso es que la Biblia del Oso no se public¨® en el negocio editorial del oso, sino en la de Gu¨¦rin.
Conseguido su prop¨®sito, Reina se dedic¨® a otras actividades, adem¨¢s de la pastoral. De 1570 a 1578 se estableci¨® en Fr¨¢ncfort, donde viv¨ªa su suegro, un importante comerciante de sedas, y se uni¨® a la Iglesia calvinista francesa a pesar del rechazo de los calvinistas ginebrinos. Tambi¨¦n all¨ª gan¨® la ciudadan¨ªa. Se empe?¨® en volver a Londres para que se juzgaran p¨²blicamente las calumnias que le hab¨ªan hecho huir precipitadamente 15 a?os antes y se limpiara su nombre. Fue declarado inocente de todos los cargos. Cuando los luteranos de Fr¨¢ncfort le ofrecieron ser pastor de la congregaci¨®n valona, acept¨® tras firmar una F¨®rmula de Concordia en la que condenaba todos los errores her¨¦ticos de cat¨®licos, anabaptistas, zwinglianos, schwenkfeldianos y hasta 11 sectas calvinistas, al tiempo que se adher¨ªa a todas las confesiones luteranas. Y all¨ª estuvo hasta su muerte en 1594, sin descuidar su negocio de sedas y criar a cinco hijos.
La facilidad vertiginosa con la que Reina pasaba del calvinismo al luteranismo, o del anglicanismo al servetismo, no es un efecto de la indiferencia, sino de la tolerancia. No aceptaba Reina las disputas teol¨®gicas si eran dogm¨¢ticas, no consent¨ªa la divisi¨®n de los cristianos por motivos sectarios, era un caso rar¨ªsimo de liberal en aquel siglo de fan¨¢ticos.
Sobre la Biblia del Oso como extraordinaria obra literaria, alguien tan poco amigo del heterodoxo como Men¨¦ndez y Pelayo dijo de la Biblia por ¨¦l traducida que era, junto con la obra de Cervantes, la mayor aportaci¨®n a la lengua literaria espa?ola. Esa era tambi¨¦n la opini¨®n de dos grandes prosistas del siglo XX, Rafael S¨¢nchez Ferlosio y Juan Benet.
Sin embargo, aunque ambos se refer¨ªan a la Biblia del Oso, es decir, a la traducci¨®n de Casiodoro de Reina, en realidad la que le¨ªan era la correcci¨®n que Cipriano de Valera puso en circulaci¨®n en 1602 y que ser¨¢ a partir de aquel momento el libro de los protestantes espa?oles hasta el d¨ªa de hoy. Esta biblia s¨ª se encontraba f¨¢cilmente, porque era la que hab¨ªan repartido por Espa?a los pastores protestantes durante la Guerra Civil y la misma que difundi¨®, con riesgo de su vida, George Borrow entre 1836 y 1840, durante la guerra carlista.
Las diferencias entre el texto de Reina y el de Valera son muy notables. La principal fue el reordenamiento de los libros, ya que Reina hab¨ªa optado por la disposici¨®n cat¨®lica, con los ap¨®crifos incluidos, en tanto que Valera restituye el orden protestante.
En medio de los tormentos de su persecuci¨®n, Reina trabajaba con ah¨ªnco y cada palabra que escrib¨ªa era relevante. Como ¨¦l mismo dice, trabaj¨® de manera que ¡°nos acerc¨¢semos de la fuente del texto hebreo cuanto nos fuere posible (pues que sin controversia ninguna de ¨¦l es la primera autoridad)¡± (Amonestaci¨®n p. 9). Se vio obligado a inventar neologismos porque no encontraba referente del hebreo en espa?ol. ?l menciona ¡°reptil¡± y ¡°esculptura¡±, pero los hay m¨¢s notables. Por ejemplo, Jehov¨¢, castellanizaci¨®n de Yahv¨¦, que ya hab¨ªa usado Vald¨¦s en lugar de ¡°Se?or¡± que es lo habitual en las biblias protestantes.
Que a pesar de sus sufrimientos dedicara tanto esfuerzo a un texto literario nos permite decir que, si bien la relevancia religiosa de la Biblia del Oso es mucha, m¨¢s a¨²n, o no menor, lo es su grandeza literaria. Y que una de las desdichas de nuestra cultura ha sido que no se pudiera leer hasta 1987, cuando Alfaguara lo volvi¨® a publicar en edici¨®n de Juan Guill¨¦n Torralba. Esta misma editorial tiene previsto rescatarla en 2020.
Este art¨ªculo es un resumen de la conferencia Heterodoxia renacentista. La Biblia del Oso que F¨¦lix de Az¨²a imparti¨® en Sevilla el 7 de noviembre.
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