¡°El toro es un atleta y merece una alimentaci¨®n especial toda su vida¡±
Dos veterinarios presentan un estudio sobre la nutrici¨®n animal y su repercusi¨®n en la lidia
¡°El toro bravo es un atleta y como tal debe ser alimentado durante toda su vida, desde que est¨¢ en el vientre de la madre hasta que es lidiado en la plaza. Sus condiciones particulares requieren unos sistemas de producci¨®n tecnificados y especializados. Solo as¨ª el animal crecer¨¢ continua y equilibradamente, con un mayor desarrollo muscular¡±.
Esta podr¨ªa ser una de las conclusiones del estudio sobre la alimentaci¨®n del toro bravo y su repercusi¨®n en el esfuerzo de la lidia, durabilidad y disminuci¨®n de las ca¨ªdas que desde 2015 realizan los doctores en Veterinaria Francisco Javier Jim¨¦nez y Luis Centenera, y que el primero de ellos ha presentado recientemente en el Aula de Tauromaquia de la Universidad CEU San Pablo, que dirige Rafael Cabrera.
Con 35 a?os de experiencia a sus espaldas, Jim¨¦nez, un veterinario apasionado de su profesi¨®n, que ha ejercido en varias plazas de primera categor¨ªa, e implicado en la defensa de la integridad de las reses de lidia, cuenta que ¡°el toro es un rumiante atl¨¦tico, por lo que no sirve la tecnolog¨ªa aplicada al ganado manso; buscamos m¨²sculo y no grasa¡±.
¡°El toro se ha alimentado siempre de pastos naturales ¡ªpradera, leguminosas y bellota¡ª, que no producen grasa en los animales porque los ¨¢cidos de los forrajes son insaturados, y nosotros huimos de los saturados¡±, contin¨²a.
¡°Infiltrar grasa en el m¨²sculo provoca m¨¢s fuerza y movilidad y reduce las ca¨ªdas¡±
A pesar de ello, considera que este tipo de alimentaci¨®n es insuficiente para el toro de lidia. ¡°Este animal necesita concentrados¡±, explica Jim¨¦nez, ¡°compuestos por prote¨ªnas, vitaminas y minerales, que hay que aportar en proporci¨®n a la calidad de los pastos de cada dehesa¡±.
Se ensa?a a rengl¨®n seguido con los estragos que ha producido el ma¨ªz en la caba?a brava.
¡°Ese es un invento americano que nos ha causado muchos problemas¡±, se lamenta.
¡°El ma¨ªz es una materia prima de alt¨ªsima energ¨ªa vegetal con muchos saturados¡±, a?ade. ¡°Son kilocalor¨ªas a buen precio, con un alto contenido en almid¨®n, que es peligros¨ªsimo, y az¨²cares. Ha sido nefasto para la ganader¨ªa de lidia¡±.
La consecuencia, seg¨²n el veterinario Francisco Javier Jim¨¦nez, es un animal con m¨¢s grasa, m¨¢s volumen y m¨¢s peso, el toro acochinado, seg¨²n la jerga taurina. ¡°Y uno de los problemas derivados de la ingesta del ma¨ªz¡±, prosigue, ¡°es el famoso S¨ªndrome de Acidosis Ruminal, que destroza el aparato digestivo, provoca complicaciones en los pitones, diarreas, cojeras, cambios en el comportamiento de los animales e, incluso, muertes s¨²bitas¡±.
Jim¨¦nez sostiene que el equipo que lidera junto a Centenera ha ideado un tipo de alimentaci¨®n que infiltra la grasa en el m¨²sculo, al estilo de lo que sucede con el cerdo ib¨¦rico, lo que provoca una mayor movilidad, m¨¢s fuerza y menos ca¨ªdas. ¡°Se trata", explica, ¡°de que los ¨¢cidos grasos insaturados sean el aporte fundamental de la alimentaci¨®n del toro, porque as¨ª se consiguen infiltrados de grasa intramusculares, que es la que el toro utilizar¨¢ durante la lidia¡±.
¡°La hembra es la que transmite el comportamiento del toro¡±
¡°Curiosamente¡±, cuenta Jim¨¦nez, ¡°algunos ganaderos temen que este programa repercuta negativamente en la venta de los toros porque algunas figuras del toreo prefieren ir detr¨¢s de los toros y no delante¡±.
Junto a los concentrados para complementar la calidad de los pastos, los autores del estudio han patentado una mol¨¦cula a la que han llamado Maxicell, una lignocelulosa, basada en la madera, que act¨²a como un prebi¨®tico antibacteriano y es una fibra natural sin aditivo qu¨ªmico.
¡°La descubrimos de una forma muy curiosa¡±, explica Jim¨¦nez; ¡°comprobamos que cuando los animales padec¨ªan una deficiente alimentaci¨®n, ramoneaban (com¨ªan las puntas de las ramas de los ¨¢rboles) mucho, de modo que m¨¢s que toros parec¨ªan cabras¡±.
La conclusi¨®n es que el toro ten¨ªa necesidad de madera. Los veterinarios tomaron muestras de tres tipos de ¨¢rboles distintos, cuya identidad la guardan en secreto, y crearon esa mol¨¦cula que, a su juicio, est¨¢ dando muy buenos resultados.
¡°As¨ª es¡±, confirma Jim¨¦nez. ¡°Hemos conseguido una sanidad equilibrada y un aparato digestivo sano, lo que repercute en un mayor n¨²mero de toros aprobados en los reconocimientos, menos bajas y menos peleas. El animal crece de forma equilibrada y con un mayor desarrollo muscular¡±.
El equipo veterinario trabaja actualmente para 39 ganader¨ªas y asegura que en muchas de ellas ya ha constatado los efectos positivos de una buena alimentaci¨®n.
¡°El toro es un animal atl¨¦tico que no calienta antes de salir al ruedo¡±, afirma Jim¨¦nez, quien est¨¢ convencido de que, en caso contrario, se reducir¨ªan dr¨¢sticamente las ca¨ªdas. ¡°El m¨²sculo adquirir¨ªa el tono adecuado¡±, a?ade, ¡°y hemos comprobado que se rompen muchas fibras musculares por no calentar con antelaci¨®n¡±.
Ha aumentado, asegura, la durabilidad del tiempo en movimiento del toro en la plaza. ¡°De los 25 minutos de la lidia¡±, explica, ¡°hemos pasado de una media de 8 minutos de movilidad a 16 y 17, lo que es un claro beneficio para el espect¨¢culo¡±.
Incide, finalmente, en la importancia de una correcta alimentaci¨®n de las vacas, ¡°porque es la hembra la que transmite el comportamiento del toro, y el macho solo ayuda a fijar caracteres¡±.
Y concluye: ¡°Este nuevo sistema alimenticio no crea bravura ni casta; lo ¨²nico que permite es preparar al atleta para que d¨¦ en el ruedo lo que haya seleccionado el ganadero. Hoy, hay toros encastados que se paran a causa de una deficiente alimentaci¨®n¡±.
Y una propina final: ¡°Hemos conseguido una calidad de carne espectacular. El toro ten¨ªa mala fama en la mesa porque estaba mal alimentado. Pru¨¦benla ahora y comprobar¨¢n la diferencia¡±, asevera euf¨®rico Francisco Javier Jim¨¦nez Blanco.
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