Fernando Cepeda, apoderado y torero de culto: "He sufrido, pero he sido feliz"
Retazos de vida de un respetable taurino tras los avatares de una muy grave enfermedad
Tras una exitosa carrera como torero artista, Fernando Cepeda (Gines, Sevilla, 1964) se licenci¨® en Derecho con la ilusi¨®n de trabajar en un despacho como abogado; pero poco antes de colegiarse se cruz¨® en su camino Miguel ?ngel Perera, un serio aspirante a figura al que no conoc¨ªa personalmente, y cambi¨® la toga por la labor de apoderado. Doce a?os despu¨¦s, una bacteria le ha fastidiado la vida, ha estado hospitalizado, perdi¨® la movilidad de las piernas durante m¨¢s de un a?o, ha pasado por el quir¨®fano y todav¨ªa debe acudir a sesiones de fisioterapia para recuperar una normalidad perdida.
La enfermedad ha precipitado su amistosa ruptura con el torero, y ahora est¨¢ apartado del mundo del toro, (¡°pero no desconectado¡±, aclara ¨¦l), y en expectativa de destino, pues no descarta volver a las andadas de los despachos taurinos, olvidados ya los manuales jur¨ªdicos.
Entre medias, ha debido lidiar un ¡®conflicto taurino familiar¡¯. Fernando Cepeda tiene tres hijos, dos varones de 25 y 21 a?os y una chica de 17. Asegura muy serio que, plenamente convencido de las dificultades de la profesi¨®n de torero, ha procurado evitar el contacto de sus v¨¢stagos varones con el mundo del toro. ¡°Son aficionados al toro, pero su vocaci¨®n es el f¨²tbol; son buenos estudiantes y muy deportistas¡±, asegura. ¡°Pero me descuid¨¦ con Mar¨ªa; claro, como era la m¨¢s peque?a y ni?a, no pens¨¦ yo que¡¡± ¡°Lo cierto es que me plante¨® seriamente que quer¨ªa ser torera¡¡±
A?ade Cepeda que Mar¨ªa es la m¨¢s aficionada de la familia, que le gusta torear en el campo, pero, por fortuna, ha desistido de sus intenciones taurinas. ¡°La verdad es que me ha tenido un poco asustado¡±, comenta el padre, tranquilo ya de que el toro no haya vuelto a entrar en su casa.
¡°La labor de un apoderado es algo m¨¢s que contratar corridas y cobrar comisiones¡±
Ha sonre¨ªdo Fernando Cepeda mientras contaba la an¨¦cdota familiar, pero pronto vuelve a su habitual seriedad, mezcla de una natural timidez y severidad en el semblante. De cualquier modo, la grave enfermedad que ha padecido y los avatares del ejercicio cono apoderado independiente no son asuntos balad¨ªes.
¡°He sufrido una muy mala racha de salud¡±, explica. ¡°Todo comenz¨® con una infecci¨®n en la cadera en plena temporada taurina de 2017. Estuve un mes hospitalizado y m¨¢s de un a?o sin capacidad de movimiento. A pesar de ello, intent¨¦ cumplir con mi responsabilidad de apoderado desde la cama, aunque hubo d¨ªas que no pod¨ªa ni hablar¡±.
Cepeda reconoce que esa circunstancia ha precipitado el final de su relaci¨®n profesional con Miguel ?ngel Perera despu¨¦s de doce a?os. ¡°Yo necesitaba parar, y el torero, un cambio de aires; ha sido una buena decisi¨®n para los dos¡±, a?ade.
¡°Ha sido una experiencia muy positiva¡±, prosigue. ¡°Ser apoderado es algo m¨¢s que contratar corridas y cobrar comisiones. Si tienes conocimientos profesionales, debes aconsejar al torero para que obtenga el mayor rendimiento de sus capacidades. Hay que estar pendiente de los asuntos personales, de modo que est¨¦ motivado, ilusionado y centrado en su profesi¨®n¡±.
¡°Yo he sido de todo con Miguel ?ngel¡±, contin¨²a Cepeda. ¡°Y, sobre todo, la persona m¨¢s exigente que ha tenido a su lado. Y he sido feliz, muy feliz¡±.
- ?C¨®mo eran las negociaciones con las empresas?
- ¡°Dur¨ªsimas. Sobre todo, porque ¨¦ramos independientes y no pertenec¨ªamos a ninguna gran casa empresarial. He sufrido much¨ªsimo, pero me ha compensado. He apoderado a un gran torero y he disfrutado mucho con ¨¦l¡±.
¡°Ser torero ha sido lo m¨¢s importante y grande que he hecho en mi vida¡±
- ?Y ahora, qu¨¦?
- ¡°Estoy apartado del mundo del toro, y todo depender¨¢ de que me llame un torero que me vuelva a ilusionar. Descarto, eso s¨ª, trabajar como abogado porque ha transcurrido mucho tiempo y no he vuelto a coger un libro¡±.
No ser¨ªa justo, no obstante, que a Fernando Cepeda se le recordara por su etapa como apoderado porque ha sido un torero de culto, un reconocido artista, especialmente en el toreo de capa, y protagonista de una carrera corta en n¨²mero de festejos pero plagada de momentos intensos.
¡°Ser torero ha sido lo m¨¢s importante y grande que he hecho en mi vida; cuando vest¨ªa el traje de luces no me cambiaba por nadie¡±, afirma.
¡°Mis inicios fueron muy positivos; se crearon expectativas y tuve muchos seguidores, pero pronto llegaron las cornadas, tampoco estaba sobrado de valor y me descolgu¨¦ de los carteles de las figuras antes de lo previsto, pero mantuve mi categor¨ªa y consegu¨ª que se me respetara. La verdad es que alcanc¨¦ m¨¢s de lo que yo hab¨ªa imaginado¡±, a?ade.
¡°Y me retir¨¦ porque perd¨ª la ilusi¨®n. Estaba muy limitado f¨ªsicamente despu¨¦s de dos operaciones de espalda y cada vez me costaba m¨¢s entrenar. Sucedi¨®, adem¨¢s, que en noviembre de 2005 muri¨® ?ngel Caro, la persona que me ayud¨® en mis inicios, mi mozo de espadas, y me afect¨® mucho. En enero me di cuenta de que no cog¨ªa el capote y la muleta desde octubre, y ese detalle fue determinante para m¨ª, que era un enfermo del toreo de sal¨®n. Total, que en enero anunci¨¦ mi retirada¡±.
Y hasta hoy. En los meses posteriores aparecer¨ªa un joven Miguel ?ngel Perera, necesitado de un consejero personal y profesional, con quien desde 2006 a 2018 ha formado una pareja de ¨¦xito, a pesar de las malas rachas, que tambi¨¦n las ha habido. Y, despu¨¦s, la inesperada visita de la enfermedad que tanto limit¨® sus movimientos y su propia vida.
- Pero ya hace vida normal¡
- ¡°Si una vida normal es hacer deporte, torear, montar a caballo, que son actividades que me gustan, no. No puedo. Sigo muy limitado¡±.
- Al menos, sus hijos no le han salido toreros¡
- ¡°Uf, me daba mucho miedo, y cuando eran peque?os ni los llev¨¦ a los toros, ni a entrenar ni a los tentaderos. Los encamin¨¦ hacia los estudios y el f¨²tbol. Y va Mar¨ªa y me dice que quiere ser torera. Menos mal que ha desistido¡¡±
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